Casi todo solucionado, solo me queda una cosa que arreglar, Alen tiene que pagar. Aunque para mi sorpresa cuando llega el lunes, descubro que ha quedado libre. Ha faltado tanto a clases que la escuela tomó medidas. Se salvó de mi sermón, tendrá el de sus padres supongo.
Al terminar el día de escuela, salgo de allí con mi novia y la agarro de la mano, mientras caminamos juntos.
—Que bueno que Alen no está más, me caía mal —opina ella.
—Que mala —Me río.
Frunce el ceño.
—Él es el malo.
—Sí, supongo.
—¿Y ahora qué hacemos? —pregunta la supuesta niña haciéndose la incrédula —¿Vamos a tu casa? —Se aferra a mi brazo feliz.
—¿A dónde se fue tu inocencia? La has aislado más de lo normal —Me río.
—Creo que sé de qué hablas —Sus mejillas se ruborizan pero luego me sonríe —. Es que soy muy curiosa.
—Tú eres una pervertida —le corrijo.
—¡No es cierto! —grita y luego hace puchero.
—Entonces vamos al parque —bromeo moviendo un dedo.
—¡No! No entendés nada —Se enfada, se suelta de mí, luego hay un silencio y suspira, entonces veo como sus mejillas se vuelven a ruborizar —. Yo te quiero mucho.
Ay me volví a enamorar de ella por segunda vez.
—Bueno —Le levanto la cara tocando su barbilla —no necesitas demostrarme nada, porque ya lo sé —La beso.
Nuestros labios juntos son la gloria, no me separaría de ella nunca, la protegería de lo que sea y estoy seguro de que eso será para siempre.
El fin.
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Inocencia Aislada
Teen Fiction¿Imaginas no conocer absolutamente nada del mundo exterior? Conocer la realidad es algo que Abril nunca pensó que podría descubrir. Por: Viviana Valeria V.