Please

I

Ella había corrido de nuevo a la pantalla que mostraba a la flota siendo exterminada poco a poco, mientras aún recuperaba el aliento por la batalla contra la guardia pretoriana. Le había pedido a Ben que ordenara un alto al fuego.

Pero no recibió una respuesta inmediata de él. Volteó para buscar su figura en la sala del trono. Él se acercaba con lentitud al trono y al cuerpo inerte de Snoke.

Ben seguía observando esa imagen brutal y cruda sin ninguna pizca de remordimiento; al contrario, una chispa de victoria y gloria se estaba convirtiendo en una llamarada dentro de él. Rey sintió aún más oscuridad en Ben, así que lo llamó por su nombre, nuevamente implorando una respuesta y tratando de detener el oscuro sentimiento.

—¿Ben?

—Deja morir todo lo anterior —tomaba aire entre jadeos; Rey se preguntó si era por la pelea o por los sentimientos que se alzaban en él—. Snoke, Skywalker... —hizo una pausa para girarse hacia ella y comenzar a avanzar lentamente, pero ahora decidido—. Los sith, los rebeldes... deja que todo se extinga —de nuevo hizo una pausa, ahora más cerca de Rey. Ella se estremeció cuando él la llamó por su nombre; ella no recordaba cuándo fue la primera vez que la llamó por su nombre, o tal vez esta era la primera vez que lo hacía—. Rey, quiero que te unas a mí. Reinaremos juntos y traeremos un nuevo orden a la galaxia.

Con esas palabras llenas de expresión, terminó por iniciar un desbordamiento de pánico en Rey, junto con decepción, pero aun así se sorprendió teniendo aún esperanza en él.

—No lo hagas, Ben, abandona ese camino —imploró. Se le terminó de oprimir el corazón de dolor cuando Ben comenzó a exaltarse.

—No, no... ¡te sigues aferrando, déjalo ir! —A Rey se le comenzó a llenar la vista de lágrimas; la decepción estaba borrando la esperanza que ella mantenía fielmente—. ¿Te digo la verdad sobre tus padres? —Kylo continuó hablando sin poner en prioridad las emociones de Rey—. ¿O la sabías desde antes? Pero la ocultaste en ti. Conoces la verdad, dila.

Kylo la miraba a los ojos, exigiendo que revelara la verdad que tanto había ocultado en ella misma, una verdad que evadió para crear una mentira y poder seguir viviendo por algo.

—Dila —Ben volvió a repetir. Su voz perforaba sus pensamientos y drenaba más dolor a su sentir.

—No era nada para nadie —reveló por fin. Sintió alivio, pero se le formó un nudo en la garganta, y buscó consuelo en la mirada de Kylo.

—Sucios comerciantes de chatarra, que te vendieron por dinero para alcohol —Kylo dijo con cierto toque de veneno y compasión mezcladas, palabras que tal vez sabrían amargas como el alcohol. Y así fue para Rey, una amarga verdad. Ella dio un respingo, pues trató de recuperar el aire; el dolor que se acumulaba dentro de ella la estaba asfixiando.

Ben habló de nuevo, para terminar de decir la verdad ante ella y ante él. Su reacción le dio ganas de consolarla, al igual que cuando ella le contó su visión en la fosa llena de la fuerza oscura, en la isla de Ach-To.

—Murieron, los sepultaron en una fosa de Jakku. No tienes un papel en la historia; provienes de la nada, eres nada —Rey sintió una opresión en su corazón, que la llevó a bajar la mirada, por la decepción, no por Ben, sino por ella, la verdad que ella sabía y que ahora la enfrentaba era más grande de lo que imaginó—. Pero no para mí.

Kylo soltó esas palabras, pues sabía que necesitaba ser sincero con ella y consigo mismo, de la misma forma en que le dijo que no estaba sola. Cuando él la veía destrozada de esa manera, las palabras salían ante ella sin contemplación alguna. A Rey le regresó la respiración con esas cuatro palabras; su corazón saltó, y el nudo en la garganta pareció desaparecer por un momento. La esperanza de Rey resurgió y se reflejó en sus ojos. Kylo miró esa esperanza, así que volvió a su petición mientras extendía la mano hacia ella.

—Únete a mí.

Rey bajó la mirada hacia la mano derecha de él; Kylo percibió duda y remordimiento en ella, así que dio unos pequeños pasos hacia Rey. De verdad ansiaba que Rey estuviera a su lado.

Ella miró hacia atrás, a aquella pantalla que le mostraba la muerte de los rebeldes, de sus amigos, personas con esperanzas y sueños de libertad. El miedo y la duda se hicieron tan fuertes que comenzó a tomar una decisión, pero justo cuando su mente hacía un plan para escapar de Ben sin entrar en conflicto o insistirle en que ayudara a los rebeldes sin negarse, sus opciones se limitaban.

—Ben, por favor, no es algo que pueda elegir tan fácil; ahí están mis amigos, las primeras personas que se preocuparon por mí, personas inocentes —Rey tenía la voz quebrada—. No puedo dejarlos.

Kylo tomó un respiro para no comenzar a gritar. No debía perder el control cuando casi conseguía, tal vez, a su más fuerte aliado y su primera amistad.

—No, sí puedes. —Él seguía con la mano extendida, esperando la de Rey.

Rey lo repasó lo más rápido que pudo, se limitó a dos opciones: usar la fuerza y arrebatarle de las manos el sable de Skywalker y enfrentarse a él, o hacer una alianza con Ben, que le daba la posibilidad de tener poder, un poder que podría utilizar para salvar inocentes, salvar a los rebeldes, dar libertad a la galaxia o limitar y disminuir las acciones de la Primera Orden, siendo el corazón y el lado bondadoso de la Primera Orden. Aun así, con la segunda opción se sentía egoísta, estaría tirando a la basura generaciones de sacrificios en busca de la libertad, estaría tirando por la borda la confianza de los rebeldes, de Leia, de Finn e incluso la de Luke. Por más que lo veía, tal vez tenía mayor oportunidad con la segunda, así que habló.

—Permíteme salvarlos, dame la oportunidad de salvarlos —Rey buscó algo de coraje para que su voz no se quebrara—, volveré y te daré una respuesta.

Kylo pareció tragar sentimientos amargos y su orgullo al mismo tiempo.

—No te irás sin darme una respuesta —a Ben le importaba poco el destino de los rebeldes, pero sabía que sería difícil para Rey dejarlos a la deriva. Seguía con su mano derecha extendida y solo pudo pronunciar una petición, su alma clamaba por una respuesta afirmativa de Rey, clamaba por una compañera—. Por favor.

Tras esa petición, Rey sintió una calidez expandirse por su pecho, como un calmante contra su tristeza. Lentamente alzó su mano derecha, mientras se preguntaba si alguna vez sus amigos la perdonarían por tomar una decisión egoísta, en la que posiblemente estaba condenando a toda la galaxia a vivir en la tiranía de la Primera Orden.

Lo más difícil sería no ser seducida por el lado oscuro de la fuerza; la verdadera batalla que ella libraría sería mantener su propia luz sin ser contaminada en un lugar donde la oscuridad reinaba.

Sus dedos se rozaron de nuevo, volviendo a sentir la fuerza fluir entre ambos, una conexión que se mostraba de nuevo entre ellos. Kylo no perdió más tiempo y terminó de sujetar la mano de Rey.

No hubo oportunidad ni tiempo de mirarse a los ojos o decirse algo. Una fuerza física separó sus manos, sus cuerpos y su conexión de la fuerza, mandándolos a volar un par de metros a cada uno.

El espacio se llenó de silencio y un brillo blanco inundó la vista de ambos, y antes de saber algo más, golpearon el suelo, quedando tanto Rey como Kylo inconscientes.

Hola, un gusto! Soy Last Sky

La verdad este es mi primer Fanfic sobre Reylo, ya lo había planeado pero apenas me anime a escribirlo y publicarlo. Espero que sea de su agradó.

Un fuerte abrazo!! 💕