"Does the danger begin?"

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Casi todo el vapor de agua ha desaparecido del baño para cuando salgo de la bañera.
Sí, definitivamente lo que necesitaba era una ducha para despejar todo este embrollo que se acumulaba en mi cabeza.

Cojo una toalla y  la ato a mi cintura, depués me seco el pelo con otra y salgo de la pequeña estancia al dormitorio. Abro mi armario y elijo unos jeans y una camiseta negra, en un abrir y cerrar de ojos me los pongo, sin pensar en nada más que en el adormilamento que crece en mi interior.

La cabeza  se me ha despejado y la mayor parte del terror y miedo que me nublaban los pensamientos se han disuelto. Un suspiro largo escapa de mi boca. Me he prometido a mí mismo no volver a pensar en lo ocurrido hace unas horas, volvería a estar nervioso y asustado por lo que pudiese ocurrir.

Dejo caer mi peso sobre mi cama, para rebotar levemente contra el suave colchón. Estiro los brazos mientras un bostezo hace que de me salten las lágrimas.
Qué gran diferencia, cuando venía hacia aquí estaba casi al borde del llanto y me costó estar unos segundos sin mover las manos impulsivamente. No me he parado ni a comer, ni creo que hoy vaya a hacerlo, todavía aparece ante mí esa enorme cantidades de sangre cuando cierro los ojos. Un escalofrío recorre mi espinazo de arriba abajo y sacudo la cabeza para librarme de estos dichosos pensamientos.

Coloco los brazos tras mi cabeza y observo algún punto fijo del techo. Si el chico ese de... Aunque creo que debería dejar de llamarle así... Le debería poner algún pseudónimo para referirme a él, como... "x".

Entonces, si "x" hubiera sido una persona normal, podríamos haber entablado amistad o algo por el eastilo. Podríamos haber estado hablando de qué música le gusta o qué tipo de novelas lee, mientras paseábamos, podría haber sido buen simple y no tan complejo todo.
Era bastante atractivo, sí, podríamos haber sido amigos.

Qué estupidez.
¿Por qué me baso en el físico para deducir si habríamos sido buenos amigos? Debería fijarme en cómo me ha hablado en la cafetería, tan borde y rudo... Arrugo la nariz. Ha sido tremendamente inexpresivo.
No habríamos congeniado, somos muy distintos.

A medida que viajo por mis pensamientos y recuerdos anteriores, comienzan a escocerme los ojos y se cierran lentamente sin mi permiso. Es lo más normal. Me he sometido a demasiadas emociones intensas. Mientras el sueño se apodera de mi cuerpo, pienso en la escena de la cafetería...

Creo que cuando nuestras miradas se cruzaron... Varias mariposas alzaron el vuelo en mi interior.

"Danger" (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora