Inocencia Aislada

9. Necesita un instructor 💙

Nuevo día. Camino por el pasillo de la escuela y de repente visualizo a Abril caminar junto a mí.

—Hola —me saluda —ayer me insultaste, lo averigüe —me recrimina por decirle boba.

—Que inteligente —exclamo en tono irónico.

Sonríe.

—Gracias.

Cuando no entiende, de algún modo me parece adorable, pero intento parecer serio y no reír. Entonces le aclaro.

—Era sarcasmo.

Ladea la cabeza.

—¿Qué es sarcasmo?

Levanto una ceja.

—¿En serio no sabes? —Niega con la cabeza ante mi pregunta y bufo —Pues no me detendré a explicarte.

Una cosa es que me parezca linda y otra muy distinta es que crea que yo soy su instructor.

Frunce el ceño.

—¿Por qué no?

—No tengo ganas, es aburrido —La miro enojandome —deja de hablarme.

Me traerá problemas. Ignorarla como a todas será lo mejor.

—Pero quiero hablar contigo —insiste.

Ruedo los ojos.

—¿Para qué? ¿Acaso vamos a follar? —hablo de lo que creo que me interesa de ella.

—¿Follar? —Me mira confundida —¿Qué es eso?

Sonrío.

—Cosas que tu inocente cabeza no entendería —Intento apresurar mi paso para que deje de molestarme y de repente se acerca a agarrar mi chaqueta —¿Qué? —Frunzo el ceño.

—Te toque —Sonríe ampliamente y la miro confuso.

—¿Y qué con eso?

—Esa chica... —Se lo piensa —Leia creo que se llama... me dijo que estabas fuera de mi alcance —Cada vez está más feliz, así que repite —pero yo te toque, está equivocada.

Quedo tildado ¿Leia le dijo eso y ella...? ¡Oh Dios! Es más inocente de lo que creí. Comienzo a reírme, es inevitable. Una sensación placentera se apodera de mí, tan adorable. Realmente necesita un instructor y de algún modo, ya no me molestaría serlo ¿Acaso seré bipolar? Mi carcajada se escucha en todo el pasillo.