17 (Lemon)

8.4K 754 199
                                    

Cuando Jungkook era niño pensaba que todo el mundo estaba de su lado, que las personas a su alrededor se encontraban allí para protegerlo de cualquier peligro. Luego creció un poco y ese sentimiento de amparo se esfumó igual que la seguridad en sí mismo y su alegría constante. Pero en compañía de Taehyung la sensación infantil volvía con fuerza; a pesar de los malos ratos y las lágrimas, el saxofonista lo transportaba a una etapa de su vida que el muchacho seguía romantizando.


Al correr hacia Tae para contarle la idea que lo ayudaría a solucionar el problema del seguro médico, el mayor tomó una de las flores del arce y se la colocó a Kookie sobre la oreja. Claro que Taehyung deseaba escuchar su propuesta, sobre todo porque notaba el entusiasmo del pelinegro, pero antes necesitaba sentir su hermoso cuerpo abrazado al de él. Precisaba tener aquel rostro atrapado en sus ojos y esa piel guardada en su corazón. El de melena gris lo rodeó de la cintura con sus brazos; tuvo muchas ganas de besarlo pero luego de cavilar durante unos pocos segundos optó por juntar sus frentes y susurrare algo. Su aliento acarició la parte inferior de la cara de Jungkook como si fuera un vapor cítrico: –Bien, ¿qué podemos hacer para solucionarlo, Jungkookie?–.


A Kook se le olvidó su plan por un instante debido a que la cercanía del músico desorientó sus neuronas. –¿Sabes qué? Cuéntamelo más tarde. Eso puede esperar– dijo Taehyung, quien por primera vez estaba convencido de aquella afirmación. Ahora todo lo que le importaba era el contorno del joven que le miraba sorprendido de pie frente a él, dejándose envolver. –¿Sabes, Galleta? Me da mucho miedo besarte porque no puedo darme el lujo de enamorarme más de ti– admitió Tae. Más, más, más el eco resonó en la mente de Jungkook; esa diminuta palabra significaba todo para él ahora. –Si te da tanto miedo, entonces no me beses–respondió el menor con gesto juguetón y una sonrisa ladeada.


Tae fue empujado de los hombros haciéndolo sentarse en el pasto mojado antes de que Kookie se acomodara sobre él sin dejar de estar frente a frente. –Podemos hacer muchas cosas sin besarnos y sin tener sexo– aclaró el más joven. Tomó un mechón de cabello de la nuca de su acompañante y lo tiró suavemente, provocando que Taehyung no pudiera contener un leve gemido. No había mucho de qué inquietarse ya que todos sus ruidos se camuflaban en la música de la bocina. –¿En serio, qué se puede hacer? Enséñame– el saxofonista ya estaba en un punto delirante donde sólo podía concentrarse en la boca del chico. Las respiraciones de ambos comenzaron a acelerarse y Jungkook metió sus manos por debajo de la camiseta ajena para arañar su espalda con dulzura.


–Ahhhmm...– Taehyung se dejó ir y jugó con su propia lengua mientras suspiraba. Kookie ahora podía darse cuenta de que era una manía que ambos compartían al estar excitados. El chico siguió rasguñando con más fuerza e hizo que los puños de Tae apretaran la tierra debajo de él, manchando sus dedos. –Auch– reclamó bajito el saxofonista. Sin embargo, en cuanto las yemas rosadas de Jungkook acariciaron las heridas que él mismo le había provocado, una corriente recorrió su cuerpo poniéndole al mayor la carne de gallina. –AH, Jungkook. Sí– fue todo lo que Tae atinó a decir antes de que su compañía repitiera esa acción una y otra vez en su espalda, brazos y abdomen.


No le quitó ninguna prenda, simplemente hizo trampa infiltrando sus manos por la tela. Tampoco lo beso pero se divertía juntando mucho sus bocas y relamiéndose ahí, a milímetros de distancia, tan cerca que en ocasiones un pedacito de lengua alcanzaba a tocar la de Tae. El pecho del saxofonista subía y bajaba sin piedad debido a la mezcla entre tortura y placer que Jungkook le otorgaba. Cuando el menor se hizo hacia atrás para bajar del regazo de Taehyung se quedó sentado en el piso con él, haciéndolo creer que todo había terminado. Pero luego notó que la mano inquieta del chico se acercó de nuevo y agarró con fuerza su miembro, el cual se delineaba perfectamente en su pantalón.

Sax (VKook +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora