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Jungkook mordió con furia su manzana acaramelada, era una de sus comidas favoritas pero ésta le sabía amarga y seca. Jin y Namjoon caminaban unos pasos atrás del chico, el primero procurando no quitarle la vista de encima y el segundo mirando a todos lados en caso de que Taehyung apareciera. –No tienen que hacer eso, ¿saben? Ya me dejaron muy en claro que no soy el ombligo del mundo– protestó el más joven luego de sentir los ojos de su hermano perforándole la nuca. Después de haber hecho su rabieta al llegar, Kookie les explicó a sus acompañantes que el hermoso saxofonista estaría en el festival de verano tocando junto al 'novio-no-oficial' de Jimin, el malhumorado pianista Min Yoongi.


Como era de esperarse, Jin entró en pánico a causa de la terrible coincidencia, pero estaba determinado a aprovechar esta oportunidad para unir a su novio y a su hermanito, por lo que le dio uno de sus elocuentes sermones antes de arrastrarlo al lugar: "Ya sé que esto ha salido fatal, Galleta, pero entiende, por favor. Este día no se trata de ti, sino de lo que prometiste cumplir. TODOS tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para lograr que, para cuando regresemos a casa, Nam y tú sean buenos amigos. Además, ¡qué gran noticia! Seguramente nos toparemos con Jimin por aquí". Kook exhaló fuertemente por su nariz cuando recordó las palabras de su hermano, le quedó claro que Jin no tenía idea de su circunstancia y supo que nadie le daba mucho valor a su corazón roto. Por un lado, si se encontraban con Chim Chim de nada serviría, no les haría caso porque en el mismo lugar estaría su chico pianista; y por el otro, la presencia de Tae no sólo le resultaba incómoda, sino que le era completamente desagradable, "como tener que comerse una sopa que ya se ha enfriado" dijo Jungkook en voz muy baja, sólo para sí mismo.


–¡Koooooooook!– la voz aguda retumbó en los oídos del pelinegro, quien se giró con una repentina sonrisa. Jiminie lo abrazó y le plantó un beso en la mejilla, sonrojando a su amigo; al menos el gesto del bajito le había servido para darse cuenta de que él también echaba de menos su cercanía. –Hola, Jin hyung, hola... ¿Nam hyung?– el pequeño los saludó con una reverencia y se sorprendió de ver al enemigo del azabache paseándose a su lado. –Larga historia– Joonie y Kookie respondieron al unísono antes de soltar una carcajada debido a la extraña sincronía. Chim Chim quería quedarse a conversar pero había prometido llevarle el almuerzo a su 'casi-novio', como él lo llamaba. Se despidió, le juró a su mejor amigo que pronto iría a visitarlo y desapareció entre un grupo de gente.


Hicieron las actividades comunes de un festival: comieron alimentos fritos y azucarados, bebieron de una sola lata de cerveza que compró Jin, ganaron un conejo rosado de peluche y se subieron a un montón de juegos mecánicos. En realidad, lo único inusual había sido la manera en la que los jóvenes evitaban los escenarios donde los músicos tocaban. Pero nadie podría acusar al menor de no haber dado todo de sí para amenizar la salida de su hermano. Sin embargo continuaba habiendo cierta tensión entre Nam y Jungkook, sobre todo sabiendo que las cosas podrían salirse de control si Taehyung aparecía. Por eso, ahora que los tres muchachos se encontraban sentados en una banca, cada vez que Jin opinaba sobre algo, los otros dos lo miraban con atención pero se limitaban a responder con un par de monosílabos. Un penoso diálogo entre estatuas.


–Quisiera hablar contigo– una cuarta voz apareció de la nada, causando un mareo en el menor. Kookie se giró para encontrarse con los ojos brillantes de Tae, quien esperaba de pie frente a él. Su antebrazo estaba siendo sujetado por la fuerte mano de Yoongi, claramente el peliblanco pensaba que estar allí era muy mala idea. Jimin permanecía tras ellos cubriéndose el rostro, como si la escena que miraba ahora fuera parte de una película de horror. –Estamos juntos, si quieres decir algo puedes hacerlo aquí, AMIGO– Jin nunca antes había visto a Taehyung pero no hacía falta ser un genio para deducir que aquel hombre era el que le había drenado toda la energía a su hermanito.


