Capítulo 19

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Sasuke se separó un poco de ella, pero solo lo justo para que pudiese mirarse a los ojos. Cuando Hinata lo miró, vio felicidad, pero también vio miedo. Se besaron de manera tierna y dulce, el cual cortaron porque la puerta de la casa se escuchó y seguida de esta la escandalosa voz de su amiga Ino. Hinata rio ligeramente cuando la escuchó.

Para gastarle una pequeña broma a su amiga. Hinata se separó cruzándose de brazos y con cara de enfadada, al igual que Sasuke que fingió estar fuera de sí, como si estuviesen teniendo una enorme discusión.

-¿Qué os pasa? – Preguntó Ino al llegar con cara preocupada.

-Que está loca. / Que es un cabezota – dijeron los dos a la vez alzando un poco la voz-.

-Calmaos un poco y hablaréis para poder solucionarlo- dijo la rubia intentando calmarlos-.

-No se solucionará porque el me está obligando a volver a casa y no puede pretender que después de todo lo que me hizo, vuelva a casa así sin más- dijo ella pareciendo realmente cabreada-.

-Y tu tienes que volver, porque eres mi mujer -dijo él como contratacándola-.

-Soy tu mujer cuando te conviene – contratacó ahora ella acercándose a él, pero sin querer tropezó y cayó al suelo-.

Hinata se levantó del suelo, normal y tranquila, mientras que miraba a Sasuke. El azabache enseguida se preocupó y apareció a su lado quitándole el pelo de la cara y mirándola a los ojos.

-¿Te encuentras bien? – Preguntó él de manera tierna y tranquila, a lo que ella simplemente asintió.

-Lo sentimos Ino, todo era una broma -dijo Hinata mientras le sonreía-.

-Pero... ¿y eso?- Preguntó Ino intentando ser discreta.

-Ya lo sabe – dijo Hinata sonriendo tranquilamente-. ¿Cómo te ha ido a ti?

-Cuatro meses y Tsunade cree que es un niño – dijo Ino muy contenta y feliz-.

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Estuvieron en casa de Ino una hora más mientras Hinata recogía lo poco que tenía en casa de la rubia. Sasuke y ella volvieron dando un paseo, pararon en la tienda de lanas e Hinata compro cuatro ovillos azules y otros cuatro rosas. Quería hacer una manta para Ino y otra para Sakura.

Al llegar a casa, la azabache fue a colocar sus cosas, mientras Sasuke cocinaba algo para la cena, para ellos dos y Taka. Mientras el cocinaba tenía a un par de clones que estaban limpiando la casa. La azabache comenzó a sentirse un poco mal y estaba muy cansada por lo que fue al salón y se sorprendió al ver a los dos clones de Sasuke limpiando. Se recostó en uno de los sofás y conforme cerraba los ojos, mas cansada se encontraba, hasta que se quedo dormida. Uno de los clones la tapó.

Cuando terminaron de limpiar, los clones desaparecieron y mientras la comida reposaba fue a ver a su esposa, la cual seguía durmiendo aún. Se sentó en un huequecillo que le quedaba en el sofá y comenzó a acariciarle las mejillas, a lo cual la Uchiha enseguida comenzó a sonreír. Siguió acariciándola hasta que ella poco a poco comenzó a abrir los ojos y se estiró un poquito.

-¿Tienes ganas de comer? – Preguntó él, mientras seguía acariciándole la mejilla con cariño.

Ella asintió, mirándolo con una sonrisa cálida y tranquila. La Uchiha llevó su mano a la pálida mejilla del azabache, él acunó su cara en ella mientras cerraba sus ojos queriendo sentir mas la mano de la joven.

Dos almas encontradas ( SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora