Luego de haber tenido otro de sus ya recurrentes y patéticos encuentros de llanto con Jimin, Jungkook sentía que necesitaba dar un giro a su vida, ya había sufrido suficiente por ese hombre. Lo invadía una necesidad hedonista, deseaba no sentir nada malo y buscar la felicidad inmediata sin importarle lo que pudiera pasar después. Toda la vida sus padres le habían enseñado que los genios no nacen sino que se hacen, por eso los lemas que definían su existencia le causaban estrés hasta sus últimas consecuencias: "no pain no gain", "el segundo es el primer perdedor", etc. Practicaba deportes procurando alcanzar una intensidad que le impidiera respirar porque sólo así sentía que lo estaba haciendo bien. Antes de su debacle romántica que había puesto su promedio de calificaciones sobre un hilo inestable, había destacado en todas las materias gracias a su arduo esfuerzo, no porque sintiera que tuviera talento innato en alguna de ellas.
Y ahora se daba cuenta de que no poseía una pasión genuina por nada y le aterraba la idea de dedicarse a algo que no le gustara en verdad, que no le diera felicidad eterna. Se había obligado a creer que la rutina le aseguraría estabilidad emocional, cuando en realidad lo carcomía y le robaba lo que quizás serían los años más libres de su vida.
Por eso decidió levantarse de la cama en la que había estado confinado aquellos dos meses y la cual sólo dejó para ir a la escuela, visitar a Jimin una vez por semana y asistir a las clases de guitarra en las cuales evitaba a toda costa ir al baño para no encontrarse con Taehyung en los pasillos. Era sábado y se le antojó ir a la piscina del gimnasio en donde Jin pagaba una membresía. Como eran parecidos y el staff del lugar siempre estaba aletargado, nadie se daba cuenta de que Jungkook no era el mismo hombre que el de la foto en la credencial. –Necesito tu tarjeta del gimnasio– dijo el menor con sequedad, parado en la puerta de la habitación de su hermano.
Desde que Jin lo había enfrentado para decirle que ya sabía qué era lo que le pasaba, el odio que sentía Kookie hacia Namjoon había crecido tanto que ya ni siquiera lo volteaba a ver los lunes, los miércoles y cualquier otro día que estuviera cerca. Habría podido provocar que sus respetables padres, los Señores Jeon, lo echaran a patadas de sus vidas si les contaba que era un conejito que siempre se follaba a su hermano mayor. Pero no lo hizo. Hasta los sentimientos terribles como el rencor o la venganza deben ser regulados con límites y valores.
–¿Qué vas a hacer?– preguntó el más grande, extrañado.
–Sólo quiero ir a nadar un poco para despejarme.
–Está bien. Pero tengo una condición.
–¿Qué quieres? Si me vas a pedir que hablemos de nuevo sobre Tae... sobre el saxofonista... no pasará. Me dices que lo supere pero tú eres incapaz de hacerlo y ni lo conoces– Kookie estaba enojado y reclamaba con violencia.
–¿Podrías calmarte un segundo y escuchar lo que quiero decir?
–...
–Gracias... Jungkook, yo te amo, eres mi hermanito y para mí significa mucho que te lleves bien con las personas a las que quiero. Sabes que a pesar de no haber convivido tanto con Jimin haría lo que fuera por él porque te protege y te adora. Yo siempre amaré a quien te ame de verdad, Galleta. Sólo me gustaría que pensaras igual. Namjoon estaba en una situación difícil, tenía que traicionarte a ti, un conocido casual, o a mí, su novio. Entre la espada y la pared, ¿ves? Yo también me enojé mucho con él. Me guardó un secreto desde el principio de nuestra relación y no fue sencillo dejarlo pasar. Pero lo he perdonado porque comprendo por qué tomó las decisiones que tomó, quisiera que le dieras una oportunidad, él sólo trataba de ayudar a nuestra familia– la voz de Jin comenzaba a desintegrarse, era claro que el tema lo torturaba.
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Sax (VKook +18)
Fanfiction"No puedo, mejor me voy." "Todo toma su tiempo, Jungkook. Quédate sólo un poco más y te prometo que lograrás tocar las primeras notas. Ahora tenemos que trabajar con tu lengua, ¿listo?" * Contenido explícito (+18) * Temática homosexual * Vkook / Ta...