Capítulo 10

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Alec estaba desesperado. No sólo no encontraba a su amiga, sino que también se había enterado que sus padres fueron parte del Círculo. Y ni siquiera había sido por boca de ellos, sino por parte de Lidia. Esa rubia con aires de superioridad, que quería hacer lo posible para alejar a Bekah del Instituto.
Necesitaba encontrar a su mejor amiga o terminaría por volverse loco ese día. Era horrible el sentimiento que crecía en su interior y nada agradable. Lo único que sería capaz de ayudarlo era la paz que Bekah le traía cuando la tenía entre sus brazos.
Ahora entendía la insistencia de su madre con que se casara. Tenía que hacerse cargo del honor familiar y era, en verdad, muy injusto. Debería pensar en esa posibilidad, aunque no quisiera.

-Estoy a punto de volverme loco- soltó al aire, en su habitación.

Al rato, desesperado por enfocar su mente en otra cosa, se levantó para ir a entrenar.
Golpeaba el saco de box con todas sus fuerzas, sacando poco a poco toda la frustración que sentía. Estaba seguro de que debía casarse. Era su deber hacerlo para restaurar el honor familiar. Pero lo que no sabía era con quién.
Últimamente tenía fuertes sentimientos por su mejor amiga, de los que no quería hacerse cargo. Pero ella no sería una buena opción, la Clave no la consideraba alguien honorable a su parecer. Aunque para él siempre sería perfecta a sus ojos.
Encima ahora había desaparecido desde que casi la había besado y eso lo hacía perder los nervios.

-Te harás mal, Cazador-

La voz de Magnus lo sacó de su ensimismamiento. Lo miró sin dejar de golpear el saco. Cada vez más fuerte, a cada golpe que daba.

-No molestes, Mags- gruñó molesto.

-¿Qué te tiene tan mal, Shadowhunter?- preguntó ahora preocupado el moreno.

-Mis padres pertenecieron al Círculo, Magnus. Tanto molestarme con el honor familiar y ahora me entero por boca de otro, que son unos traidores. Mi madre quería que me casara, para recuperar el honor que ellos perdieron- dijo frustrado, dejando de golpear el saco- Quiero casarme por amor, no por políticas tan antiguas como las de mis padres. Encima tengo problemas con tu hija, me vuelve loco cuando no está. Y no sé que hacer con esos sentimientos-

-¿Estás mejor ahora?- contestó el brujo con una sonrisa.

-Un poco. Estoy a punto de perder el control-

-Sólo debes seguir a tu corazón, Alexander. No hay nada mejor que hacer lo que uno siente y así todo empieza a mejorar- dijo el moreno intentando ayudar al amigo de su niña- ahora iré a buscar a mi hija. La extraño-

-Gracias, Mags. Y Becks no está aquí, sospecho que fue con sus amigos vampiros- comentó molesto y apretando la mandíbula- no logro encontrarla desde hace horas y no responde el teléfono-

-Entonces si, está con Klaus. Suele hacer eso cuando va de urgencia a hablar con el Original rubio. Pero me pregunto que la tendrá tan nerviosa para huir de esa manera-

Alec comenzó a ponerse nervioso y para su suerte, Magnus estaba demasiado ocupado pensando como para ponerle atención a él.

-No lo sé, pero me preocupa. Si sabes algo de ella, dímelo. O realmente hoy perderé la cabeza-

Luego de eso, no intercambiaron muchas palabras más y el brujo se fue del Instituto. Ni bien puso un pie fuera de éste, llamó a su hija. Algo había pasado para huyera a ver a Nicklaus y estaba seguro de que el Shadowhunter tenía algo que ver con eso.

-Galletita- saludó cuando ella atendió la llamada- ¿Qué sucedió?-

-¿Cómo lo sabes, pa?- preguntó la chica confundida del otro lado.

-Tu amigo está perdiendo la cabeza porque no estás y tú no vas a ver al Original tan seguido sino es por algo en especial-

-Cuándo regrese te cuento, pa. No tardaré mucho. Primero tengo que pasar por el Instituto o Alec me matará-

Pequeña de ojos azules- Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora