Dudas, complicación, incomodidad; son las palabras que definen perfectamente la situación por la que estaban pasando los Cuatro Hermanos. Mientras que una quería respuestas, los otros hacían la vista gorda.
-¿Entonces?- preguntó Quetzalcóatl -¿Se quedarán ahí parados sin decirme nada al respecto? O responderán a mis preguntas, decidan- se cruzó de brazos.
Xipe Tótec suspiró por la presión que sentía al tener la mirada de su hermana sobre el -De acuerdo, te diré la verdad-
-También yo- dijo Tezcatlipoca mirando el suelo.
Huitzilopochtli los vio con desacuerdo, no le parecía correcto la decisión que acababan de tomar; su hermana noto la mirada, pero decidió no decir nada al respecto.
-Entonces ¿Cuál es la verdad?- preguntó nuevamente.
-Principalmente, nunca te usamos para conseguir nuestros objetivos- ella alzo una ceja -Bueno, nunca lo hicimos de manera directa- volvió a suspirar, decirle esto era demasiado difícil -La Guerra del Tercer Sol, no fue más que un plan que nosotros tres organizamos para derrocar de manera directa a Ometeotl, sabíamos las consecuencias que traería, como la muerte de muchos amigos y familias-
-Contando también la destrucción del Sol- agrego Tezcatlipoca.
-Prosiguiendo, el plan fue derrocar al antiguo Divino Señor de la manera más rápida posible, la razón, quería consumir los cinco Soles para crear uno solo, pero su idea iba a traer más que destrucción y muerte para todos-
-Dejando de lado el hecho de que hubiera logrado hacerlo, sin matar a toda la humanidad y creación como la conocemos, nuestra raza no puede vivir en la Tierra por la falta de magia que existe en ese lugar- Tezcatlipoca uso su magia, mostrando las garras de jaguar que posee -Mientras más tiempo estamos en la Tierra, más mortales nos hacemos- la mano volvía a la normalidad lentamente.
-Y desgraciadamente, él no estaba solo, ya que muchos de los nuestros lo apoyaban, no veían las consecuencias de lo que traería su plan- volteo a ver a Huitzilopochtli -Así que para iniciar la guerra sin llamar la atención y- trago saliva, al pensar lo que estaba a punto de decir.
Huitzilopochtli, al ver que su hermano no tenía el valor de decirlo, tomo las riendas de la conversación -No tener que manchar nuestro nombre, tuvimos que usarte-
Ella apretó los dientes al escuchar eso, su cabello dejo de brillar poco a poco.
-Tuvimos que drogarte, provocando que tus instintos salieran, haciéndote más agresiva como cuando apenas eras una simple niña- prosiguió Huitzilopochtli -Las plantas de tu Sol, hicieron el efecto que esperábamos, ponerte en un estado salvaje que mantenías dormido mucho tiempo- observo a sus hermanos -Gracias a eso y de que fuiste liberada en estado salvaje en el Tercer Sol, fue el empuje necesario para iniciar el motín-
-Y algo que estuvo a punto de detenernos era tu amado Xiuhtecuhtli, descubrió nuestros planes acerca de la guerra, era un cabo suelto- dijo Xipe Tótec.
-Así que tuvimos que encargarnos de él- Tezcatlipoca comenzó a mirar sus manos, recordando el día cuando asesinaron al amado de Quetzalcóatl.
Ella solos los veía de una manera completamente agresiva, sin darse cuenta su magia se manifestó en su cuerpo; afilando garras y dientes, cambiando el color rubio de su cabello a él plumaje negro que posee cuando está en su forma original, escamas se manifestaban poco a poco en partes de su cuerpo y sus ojos dejaron de ser los ojos dorados de siempre, a unos ojos rojos que expresaban su odio y furia, la cual amento drásticamente. Sus hermanos notaron tales cambios en ella, que hicieron preocuparse un poco, comenzaron a manifestar magia lentamente para defenderse, en caso de que comenzara una pelea.
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El Hijo de Quetzalcóatl; Una Leyenda Nace © II FINALIZADA II
FantasyDioses, seres omnipotentes que se consideran unas simples leyendas. Pero las leyendas nacen todos los dias, solo basta conocerlas para poder creer en ellas. Esta es la historia de Víctor Yareth, aquel llamado primogénito de la serpiente enplumada, Q...