11. Pregunta tentadora 💙

5.4K 417 6
                                    

Su boca...

¡Cielos y esos labios tentadores!

Abril ha cerrado sus ojos con fuerza, la mantengo cerca de mí. Es una tentadora sensación, debería detenerme, pero me está costando.

Me separo tan sólo a unos centímetros, ella abre sus hermosos ojos azules y me muerdo el labio inferior, deseándola de nuevo. Me acerco, pero al parecer me he equivocado.

Aleja su cabeza, poniéndose muy nerviosa. La he asustado.

—Es... Espe... ¡Espera...!

Se ha agitado tanto, qué hasta le cuesta coordinar las palabras. Sonrío de lado, al parecerme realmente adorable.

—Vale, espero —Atiendo a su pedido pero no dejo de observarla —. Eres muy linda ¿Sabías? —digo lo que pienso mientras acaricio su cabello.

—¿Por qué me dices eso? —Sus bonitas mejillas tienen un bonito tono rojo.

—Porque es verdad —Tentado acerco nuevamente mi boca a la suya pero termina gritando.

Ilusión destruida.

—¡No! —Me pone la mano en la cara —¡No quiero!

Me separo e indignado por su actitud, bufo.

¿Me acaba de rechazar?

—Ni qué te fuera a violar, cálmate —Me giro —me voy, esto es una pérdida de tiempo.

¿En qué estaba pensando?

Estoy molesto. Camino lejos de ella, pero me doy vuelta cuando me agarra la chaqueta.

No quita la mirada de mí y frunce el ceño.

—Exijo qué me digas qué hiciste —Parece determinada.

Levanto una ceja.

—¿En serio no sabes? —Bufo y luego sonrío irritado —Estás peor de lo que pensé.

—¡No estoy peor de nada, te estás burlando de mí! —aclara y quedo tildado.

No es tan estúpida.

—Aprendes rápido —digo de manera seria pero luego sonrío y señalo mi boca —si haces lo mismo que te hice, te diré cómo se llama  —Me acerco a su oído —pero antes quiero saber una cosa ¿Si te gustó? —pregunto refiriéndome al beso.

Retrocede y sus mejillas vuelven a estar rojas.

—¿Eh? Yo no sé de eso.

—Lo que vayamos a hacer en el futuro, depende de esa respuesta, yo que tú, la pienso con calma.

Me giro y me retiro. Me estoy tomando esto muy en serio, pero ya no importa. En definitiva, sí sé lo que quiero, no es necesario evadirlo.

Inocencia AisladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora