Please

XXXII

No percibió cuanto tiempo había pasado, para ella no fue mucho, pero en un abrir y cerrar de ojos todo parecia igual.
Los golpes en su puerta y la voz de Finn le indicaban que ya había amanecido.
Algo mareada y desorientada se levantó de la orilla de su cama.
La luz del pasillo lastimó sus ojos cua do abrió la puerta, provocando que los cerrara con fuerza durante unos segundos.

-Hey, ¿te encuentras bien?

Finn le cuestionó, observando que se encontraba palida, ademas, era poco común que ella despertara tan tarde en la mañana. Solía ser de las primeras en levantarse y encontrarse dispuesta ayudar en lo que fuera.

-Si- la morena miró dentro de su habitación cersiorandose que Ben no estuviera ahí- solo una pesadilla.

Finn no pareció creerle del todo, no le contó anteriormente todo lo que sucedió. Se lo estaba guardando todo ella misma o parecía ser un tema realmente difícil de entablar.

-Rey, sabes que puedes decirme cualquier cosa, no importa, te apoyaré.

Para la joven sonaron acusadoras aquellas palabras, poco merecedora de ellas, de ese apoyo que le ofrecía su amigo.

-Estoy bien- la morena forzó una sonrisa y despues trató de desviar su mente y el tema de conversación-. ¿Sucede algo o necesitabas ayuda en algo?

Finn entrado en sus pensamientos sacudió su cabeza, recordando el porqué visitaba tan temprano a su amiga.

-Oh si, vamos- le tomó de la muñeca y comenzó a halar de ella.- hay alguien quien acaba de llegar y desea verte.

-¿Quién?

-Ya lo veras.

Sin esperar respuestas de su amigo se dejó guiar por Finn hacia el área donde estaba la sala de comunicaciones, todo aquella maquinaria para recibir mensajes encriptados y mandarlos.

La sala era algo grande, cubierta de las cuatro esquinas con máquinas y computadoras, monitoreadas por quienes tenían mayor conocimiento en ese ámbito. Una pared era conformada por amplias ventanas que daban al Este; por lo que el sol en ese momento pegaba de lleno en la habitación.

Al poner más atención en quienes se encontraban ahí visualizó la figura de Rose, Poe y Lando dando la espalda a la entrada. Todos ellos poniendo atención a una charla que Rey ignoraba, pues también participaba alguien más en aquella plática que no lograba ver.

Cuando se dieron cuenta de la presencia de Rey todo se quedó en silencio, y se voltearon.
Una pequeña figura se abrió paso entre el pequeño grupo que la rodeaba.
La joven inmediatamente le reconoció, Maz.

La pequeña mujer se aproximó a Rey, mirandola algo extrañada. Después de unos segundos, le habló.

-¡Vaya! Mirate- Caminó alrededor de la morena, observandola muy continuamente, tratando de descifrar algo que el resto ignoraba.- Totalmente, la fuerza creció en ti de manera exponencial, es grandioso, pero hay algo más pequeña niña...

Rey y los demás se encontraban perdidos con el repentino análisis de Maz. Parecía hablarse a si misma y no a la joven a la cual analizaba.

Maz se colocó frente a ella, halando de los brazos de la morena con considerable fuerza, obligandola agacharse y quedar a la misma altura de ella.

Se acercó a ella tomado su rostro y observando fijamente sus ojos. Aún tratando de descifrar algo que para los demás o era invisible o no existía.

Maz pareció ver algo en ella, se asombró y cuando iba a comenzar a decir algo; Rey se apartó bruscamente alzandose rápidamente.
Lo cual le causó un severo mareo, parte de su vista se nublo en oscuridad, y hubiera caído de espaldas si Finn no se hubiera encontrado a su lado.