Un año atrás.
Camino por los pasillos de la escuela, cuando alzo la vista veo a la rubia acercarse hasta mí, me observa con los ojos llorosos y termina dándome un cachetazo.
—Inna —digo sorprendido tocándome la mejilla afectada.
—¿Te pareció gracioso jugar con mis sentimientos?
—No entiendo ¿Qué? —expreso confundido.
—¡No mientas, Alen me lo dijo todo! —grita.
Bufo.
—Ah eso —Bajo la mano despacio —sabés yo...
—¡Cállate! Ustedes dos, son la misma porquería. Tú diciendo cosas que no vas a cumplir y él aprovechándose de la situación.
—¿Pero qué te contó? —exclamo desconcertado.
—Soy una tonta —Se refriega los ojos —no, una zorra, cómo él me dijo, no puedo creer que me haya acostado con ambos y con los dos me sucede lo mismo —Se cubre la cara —¡Ay, que estúpida! —grita llorando.
—¿Te acostaste con Alen? —intento atar los cabos sueltos para entender todo —Lo siento, yo...
—No te disculpes ¡Ya es tarde! —Me empuja y sale corriendo.
—¡¡Inna!! —la llamo y segundo después la sigo pero no la logro alcanzar. Al que sí veo es a Alen, así que frunzo el ceño al acercarme a él —¿Se puede saber qué hiciste? ¿Qué le contaste a Inna para que se comportará así? Además ¿Cómo es eso que te acostaste con ella?
—Le dije la verdad —se burla —que solo fue una chica más en tu prontuario de mujeriego ¿Acaso mentí?
—No pero... —Hago una pausa —hay formas de explicar las cosas y además, nadie te pidió que lo hicieras.
Mueve los hombros.
—Solo vi la oportunidad y la tomé.
—¿Qué clase de amigo eres? —Lo miro de mala manera —Ya no te confiaré un secreto nunca más, tenlo presente —le aclaro, pero al parecer no le importa.
Nunca le pone importancia a nada en absoluto, es lamentable.
Actualidad.
Estoy en el aula, levanto la vista y como los viejos tiempos, visualizo esa cabellera que ahora es violeta. Inna ha cambiado tanto después de todo lo que pasó entre nosotros, no sé si para bien o para mal. Se ha vuelto más fuerte, pero no paro de lamentarme, pensando que pude tratar las cosas de otra manera. Me gustaría que todo ese resentimiento que tiene se fuera muy lejos. Es una buena persona, no merecía ser tratada de esa forma.
Ignoro mis pensamientos de culpa cuando veo que la que entra al aula, no es otra que mi novia, así que sonrío.
—Hola —expreso alegre.
Abril me observa feliz.
—Hola —Se pone tímida antes de seguir lo siguiente —Este fin de semana ¿Puedo ir a tu casa?
Me río.
—Eso ni se pregunta.
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Inocencia Aislada
Teen Fiction¿Imaginas no conocer absolutamente nada del mundo exterior? Conocer la realidad es algo que Abril nunca pensó que podría descubrir. Por: Viviana Valeria V.