"No puedo, mejor me voy."
"Todo toma su tiempo, Jungkook. Quédate sólo un poco más y te prometo que lograrás tocar las primeras notas. Ahora tenemos que trabajar con tu lengua, ¿listo?"
* Contenido explícito (+18)
* Temática homosexual
* Vkook / Ta...
Las cosas habían dejaron de tener sentido. Los presentes permanecieron quietos con las manos en alto y las caras asustadas hasta que el grito de Hoseok los hizo reaccionar ante esa realidad asquerosa que ahora estaban viviendo. –¡Todos al suelo, al suelo!– ordenó el pelirrojo mientras seguía sus propias instrucciones sin bajar los brazos. Quería asegurarse que la seguridad viera que nadie ahí llevaba armas. A los protestantes no se les ocurrió pensar si aquello era buena o mala idea, de cualquier modo ya daba más o menos lo mismo. De pie o sentados, estaban en la misma posición de vulnerabilidad frente a aquellos hombres uniformados.
Sólo una figura permaneció de pie, helada y con la vista fija en el muchacho que todavía tenía las manos puestas sobre el lado de su rostro que goteaba carmesí. Taehyung aprovechó el momento para correr hacia Jungkook, cargarlo en brazos y alejarse de ahí.
El policía que había cometido tal atrocidad sintió el pánico recorrer su cuerpo y dio una media vuelta para huir, pero dos de sus compañeros lo forzaron a quedarse y esperar a las autoridades correspondientes. Aquel joven malherido les parecía casi un niño; por lo que habían visto no había hecho nada malo y, después de todo, tenían que demostrarle a los demás que también había gente buena de su lado.
Jin y Jimin se levantaron sin brusquedad para no alarmar a nadie y caminaron de prisa hacia los otros dos que ya estaban separados de la multitud. Tenían lágrimas en los ojos y giraron la cabeza hacia atrás para encontrarse con sus respectivos novios, quienes asintieron haciéndolos saber que podían irse mientras ellos se encargaban del resto en la universidad.
***
La forma en la que Jimin caminaba de un lado a otro en la sala de espera era frustrante e impacientaba a sus mayores. El pequeño no dejaba de lloriquear y sólo encontraba consuelo en los brazos del azabache, quien también dejaba escapar lágrimas silenciosas de vez en vez. Por su parte, Taehyung sólo tenía la mirada fija en un punto invisible sobre la pared blanca e impoluta del hospital. Sus pensamientos lo aturdían, no podía sacar de su mente aquellos gritos de dolor que Jungkook había producido durante todo el camino; cómo se había quejado del ardor en su cara y de la quemazón en su ojo.
–Vamos, cariño, todo va a estar bien. Galletita es fuerte, tú lo sabes– susurraba el hermano al mejor amigo en un gesto de empatía.
–Pe...pe...pero ¿y si no?– Jimin se quejaba y preguntaba en busca de que alguien le prometiera que su Kookie estaría sano y salvo. Pero nadie se animaba a jurar tal cosa.
–Lo siento. Lo siento, lo siento– fue lo primero que Taehyung les dijo desde que todos subieron a la camioneta de Jin. –Todo fue mi culpa. Perdóname, Jin. No quise lastimar a tu hermano, soy un imbécil. Debí suponer que algo así pasaría.– Con eso último, Tae tampoco pudo aguantarse el desconsuelo y se soltó a chillar sobre sus muslos, doblando su cuerpo sobre la silla dura.
Una mano se posó firme en su espalda y la sobó con un vaivén alentador. Era él, el hombre que antes lo había odiado por dañar a su hermanito y que ahora lo animaba a pesar de haberla cagado en serio.
–El joven Jeon está muy bien, chicos– una voz grave y autoritaria rompió su momento de absolución y, como switch, hizo que los dos mayores se pusieran de pie al instante. –La bala de goma rozó su párpado, por lo que deberá usar unos ungüentos durante un par de semanas y no puede quitarse el parche en 24 horas. La sangre provenía de su ceja, la cual quedará levemente marcada por una cicatriz pero de ahí en más el chico se recuperará. Usé pegamento clínico para cerrar la herida así que sólo hay que pagar por eso y por los medicamentos correspondientes. Pueden ir a verlo ahora– el doctor sonrió al saber que sus palabras habían relajado a aquellos jóvenes que parecían tan buenos y educados.
El peligris corrió hacia la habitación del azabache y lo encontró mirándose al espejo con una expresión de asco. Gritó y se ocultó bajo las sábanas al ver al músico entrar por la puerta: –¡No me mires! Parezco tuerto con esta cosa y estoy todo hinchado!–
–No exageres, Galletita– respondió Tae con una sonrisa melancólica sin darse cuenta que el hermano del enfermo endurecía su expresión al escucharlo hablarle así a su pequeño. Le llevaría tiempo acostumbrarse a la extraña relación que llevaban esos dos.
–¡Kooookiiiiieeeeeee! ¡Estás bien, estás bien, estás bien!– Jimin se abalanzó sobre él, removiendo la tela que lo cubría y depositó miles de besos en su cara.
–Estoy bien...lamento que esto haya pasado, chicos–
–No es tu culpa– respondieron al unísono.
–Lo sé pero...–
–Galleta, debes quedarte con Jimin hoy. No puedes volver así a casa. Están por darte el alta y si papá y mamá te ven con esa cosa en el ojo nos matarán.–
–¡Oh no! No puedo recibir a Kookie, chicos. De verdad lo siento mucho pero mi familia y yo debemos ir a Daegu para visitar a la abuela, se cayó de las escaleras hace unos días y...– se excusó el bajito con culpabilidad.
–Puede quedarse conmigo– la voz de Tae los dejó mudos e hizo que la cara de Jungkook se sonrojara hasta el cuello.
–Ni pensarlo– sentenció Jin.
–No necesito tu permiso– dijo Jungkook con una actitud altanera.
–Claro que sí, necesitas mi cuartada, de hecho.–
–Eso es verdad, le puedes decir a tus papás que irás con Jimin a Daegu y te quedas conmigo el fin de semana hasta que se baje la inflamación de tu rostro– propuso el saxofonista sin querer mirar al hermano mayor a la cara.
–¿Están locos? No voy a dejar que mi hermanito se quede contigo durante tantos días.–
–Te juro que lo cuidaré bien, Jin hyung– prometió Tae en voz baja. La verdad es que ni él mismo se creía aquello. Hasta el momento no había sido capaz de proteger a Jungkook ni de él mismo.
–No tenemos otra opción de todos modos– farfulló Jin a regañadientes en modo de aceptación.
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¡Hola! Es un capítulo corto pero espero lo disfruten. He estado vuelta loca con la escuela, el trabajo y mi lucha para que me paguen más y me bajen el precio del seguro (sí, estoy en las mismas que estos muchachos). En fin, quería agradecerles por leer mi historia y votar por ella.
Me hace muy feliz leer sus comentarios así es que no se olviden de dejarme algunos.
También les quería decir que pueden nominar esta historia para los Taekook Awards 2.0 organizados por Vkook_Religion (esta cosa no me deja hacer tags).