Cita 1

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— ¿Estás seguro que este libro me ayudara?

Naruto miro con desconfianza a su antiguo compañero de equipo, en sus manos estaba en un libro de pocas páginas que le detallaban paso a paso, capitulo por capitulo, como cortejar a una mujer. Y la verdad algunas les parecieron fuera de sí, o en realidad eran cosas que no combinaban con él.

— Por supuesto, nunca desconfíes de un buen libro —le decía Sai mientras despejaba su vista del de su cuaderno de dibujo—. Ellos me han enseñado todo hasta ahora. Y cuando comenzaste una relación con Hinata-san, no pude evitar informarme sobre todo el tema. 

Naruto no parecía convencido, el morocho no parecía del tipo de chico a quien pedir un buen concejo sobre ello.  Pero si no lo pensaba bien, ninguno de sus amigos parecía estar relacionado con dicho tema. Y no fue con Sakura o Ino por que parecían estar en misión cuando paso por la casa de cada una.

Miro de nuevo el libro. Tenía miedo de estropearlo con Hinata, era un principiante en todo esto.

Hinata no se merecía pasar un mal día, así que solo se levanto con el libro le dio las gracias a Sai por su ayuda, aunque el libro fuera hacer todo, y marcho a prepararse.

Así no sea ese tipo de chico, decía que a las chicas le gustaban los chicos así, arrugo la boca a creer que parecía todo un patrón o guion a seguir, ¿no tenía que ser solo él mismo?

Pero Hinata seguro querría eso ¿no? Y era la primera cita de ambos, quería y debía hacerlo especial por ella.

...

Hinata acomodo su bolso mientras esperaba a Naruto en la esquina de aquella plaza. Acomodo un poco su cabello haciéndolo hacías atrás. Era un día un tanto frió, y bien que hizo abotonar su sudadera. Miro a ambos lados y aun no había señales de Naruto. 

Aunque no lo mostraba estaba un tanto nerviosa, pero la emoción podía mas con su nerviosismo.

— ¡Hinata!

Giro a su izquierda, sonriendo al ver lo llegar todo atolondrado.

—Naruto-kun, buenas tardes.

Naruto la vio, sonriendo igualmente, y ambos enseguida sintieron aquel intimo y cálido ambiente a su alrededor. 

Caminaron juntos entonces, Hinata le iba contando cosas que hizo en la mañana, y luego todo término con risas al escuchar los chistes realmente malos de su novio. Aunque para los demás amigos eran pésimos y chocantes, pera para ella era lo más gracioso del mundo escucharlos.

En un cruce Naruto quedo en silencio, recordando lo que le decía el libro.

«Lleva a tu novia a un restauran muy caro, eso la impresionaran y ganara un montón de puntos»

Miro a Hinata de reojo.

—Hinata, ¿quieres comer algo? — ella le mira sin perder la sonrisa, y asiente —. Bueno, tengo el lugar perfecto para eso — le sonrió abiertamente, y enseguida caminaron hacia ese lugar que Naruto nombraba como "perfecto". 

De paso hacia su primera cita, había hablado con Chouji de un buen restauran, este le recomendó el de un muy famoso chef en Konoha.

Hinata asintió, pensando a que se refería al cálido y familiar puesto de ramen.

Pero más fue su sorpresa al llegar aquel famoso pero caro restaurante de la zona sur. Miro de reojo a Naruto, ¿estaría bien comer en ese lugar? Ella con un buen tazón de ramen estaría mas satisfecha. Nunca pagaría por comer algo tan caro, cuando ella misma podría preparárselo.

Entonces noto como el chico se acercaba al cartelón del luego, noto sus hombros bajar con desanimo. Activo su byakugan y miro hacia su bolso, no tenía casi nada de dinero. Sintió algo de ternura pero mas le gano la confusión ¿En primer lugar porque habría elegido un sitio así?

Se acerco y tomo su brazo por el codo. Naruto volteo a verla apenado, la realidad era no quería decirle que no tenía mucho dinero para pagar alguna cena en ese restauran. Pensó en el libro que le sugirió aquello, pero no pensó en precios como esos.

Sin duda no tendría nada de puntos con su chica.

—Naruto-kun, ¿no quieres ir a comer ramen? — le pregunta con una sonrisa, interrumpiendo sus pensamientos—. Realmente me apetece algo de ese sabroso platillo. 

Naruto parpadeo pensando que le exigiría entrar. Algo cálido se apodero de él, al igual que algo de ternura. Ella era increíble, y no estaba cansado de tener ese pensamiento pasar por su cabeza. 

— A mi también, Hinata.

Y así con Hinata agarrando su brazo se dirigieron al puesto de Ichiraku, donde el rubio no tardo en volver a contarle chistes y de paso historias, que nunca realizo, pero que igual las contaba de una manera que lo hacían ver como un verdadero pro.

Naruto entonces mientras comía de su ramen no dejo de mirar a Hinata. Y  llego a una conclusión muy efectiva, y todo gracias a ella. No importaba el sitio donde comer, lo importante era con quien ibas a compartir la comida.

En ese punto, aquel libro había fallado.

Continua....

...

Esta parte basado en el one shot de kishimoto "la primera cita"

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