Emboscada.

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Hace 7 años.

Víctor tenía la vista nublada y sus instintos estaban bloqueados por completo, estaba fuera de control atacando sin piedad a su presa, unas voces se escuchan al fondo, lo llamaban para que se detenga y pueda tranquilizarse de una vez por todas. Los intentos eran absurdos para parar a la bestia y la sangre ya se había derramado en todas partes.

Presente.

--Victor... ¡Victor!-- una cálida voz lo llamaba.

Él escapó de sus recuerdos, viendo a su alrededor notando que se encontraba aún en la escuela, las manos le temblaban y sentía las palmas frías.

--Oye-- Andrea lo tomo de la mano --¿Todo bien?-- dijo mirándolo a los ojos sintiendo como sus manos estaban heladas, como si hubiera visto un fantasma.

--Yo...-- miró su reflejo de la ventana --Si, estoy bien-- se levantó de su pupitre.

--¿Qué te acaba de pasar?-- preguntó ella --Parecias poseido por algo--

--No es nada Andrea, solo estoy cansado-- suspiró al terminar la oración --¿Qué hora es?-- preguntó levantando su mochila.

--Las 2:55 pm, salimos hace cinco minutos-- lo tomo del brazo --¿Seguro que estás bien?-- le preguntó preocupada por el.

--Todo bien-- dijo dandole un beso en la mejilla.

Antes de salir del aula Víctor volvió a ver el reflejo y pudo observar con claridad aquello que lo vigilaba.

Podía oírla, podía oír como la sombra le hablaba, pero la voz era demasiado débil como para entenderle

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Podía oírla, podía oír como la sombra le hablaba, pero la voz era demasiado débil como para entenderle. Salió del salón rápidamente azotando la puerta dejando atrás esa terrible pesadilla. Al alcanzar a Andrea intentó hacer que ella acelere el paso, como si estuviera tratando de escapar de aquello que lo aterrorizaba.
Ella no seguia convencida pero decidió no seguir acosando lo con sus preguntas. Salieron del instituto para dejarla en su casa, en el camino Victor observaba el cielo que seguía igual que en la mañana, sin ningún cambio en particular como para que detectará más anomalias. Al dejar a la chica en casa, conversaron un poco llegando al acuerdo de verse en casa de Víctor a las siete.

De regreso a casa él comenzó a quitarse los pupilentes y las mangas que cubrían las partes de su cuerpo que eran gruesas como la de un reptil. "Últimamente se ha expandido más..." Pensó al quitarse todo. Al dar la vuelta en una esquina choco con un adulto, tirándole los papeles y libretas que tenía, entre las cuales de encontraba un libro acerca de la historia de Tenochtitlan.

--Disculpe-- dijo agachándose para ayudarlo a levantar las cosas, al ver el libro le llamó la curiosidad, pero lo dejo pasar pensando que era simplemente coincidencia.

--No te preocupes-- dijo levantando papeles --Vaya, ojos de diferente color, es raro ver eso por aquí-- dijo el señor al ver a Víctor.

Víctor desvió la mirada para evitar más cuestionamientos --Bueno, si eso fue lo último, hasta luego--

El Hijo de Quetzalcóatl; Una Leyenda Nace © II FINALIZADA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora