Perdida de Control.

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Bosque de Chapultepec, media noche.

La batalla apenas comenzaba para Víctor al ver a sus primos de pie y sin temor ante su poder, le parecía emocionante enfrentarse sin remordimientos o límites antes sus familiares, esto era causa de unos pensamientos corrompidos por la magia negra.

-¡Diviertanme!- exclamó al ver cómo era rodeado, sujetando sus espada con fuerza.

-Víctor, esto no tiene que terminar mal, así que tranquiliza tu poder magico y...-

Él se transportó delante de Arturo sin dejarlo terminar la oración -Tu eres el más problematico ¿Que tal si vas a dar una vuelta?- lo golpeó de tal manera en el abdomen, que consiguió desaparecer su cuerpo.

Los demás sorprendidos por el nuevo poder magico de Victor, comenzaron a tomar sus preocupaciones.

-¿Lo asesino?- pregunto Jaime a los demás.

-No lo creo- Francisco comenzó a buscar a Arturo por medio de su poder -Sigue con vida, solo que no está en este continente...- le dijo a Jaime.

-¿Como es posible?- pregunto Eduardo.

-No estoy seguro, él...- Francisco solo lo miraba, intentando encontrar una debilidad -Hay que noquear al maldito, solo así acabara esto- no tenía idea de cómo manejar realmente la situación.

Los otros dos suspiraron al escuchar eso, tenían que hacerlo si o si, no conocían está clase de poder en un semidios ya que jamás habían entrenado para algo igual. De cierta forma era un combate complicado, pero no imposible.

-Itzia, sigue disparándole hasta que uno de nosotros logré noquearle ¿Ok?- le dijo Francisco.

-De acuerdo, pero tendré que usar algo de mayor poder- dijo jugando sus palmas, una fuente de luz se generaba y está creo un arco de plata -Tal vez esto no lo mate, pero sin duda no será una caricia- dijo al crear sus flechas de cristal con los dedos.

Eduardo hizo una media sonrisa al ver eso, mostrando un poco sus colmillos -Empecemos-

Afiló las garras y todos corrieron hacia el chico, el cual rugió nuevamente al verlos en movimiento, ninguno se inmutó ante el intento de atemorizarlos por un simple gruñido. Ver qué eso no los detenía Víctor atacó como principal a Francisco lanzando una llamarada continua de fuego naciente de su palma, este detuvo el ataque con una barrera que lo mantenía sin visión de su atacante, entonces fue ahí cuando el fuego se disperso con velocidad y Víctor apareció delante de la barrera, dando un golpe que la destruyó.

-Imposible- dijo al ver tal velocidad de movimiento.

Rápidamente antes de que Francisco creará una nueva barrera, este género una explosión delante suya que empujó a su primo a lo lejos; Itzia volvió a dispararle con flechas, las cuales se clavaron en su espalda, este soltó un grito de dolor al recibir el daño, entonces corrió hacia ella para poder neutralizar a la chica y así dejarla fuera de combate, sin embargo Eduardo junto con Jaime lo rodearon y atacaron, el príncipe del Inframundo lanzó púas de obsidiana que se le clavaron a Víctor en la pierna derecha, mientras que el joven leopardo hizo un salto en el aire para tomar impulso con la caída y así darle una patada directa. Pero eso fue inútil, el dragón clavo sus espada en el suelo y con una mano detuvo el pie de su primo para asi tomar la pierna con ambas manos, a su modo pudo arrojarlo hacia Itzia, haciendo que sus cuerpos choquen y sean proyectados hasta la profundidad del bosque.

-¡Chicos!- exclamó preocupado por ellos.

Su rival apareció delante suyo -¿Púas?- pregunto al cortar su abdomen con las garras.

El Hijo de Quetzalcóatl; Una Leyenda Nace © II FINALIZADA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora