Especial día del padre Rilex

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Advertencias:
★Capítulo largo y puede que hasta aburrido.
★No se aceptan comentarios ofensivos ni homofobicos.

Abrí lentamente los ojos al sentir suaves besos humedos en todo mi rostro, encontrandome con el hombre de mi vida acariciando mi cintura y besandome.

-Buenas días-arrastre las palabras, adormilado, y escondí mi rostro en su cuello.

-Buenos días, bombón-escuché su gruesa voz y me apegue más a él.

-¿Qué hora es?-dije en forma de quejido.

-Son las ocho y media.

-Es muy temprano-me quejé, terminando de pegar mi cuerpo completamente al suyo-Tengo sueño.

-Lo sé, tenemos tiempo antes de que esos dos demonios despierten-rio, jugando con nuestras piernas-Te traje el desayuno a la cama, bebé-dijo.

-Despues, quiero dormir-me quejé. Casi caigo dormido otra vez, pero su gran mano se estrelló fuertemente contra mi trasero, haciendome dar un saltito mientras chillaba.

-¡Estupido!-me quejé llevando mis manos a mi trasero.

-Ya, lo siento, dejame hacerlo-apartó mis manos para comenzar a acariciar mi trasero, aprovechando a veces de apretarlo.

-Ya, deja ahi-aparté sus manos.

-Ven, vamos a desayunar-me sentó en la cama, a su lado, tapando nuestras piernas, y colocó una bandeja que no había visto en su mesita de noche-Traje para que desayunemos juntos-dijo.

-Gracias, todo se vé delicioso-sonreí-Por cierto-aparte la bandeja de encima suyo, dejandola en mi lugar, y me senté en su regazo, con las piernas a cada lado, y rodee su cuello con mis brazos-Feliz día.

-Feliz día, mi amor-sonrió acariciando mi cintura.

Nos besamos por unos minutos hasta que escuchamos a mi estomago rugir por hambre y nos apartamos, yo avergonzado y él riendo.

-Tenemos que llenar esto-acarició mi estomago. Iba a volver a mi lugar para poder desayunar, pero él simplemente me dio la vuelta y me acomodó en el hueco de entre sus piernas-Asi estoy comodo-besó mi nuca y coloco la bandeja sobre mis piernas.

Preste atención hacia los pies de la cama y sonreí.

-¿Y eso?

En una de las patas de la cama, había atados un montón de globos rojos con forma de corazón.

-Uno de tus regalos-respondió sin interés, mordiendo una tostada.

-Gracias, me encanta-acaricie su pierna y comencé a comer-Esto esta delicioso-le felicite.

-Gracias, me levanté temprano para que todo estuviera perfecto.

-Sabes que eso no era necesario.

-Claro que lo era, mereces lo mejor.

-Ya lo tengo contigo y los niños, mi vida.

Terminamos de comer, y Alex dejó la bandeja en su mesa, me apoyé completamente en su pecho, usandolo de almohada.

-Te tengo un regalo-dijo, haciendo que me sentara y no apoyara todo mi peso en él.

-¿Más?

-Y los que faltan-respondió.

Abrió el cajon de su mesa de noche, y sacó una gran caja, envuelto en un papel de regalo color pastel con conejitos. Él siempre elegía envoltorios que me encantaban.

Thomas Sangster, El Padre De Mi Hijo ~Segunda temporada~ CORRIGIENDO ORTOGRAFÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora