46. Ver más

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Mi novio me besa y yo le correspondo. Su cuerpo me aplasta y me avergüenzo un poco cuando mete sus manos debajo de mi remera. Oigo como se caen sus zapatillas, dando a entender que se las quita con sus mismos pies, las cuales se había puesto hace tan poquito. Siento el tacto de la yema de sus dedos en cada poro de mi piel.

—Está frío —le digo.

—Perdón —Se ríe —no me sequé bien en la ducha.

Puedo ver sus cabellos mojados.

—Te resfriarás.

—No creo —Besa mi cuello —tengo algo para calentarme enseguida.

—¿Qué... —Siento mis mejillas arder por su toque —¿Qué cosa?

—¿No lo notas? —Escucho como desengancha mi sostén debajo de mi remera.

De repente siento mucho calor, entonces entiendo a qué se refiere. Que vergüenza, pero es que habla de mí.

—S... sí —respondo acalorada mientras siento sus caricias.

—Por eso me gustas Abril, captas todo enseguida, eres muy inteligente y linda a la vez —Me besa y le correspondo.

Noto el peso de Byron sobre mí, entonces se inclina para sacarse su chaqueta y luego la remera. Nunca había tenido tan cerca su cuerpo semidesnudo frente a mí y que pudiera verlo, no sé cómo reaccionar.

—¿Qué? —Sonríe de lado —¿Te gusta lo que ves?

—Sí ¿Por qué? —pregunto confundida y tímida.

—Es por la atracción que hay entre nosotros —no duda en contestarme al susurrar en mi oído, tanto que se me eriza la piel —¿Quieres ver más?

—¿Pu... ¿Puedo?

—Claro que sí —Agarra mi muñeca, guiando a mi mano por su torso hasta llegar al botón de su pantalón —aquí están las respuestas a tus preguntas y a mi calentura —Ríe cuando dice lo último.

Siento una necesidad de saber pero suelta mi mano y es él quién mueve la suya a mi pantalón pijama, siendo que no espera mucho para bajarlo, dejando mis bragas expuestas. Byron se encarga de mantenerme acalorada, creo que a eso se lo llama excitación y me toca en partes que no puedo ni nombrar, las cuales me dan vergüenza. Tira el resto de mi ropa interior, fuera de la cama y me da más pudor estar por completo desnuda frente a él, que lo que me haya tocado.

—¿Quieres que me detenga? —pregunta viendo mi expresión y que casi cubro mi cara por el rubor. Niego con la cabeza y sonríe —Bien, porque es hora de que veas lo que te prometí.

Byron abre el botón de su pantalón, para acto seguido bajar su cremallera y su bóxer.

Inocencia AisladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora