Inocencia Aislada

2. Un ego monótono 💙

Ya es de mañana, un nuevo día comienza, siempre siento que todo es monótono. Hasta esto, cuando termino de vestirme y desayunar, para luego agarrar mi mochila, me doy cuenta que hay una nota sobre la mesa. Casi no la veo, papá es un desastre con el orden en esta casa.

"Conocí a unas lindas chicas, no me esperes por días. No, por semanas ¡No! Mejor dicho ¡En unos cuantos meses!

Pd: Casi me olvido. Deje dinero en la despensa. Organizate con eso.

Atte: Papito lindo (así me llama una de las chicas)"

Hago una mueca de desagrado y tiro el papel al tacho. Otra vez me ha dejado, maldito viejo estúpido ¿Y en qué parte de la despensa? Esta es enorme.

Ignoro mis pensamientos, cuando veo la hora en el reloj de la pared ¡Cielos! Se me hace tarde. Salgo corriendo.

Al llegar a la escuela, mi amigo Mark me hace una señal para que luego vayamos al jardín para jugar a la pelota. Asiento y me dirijo al aula para dejar la mochila allí.

Antes de ir hasta el curso, paso por el pasillo que está por al lado de la dirección y visualizo a una chica rubia de ojos azules, salir de ahí. Aunque camino a centímetros de ella, ni me registra. De manera instintiva me detengo y me giro ¿Cuanto ego tengo para andarme fijando si me miran o no? De igual forma, no es importante, debe ser otra rubia aburrida como todas las demás. Y hablando de colores de cabello...

—Hola —Me sonríe la castaña que desde que empezó el año me persigue como todas.

—Hola Leia.