Luego del suceso del vestidor

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AU + Ooc + NH Yuri

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Naruko miro ambas camisetas dubitativa, y aunque eran del mismo modelo, una era de color negra y la otra rosada.

Sabía tenia pura ropa negra, su color favorito, pero por momentos pensaba que no estaría mal agregar otro color, pero aun así tras querer dejar la camisa negra, el poder de esta le hacía dudar.

La rubia frunció el ceño y miro hacia los vestuarios, necesitaba la opinión de su amiga. Sin pensar en nada más, avanzó rápido hacia la estancia de probadores, específicamente hacia la cortina donde Hinata Hyuga se encontraba cambiándose.

—¡Hina-chan, no me decido! — gritó la rubia, adentrándose al cubículo sin pena.

—¡Ah! — gritó la joven ahí adentro. Por acto reflejo, enseguida cubrió sus pechos con ambos brazos y se coloco de lado. Las mejillas de Naruko se ruborizaron con violencia y sin poder evitarlo, se había fijado de más ahí.

Naruko nunca esperó verlos algún día detrás del sujetador.

Grandes.

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—¡Lo siento! — se disculpaba una y otra vez la rubia, una vez llegaron a la pieza que compartían. — Perdón, se que te incomode Hina, pero no fue a propositó.

La chica de ojos grises alzo una mano negando.

—No, Naruko-chan, en realidad solo me tomaste desprevenida.

—¿Segura? — le miró aun dudosa la rubia.

Hinata sonrío amable y tomo sus manos.

—Segura ¿somos chicas al final, no?

Naruko asintió, fue cuando su mirada le traicionó y la poso sobre sus pechos. No le fue difícil imaginarlos sin sujetador, le había dado tiempo de verlos en el probador. Tragó grueso al recrear dos pezones rosados junto a sus aureolas.

—¿Puedo tocarlos?— la pregunta brotó de sus labios antes de poder retenerla. Y casi se quiso dar contra la pared detrás del sofá.

Ambas se ruborizaron con violencia.

—¿Eh? — soltó nerviosa y sorprendida Hinata, sin dejar de mirar hacia su amiga.

Naruko negó y río de un modo escandaloso.

—Era broma, Hina — mintió. Soltó sus manos, por acto reflejo llevo una detrás de su nuca y rasco —¿Que quieres cenar? Puedo cocinar hoy, en compensación de lo que paso en la tienda.

Naruko se levanto y caminó torpe hacia la cocina, siendo seguida sin saber por la mirada brillosa de Hinata.

Cuando iba a sacar un charola, es sorprendida por la presencia de Hinata a su lado, tocando su hombro.

—¿hn? — exclamó Naruko, enderezándose.

—Ven. — pronuncia bajito, tomo la mano de Naru y volvieron a la sala.

Al sentarse, Hinata parpadea y desvió un poco la mirada.

Cuando Naruko iba a gestionar alguna palabra, es sorprendida por Hina colocando sus manos en los borde de su camisa y sacándosela sin titubear, quedando solo en sujetador. El cual no duró mucho puesto y acompaña rápidamente a la camisa de algodón en el suelo.

Los colores subieron al rostro de Naruko al presenciar de nuevo los pechos de Hinata.

Su respiración se aceleró y jadeo.

—Oh — fue lo que exclamo, tras el acto de su tímida amiga. — Te dije era broma, Hina. — pronuncio, con un poco de dificultad por los nervios.

Hinata entonces volvió a mirarla, su mirada estaba igual de roja y ambas pensaron que el calor que empezaba a subir en la habitación.

—No, Naru-chan, esta bien, puedes tocarlos... Quiero los toques.

Naruko casi gime.

—Oh — volvió a exclamar y entonces su mano derecha se movió sola, colocándose sobre el pecho izquierdo de Hinata, quien gimoteo un poco tras el contacto. Naruko entonce se inclinó hacia ellos, como buscando detallarlos a la perfección — Son sin duda grandes, Hina-chan.

—Los tuyos tampoco son pequeños — aprecio Hinata, su mirada avergonzada pero sus expresiones corporales dispuestas al toque de Naruko.

Naruko sintió algo de calo llegar a su bajo vientre y tras eso sacó su lengua, para lamer enseguida el pezón de Hina, quien jadeo.

—Oh~

Aquel ruidito solo entusiasmo aun más a Naruko, y lo siguiente fue que se llevó el pezón a la boca y lo empezó a chupar. Con su otra mano atendió al otro, pellizcandolo. Los ruiditos que escuchar emitir de los dulces labios de su amiga, solo la hacían excitarse aun más.

Apretó sus piernas, sintiendo de pronto un poco de comezón ahí abajo.

Tras sentirse saciada con los pechos de Hinata, Naruko se separó y ambas se miraron fijamente. Con la respiración acelerada y sus rostros por completo ruborizados.

Hinata entonces se inclinó y beso la frente de Naruko.

—Me gustó — murmuró. Se levantó y camino hacia el baño.

Naruko se inclinó contra el respaldó del sofá, aun sintiendo los nervios a flor de piel por lo vivido y aquella sensación ahí abajo. Si alguien le hubiera dicho que un día le mamaría los pechos a Hina, su amiga, se hubiera reído pensando que era un disparate.

Lo que sí. Compartir algo como eso suponía que su amistad cambiaría un poco.

Sonrío.

Por las palabras de Hina, parecía que no sería tan malo.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2022 ⏰

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