"Another unconsciousness"

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Axel me empuja por la espalda y me obliga a avanzar hacia delante.

Una moqueta color hueso, aparentemente suave y cómoda forra el suelo, me da un poco de pena pisarla de lo perfecta que parece. Las paredes son color beige y con textura rugosa, decoradas por algún que otro marco oscuro con dibujos o fotos borrosas en blanco y negro. Un sofá negro de forma curva está cerca de la ventana abierta y una mesa de patas cortas se sitúa frente a él. Estanterías repletas de libros ordenados cubren el espacio restante de la habitación. A la derecha hay una mesa más redonda y brillante sobre la que hay algunas hojas de papel esparcidas por su superficie, con dos sillas blancas enfrentadas.

Vislumbro una segunda puerta al final de la habitación, que está cerrada.

El cuarto no está iluminado pero aun así, se ve todo perfectamente gracias a la leve iluminación natural de la luna.

Camino hacia delante tímidamente hasta que, cuando la luz amarillenta y artificial inunda la habitación por completo, entrecierro los ojos debido al brusco cambio. Comienzo a apreciar los detalles que anteriormente no se veían.

Al lado del cómodo sofá hay una tela oscura tapando un objeto rectangular y bastante grande.

La curiosidad me burbujea en el interior pero me obligo a contenerla y no ir directo hacia allí presa de mi inquietud, para quitar la tela y descubrir lo que hay debajo.

Me giro para ver dónde está Axel.

Se encuentra mirándome fijamente, con un brazo descansando sobre la espalda de un sillón, y el otro oscilando a su costado, manejando algo entre los dedos.

Un calor insoportable recorre todo mi cuerpo y noto cómo poco a poco me sonrojo, seguramente debido al peso de su mirada.

No puedo seguir comportándome como un adolescente, debo apartar todas mis emociones, como él.

Me paso una mano por el pelo, nerviosamente e intentando disimular mi timidez.

La tensión en el ambiente podría cortarse con un cuchillo.

Cuando comienza a hablar con tono serio, me sobresalto levemente.

- Bueno, Leo. Es hora de que nos aclaremos, aunque parece que estás demasiado... agotado ahora.

Se acuerda de mi nombre.

Asiento lentamente con la cabeza. Sus ojos brillan y veo cómo intenta disimular un asomo de extraña sonrisa.

- Pero estoy seguro a un noventa por ciento de que no necesitas dormir, en realidad.

Parpadeo incrédulo y extrañado, mientras frunzo el ceño. ¿Cómo no voy a necesitar descansar si estoy hecho polvo?

Pero seguramente me haya incluido en ese grupo de gente anómala.

Como si me hubiera leído la mente, Axel ríe suavemente y prosigue:

- Sólo por hoy te dejaré descansar, si así lo deseas, ya que desde ahora vamos a estar muy ocupados tú y yo.

Intento disimular mi sorpresa mientras trago saliva sonoramente e intento que las rodillas no me tiemblen, presintiendo algo malo.

- Leo, necesito hacer algunas cosas contigo para saber qué ocurre realmente. Son unas cuantas pruebas sencillas.

Me quedo sin aliento.

¿Q-Qué? ¿Pruebas? Seguro que no son pruebas usuales, sobre todo sabiendo lo que él podría hacerme. Un terrible dolor de cabeza comienza a martillearme fuertemente en todo el cráneo, esta "nueva experiencia" me está afectando.

"Danger" (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora