Inocencia Aislada

21. Un pañuelo

Nuevamente tengo los labios de Byron en los míos. Siento su tacto sobre mí, ese que me da tanto calor. Su lengua deja de estar en mi boca y de repente llega hasta mi cuello ¿Qué intenta? Siento un leve cosquilleo allí y la sensación rara me hace removerme debajo de él.

—¿Byron? —lo llamo mientras mi corazón late con fuerza por los nervios que me invaden.

Siento como si succionará la piel de mi cuello y a la vez su lengua toca allí. Un segundo, me está ¿Mordiendo?

—Es... espera —Forcejeo agarrándome de sus hombros y moviendo mis piernas, mientras respiro agitada —. No... no hagas eso.

Me sobresalto cuando levanta su cara y me observa fijo. Su expresión es extraña, no la logro comprender. Se muerde el labio inferior y sus pupilas se dilatan. Me mira de una manera algo particular, sin embargo segundos después reacciona, negando con la cabeza y acostándose a mi lado, ya no está sobre mí, además de que me sonríe.

—Y lo que acabo de hacer se llama —Levanta un dedo —chupetón.

—¿Qué? —reacciono y frunzo el ceño sin entender —¿De qué hablas?

Veo que busca algo en el cajón de la mesita de luz, luego saca un pañuelo de allí, se acerca y lo ata en mi cuello. Siento su respiración a centímetros de mí, ante su cercanía mientras hace el nudo. Me da la necesidad de tirarme a su boca, pero solo me quedo mirándolo. Mis mejillas arden.

—¿Qué haces?

Se ríe.

—Tapo el chupón, para que tu tía no te rete por este.

Oh cierto, mi tía, la olvidé por completo, va a enojarse seguro. Aunque no entendí que es lo que tiene que tapar Byron.