Sax (VKook +18)

18

I always think, even if forever is hard

That I want to try, I want to try forever.

Jung Hoseok en Love Maze

A pesar de no poder llenar tu corazón, aunque no confíes en este plan, voy a resolverlo todo, Kim Taehyung, se dijo Kookie cuando, de vuelta en casa y luego de darse una ducha sacó una libretita púrpura. El saxofonista no creyó que el plan de Jungkook podría funcionar, digo, era ilógico. ¿Esos chicos buenos, impecables con sus notas académicas, sus trabajos y su conducta cívica haciendo una revolución? De ninguna manera los convencería. Sin embargo, el azabache estaba seguro de que era su mejor alternativa por ahora, quizás la única.

Cinco nombres se dibujaron en el papel como formas reflejadas por una luz de luna:

Namjoon

Seokjin

Yoongi

Hoseok

Jimin

Los miró una y otra vez sabiendo que en aquellos chicos estaba el secreto para triunfar, para hacer que todos los males de su amado se disolvieran en el aire. La cuestión era descubrir cómo convencerlos de poner en marcha su plan; el resto, organizarlos y actuar, sería pan comido después de eso.

Tenía sus pensamientos envueltos en aquel acertijo y su cabeza era un completo desastre pero seguía cavilando la idea sin dejar de mirar aquellos nombres que ahora significaban todo en su vida. A decir verdad, su mundo giraba en torno a ese grupo de jóvenes.

De pronto, una iluminación vino a él como por arte de magia. Tomó su celular y buscó un número que acababa de guardar horas antes cuando había terminado su cita en el parque con Tae. Se sonrojó al recordar lo sucedido pero pronto borró la lujuria de su mente y se puso en acción. Marcó el teléfono y suspiró nervioso. 

***

–¡No puedo creerte, te juro que esto es... AAARRRGGHHH!– los gritos de Yoongi perforaban los sensibles oídos de Jiminie. Hace apenas unos segundos se le había ocurrido al pianista preguntar de manera muy casual si su novio había usado de su permisividad para tener sexo con alguien más. Jimin, seguro del acuerdo que ambos tenían y que de todas maneras había sido propuesto por el músico, se encogió de hombros y asintió. Como si una tempestad hubiera tomado los huesos del peliblanco, el mayor se encontraba histérico, jalándose los cabellos y agitando sus brazos frente al chico.

–Pe...pero hyung, tú dijiste que...– masculló el más bajito con un tono confundido.

–¡Sé lo que dije! Pero ha pasado muy poco tiempo. ¿Y tú ya andas metiéndote con más gente?– reclamó Yoongi dándose cuenta que si bien su enojo estaba completamente injustificado, no podría pelear contra los celos que ahora estaba experimentando.

–No te entiendo, hyung. Tú dijiste que podíamos hacer lo que quisiéramos mientras no fuera una cita y... lo que tuve no lo fue. Ni siquiera significó algo para mí, sólo nos besamos por diversión.– Aunque Jimin tuviera el deseo de calmar los ánimos, sus palabras salían disparadas como cristales afilados que aterrizaban en la yugular de su pareja.

–¡QUE SÉ LO QUE DIJE! Pero yo me he portado tan bien y...– guardó silencio al recordar que sí había intentado tener relaciones con otro y la única razón por la cual no lo había conseguido tenía nombre y apellido, cabello azabache y sonrisa infantil.