Jungkook sintió una mezcla de vergüenza y furia por hallarse precisamente ahí en aquel momento. "Que se me caiga la cabeza en este instante", pronunció en su mente; después de todo ya no encontraba la diferencia entre estar completo o hecho pedazos. –Espérame en aquel escenario, ahora voy– Kookie respondió tranquilamente, provocando que Nam quedara petrificado en su lugar, Jin dislocara la quijada y Tae se retirara despacio hasta llegar al lugar indicado. Jimin hizo lo que mejor sabía: sonrió para aligerar los ánimos y les introdujo a su 'buen amigo' Min Yoongi antes de sentarse a un lado de los chicos.


Jungkook y Taehyung se instalaron en una barda que les sirvió de asiento. –¿Y?– dijo el menor con voz opaca. El saxofonista le contó que había estado reflexionando sobre su situación y seguía creyendo que lo mejor era mantenerse alejados, románticamente hablando. Le aseguró que, si bien no estaban en buenos términos debido a los deslices de ambos, una posible solución era seguir adelante para evitar que el pasado les impidiera gozar de una buena vida. Lo que Kook quiso responderle era algo así como: "¿Por qué le permiten a alguien enamorarse sólo después de haber sido novios o de haber tenido sexo? Para mí aquellos besos y lamidas fueron igual de especiales que coger contigo, incluso antes de eso podría jurar que ya estaba enamorado de ti. Es injusto, es injusto que pienses que sólo porque no me metiste tu sucio pene estás libre de culpa". Se imaginó diciéndolo a gritos, pero lo que en realidad hizo fue quedarse callado y contener las lágrimas que comenzaban a formarse en sus ojos.


–Además– el de cabellos grises habló en tono burlón –ya no puedo seguir aguantándome las ganas de orinar cada vez que estamos en Music-Mind–. La broma provocó una leve risita en Jungkook, quien la aprovechó para tallarse los ojos y remover las gotitas de sus pestañas. Logró hacer creerle a Tae que su comentario le había causado tanta gracia que lo hizo lagrimear, aunque en realidad el muchacho era una maraña de sentimientos encontrados. –Y...como sé que te he arruinado estos meses quisiera ofrecerte unas clases gratuitas de saxofón... no tienes que comprar uno, puedes usar el mío, practicaremos después de la clase de Hoseok, me dijo que eres un gran aprendiz... Escucha, perdón si suena como una estupidez, pero no se me ocurre nada más que pueda hacer por ti– continuó el mayor.


Kook se preguntó si en verdad eso era lo mejor que podía proponerle, enseñarle a tocar un instrumento musical, cuando lo único que en verdad quería era un beso como los de aquella vez, al menos un abrazo sincero. –Lo que te falta es imaginación, Kim Taehyung. El remedio que me ofreces está apenas a la altura de curar un esguince, no una fractura de corazón– la respuesta del más joven salió de sus labios como un susurro que le erizó los vellos de las orejas al músico. Su pecho comenzó a latir, enfurecido, exigiéndole que robara una caricia de la boca rosada de Jungkook. Pero no lo hizo, no podía. En vez de eso, se limitó a contestarle y levantarse para volver con los otros: –Es probable que sí, pero no estás en posición de elegir. ¿Considerarás mi oferta?–. Kookie asintió antes de recibir una tarjeta impresa con el nombre y el teléfono celular del saxofonista. Lo siguió hacia la banquita donde los demás esperaban y sonrió ante la gran ironía que era su vida. "Por fin tengo tu número, Tae", discurrió para sus adentros. 

Hola, hola

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Hola, hola. 

Espero que disfruten de este capítulo. Gracias por el apoyo que le están dando a esta historia. Actualizaré cada dos días, o al menos ése es mi plan. 

Les mando un montón de abrazos. No se olviden de decirme si hay errores en la historia o si tienen alguna sugerencia, siempre son bienvenidas. 

Gene.

Sax (VKook +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora