Un sin fin de Historias - [NH]

Pepero Game

Sus mejillas se sonrojaron, y sus labios quedaron entreabiertos. Sentía sus piernas como gelatina, que si no fuera porque estaba sentada seguro caería. Fijo de nuevo su vista al chico sentado a su lado, quien tenía sus labios cerrados pero que se movían y mantenían una línea arrogante.

Solo se escuchan los sonidos crash emitir de sus labios.

Ella frunció su ceño y inflo sus mofletes como una niña pequeña.

— Naruto-kun — lo llama y este le mira—. ¡Porque siempre tienes que agarrar el pocky tu! no es que no te gustan los dulces— exclamo ya molesta después de perder tantas veces.

El rubio la observaba, pero luego mira directamente a los labios de ella.

Esos labios que tanto le gustaban, y que por probarlos haría lo que fuera, hasta de comer dulces si era posible. Pues sí, habían estado jugado el tan famoso papero game con su novia. Y no era que ella lo había invitado y él le había insistido a hacerlo, no, todo comenzó cuando la vio comer tan sola el pocky. El en un impulso solo se acerco y mordisqueo la galleta hasta colocarla pequeña sorprendiéndola, pero ella intento quitarle lo que quedada, pero al final no pudo hacerlo.

Después de ahí la beso. Haciéndola sonrojar tan solo como ella podía llegar a sonrojarse.

Pero a la chica no le gustaba perder y le ordeno jugar de nuevo, pero nunca lograba quitárselo así que nuevamente comenzaban y siempre el terminaba besándola.

Naruto sonrió, coloco el esta vez la galleta en sus labios y acerco su cara a la de ella.

— Otra oportunidad mas, quizás esta vez gane tú— se las arreglo para decírselo aun con la galleta en la boca.

Ella levanto una ceja dudosa, estaba llegando a pensar que él solo lo hacía para besarla ya que ahora recordaba haberse prometido dejarlo en abstinencia por haberle hecho una mala broma, y él entonces se estaba aprovechando de que no le gustaba perder en nada.

Pero ya había roto esa promesa desde que empezó el juego y solo se encogió de hombros. Y esta vez no se esforzó en quitarle la galleta y solo dejo que la besara y mimara.

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