"No puedo, mejor me voy."
"Todo toma su tiempo, Jungkook. Quédate sólo un poco más y te prometo que lograrás tocar las primeras notas. Ahora tenemos que trabajar con tu lengua, ¿listo?"
* Contenido explícito (+18)
* Temática homosexual
* Vkook / Ta...
Taehyung depositaba aquellos besos muy suavemente, parecía que a cada toque le dejaba estampado un mensaje en los labios. Daba la impresión de que el mayor estaba evitando desgastar la piel de su acompañante. Mientras, el chico mantenía los ojos cerrados y disfrutaba de la experiencia, no podía entender cómo habían pasado de estar en la acera charlando a encontrarse en el departamento del saxofonista. El pequeño lugar estaba cerca del restaurante-bar, ambos habían corrido hasta allí tomados de la mano. Ahora, todo se sentía como un sueño y Kookie sólo estaba al tanto de una cosa: se encontraba acorralado entre un suave colchón y un torso sin camisa.
"Buena manera de quedar bien con el profe de guitarra, escapar de su recital para acostarme con su amigo", pensó el joven. Sin embargo, sabía con certeza que ésta era la única manera de continuar con su vida. –¿Escuchamos algo?– preguntó Tae mientras se ponía de pie y se acercaba a una repisa con discos. –¿Los coleccionas?– fue lo único que se le ocurrió decir al pelinegro. Taehyung se encogió de hombros y tomó uno del estante, –soy músico...o algo así– respondió. Sólo hasta ese momento Jungkook pudo observar la habitación: lo único ostentoso era la enorme cama, los discos ordenados y dos saxofones relucientes. Aprovechó esos minutos para mandarle un mensaje a Jimin.
MENSAJES Chim Chim
Todo bien, luego te cuento. Por fa no se vayan sin mí, estoy muy cerca del restaurante. Me avisas cuando quieran irse.
Una canción comenzó a sonar:
–Yo...no creo tener mucho tiempo– se disculpó Jungkook. El de cabello grisáceo se acercó a la cama y se apoyó en sus rodillas y manos, avanzó hasta el chico lentamente hasta que lo hizo volver a acostarse. Levantó la camiseta blanca y acarició su abdomen marcado. Kookie sintió una corriente eléctrica que hizo que la piel se le pusiera de gallina, no podía creer que eso, junto con los besos de antes, fuera suficiente para que tuviera la erección más dolorosa de su vida. Soltó un gemido ahogado cuando Tae le mordió el cuello y la barbilla.
El mayor se alejó y comenzó a desabrocharse el cinturón y el botón de los jeans, bajó el cierre y deslizó su ropa hasta las rodillas. Jungkook permaneció acostado porque no sabía qué hacer, era su primera vez con un hombre. Taehyung le ofreció su diestra y el más joven la tomó para inclinarse hacia delante, no comprendía qué era lo que Tae deseaba. –Me muero por venirme en esa boquita– le dijo descaradamente, disipando sus dudas. El muchacho se sonrojó y jugó con el elástico de los boxers contrarios, cuando se los quitó encontró un pene de gran tamaño. Como recordó que pronto acabaría el recital decidió darse prisa, se hizo a un lado y permitió que Taehyung tuviera suficiente espacio para quitarse la ropa restante.
–Quiero una vista perfecta mientras lo haces, ¿me enseñas más de ti?– el tono de Tae era infantil, lo cual, extrañamente, excitaba más a Kookie. Sin pensarlo dos veces el chico se quitó la camiseta, los pantalones y la ropa interior. A Tae le brillaron los ojos al ver esa tersa piel lechosa que se ponía púrpura y rosada en la punta del miembro endurecido. El menor se colocó sobre el saxofonista y por puro instinto comenzó a jugar con su miembro; lo tomó de la base con la mano derecha y sacó la lengua para humedecer todo el tronco. Después hizo movimientos circulares en la punta y usó el dedo pulgar para esparcir el líquido preseminal que allí se originaba.
–¡Aaaah!– Tae no imaginaba que el joven supiera tantas técnicas diferentes, estaba gratamente sorprendido. Jungkook sintió más confianza luego del gemido y se armó de valor para meterse toda la erección en la boca, la introducía y la sacaba con ritmo, pero cuidaba que sus dientes no lastimaran al mayor y procuraba que su lengua masajeara su carne sin piedad. –Aaaa ahhh...Jung...kook...ie–, Tae se aferró a las sábanas y mordió sus labios. Notó que los papeles estaban invertidos, ahora él era el colegial mientras que el joven le estaba enseñando cómo se hacía. Kook sonrió satisfecho sin sacar el pene de su boca, pasó a masturbarlo al tiempo que seguía chupando la punta.
Sabía que el saxofonista no aguantaría mucho más y la idea de hacerlo terminar lo volvió loco. –Mmmm...mmm...–Kookie dejaba escapar sonidos sensuales mientras lamía a Tae, quiso saber hasta dónde podría tenerlo dentro y lo envolvió con la garganta, sintió cómo su boca generaba más saliva y la dejó escurrir sobre el pene. –No...puedo...Galletita– Taehyung lo tomó del cabello y lo hizo volver a hundir el miembro en lo más profundo. A Jungkook le salieron unas cuantas lágrimas pero se sentía de maravilla, soltó el miembro de Tae y usó esa mano mojada para masturbarse. El saxofonista se lo estaba cogiendo por la boca y el muchacho acariciaba su propia erección con un vaivén furioso.
–¡AH! Kookie...– Supo que su nuevo amante estaba listo para correrse. Sacó un poco el pene para que el otro pudiera ver la forma en que el semen salía disparado a su lengua. Cerró los ojos al tragarlo y luego volvió a lamerlo con suavidad para limpiar las gotas blancas que habían quedado en el relajado miembro. Taehyung tembló y miró a Jungkook sorprendido cuando éste avanzó un poco más arriba sobre su cuerpo, tenía las piernas abiertas y estaba sentado sobre el pecho del mayor. Siguió masturbándose, casi golpeándolo en el rostro. –Ahora tú vas a probar mi semen– ordenó el más joven. Tae sintió cómo se endurecía otra vez al escuchar esas sucias palabras saliendo de una boquita tan dulce.
Kook había dejado de parecerle inocente, su cara de niño permanecía, pero sus actos le daban un aire de madurez y perversión. La mezcla de ambas cosas estaban enloqueciendo al saxofonista. Jungkook masajeó su pene y echó la cabeza hacia atrás, sus gemidos se hacían más fuertes y Taehyung sólo lo miraba darse placer, estupefacto. El más grande reaccionó y encunó los testículos del chico mientras se masturbaba, Jungkook abrió los ojos al tacto y luego mordió sus labios. –No, grita– dijo Tae. –¡Ah, ahhh!– Kookie dejó de reprimir sus jadeos y se acercó con un movimiento de cadera al rostro del contrario. Taehyung tomó el control del miembro ajeno y lo introdujo en su boca sin dejar de moverlo de arriba abajo. –¡Ah, AAAAHHH! Tae...!– Jungkook dejó salir su semilla en los labios y en la lengua del mayor.
El sabor de Taehyung todavía humedecían las papilas gustativas del chico y eso le encantaba, se relamió los labios y detectó que su corazón seguía agitado. No pudo decidir si el alboroto en su pecho se debía al encuentro que acababa de tener con Tae o al sentimiento de esperanza y paz que comenzaba a nacer en su interior.
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Hola, chicas. Aquí les dejo otro capítulo de "Sax". No se olviden de darme su opinión por medio de los comentarios y, si les gusta, votar por la historia.