Quetzalcóatl seguía luchando contra aquel que podría estar detrás de todo esto, sin información alguna, sin ningún comentario por parte del atacante, únicamente se enfocaba en derrotarlo y no ser derrotada. Cada impacto de poder provocaba ráfagas de viento, haciendo volar por los aires todo lo que estuviera cerca. Mientras tanto con Víctor, el tener a los Mayas en casa lo hacia sentirse desubicado, como si fuera la primera vez que habitaba en ese lugar. Todas las veces que intentaba salir de ahí por medio de un portal, era expulsado fuera por su misma magia, no tenia escapatoria y la única manera era ganarles a sus contrincantes.
-Me impresiona el hecho de que no te hayas dado por vencido- dijo Buluc bajando las escaleras.
-Y a mi me impresiona que sean tan insistentes Díganme Mayas, ¿Cuál es su objetivo?-intentando distraer a sus enemigos, el chico empezó a acumular magia en sus brazos para poder pelar sin tener que sufrir una metamorfosis.
-Créeme, me gustaría hacerlo, pero que caso tiene si dentro de poco estarás muerto- Buluc se lanzó con una daga, directo al corazón.
Los movimientos eran predecibles, ataques al corazón continuamente, era obvio, pensaban usarlo como método de sacrificio, pero ¿Para quién? Y más importante aún ¿Por qué Víctor seria la ofrenda perfecta? Evadiendo ataca tras ataca, la magia de Víctor comenzó a acumularse aun mas rápido, llegando al punto máximo de su poder. Tomo la daga en el momento exacto que Buluc ataco, viéndolo a los ojos sin hacer algún comentario, obligándolo a soltar el arma, fracturándole la mano y rompiéndole el brazo. El contrataque salió perfectamente, Buluc estaba herido, pero no neutralizado, Chaac seguía en alguna parte de la casa y el otro sujeto Víctor no lo ha vuelto a ver desde su primer ataque.
Chaac apareció por detrás, intentando apuñalar al chico –¡Hasta aquí llegas!- exclamó atacando con rapidez.
Era demasiado tarde para poder evadirlo, pero, un bate de beisbol impacto fuertemente en la cabeza de Chaac, dejándolo inconsciente en el suelo. Víctor quedo sorprendido al ver tal acto, su padre había llegado para ayudar.
-Papá ¿Dónde estabas?- pregunto entre confundido y sorprendido.
-Inconsciente, en la cochera ¿Tu madre?- pregunto mientras limpiaba su bate.
-Arriba, peleando con alguien, creo que la situación esta muy intensa ya que escuche una explosión hace unos minutos- dijo mientras amarraba a Chaac con unas cadenas.
-De acuerdo ¿Cuántos mas hay?- pregunto mientras buscaba algo en los cajones.
-¿Qué?-
Su padre lo vio seriamente -¿Cuántos más están en la casa hijo?- volvió a preguntarle.
Víctor parecía confundido por el cambio de personalidad de su padre, ¿En que momento dejo de ser el agradable señor de 40 años a un soberano de guerra?
-Contando al inconsciente, hay un total de cuatro, pero no se si alguien más este por ahí escondido- el chico recogió la daga que Chaac poseía.
-De acuerdo, debemos ir a ayudar a tu madre de inmediato- dijo mientras se dirigía a las escaleras.
Víctor seguía confundido y a la vez preocupado por como se estaba comportando su padre -Espera, no podemos hacer eso, mama me pidió que te saque de aquí y te lleve a un lugar seguro- le dijo tomándolo del brazo.
Su padre se lo quitó de encima - ¡No volveré a dejar a tu madre sola con esos sujetos!- exclamo ante su hijo, era la primera vez que Víctor lo veía comportarse de esa manera.
El chico dio un paso atrás y afilo sus garras al ver la reacción de su padre, los movimientos que había realizado fueron involuntarios, simplemente por puro instinto ¿Empezaba a desconfiar de su propio padre?
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El Hijo de Quetzalcóatl; Una Leyenda Nace © II FINALIZADA II
FantasyDioses, seres omnipotentes que se consideran unas simples leyendas. Pero las leyendas nacen todos los dias, solo basta conocerlas para poder creer en ellas. Esta es la historia de Víctor Yareth, aquel llamado primogénito de la serpiente enplumada, Q...