Nuestros rostros se distancian por unos escasos centímetros, y mientras cae la lluvia a nuestro alrededor, mi respiración comienza a tornarse irregular, como el ritmo de mi corazón.
En cambio, el joven sigue con esa expresión neutral que no ayuda a contrarrestar mis miedos, tanto de atracción, como de cólera. Permanezco inmóvil, la sorpresa y el terror que me han poseído paralizan mis músculos y estos no reaccionan a ninguno de los impulsos nerviosos que produce mi cerebro.
No puedo hacer otra cosa que no sea observar esos ojos oscuros que me perturban tanto. Ahora que él está más cerca, puedo apreciar con todo detalle cada característica que construye su rostro.
Las curvas faciales que posee son suaves y lisas, al igual que la de su boca. En la comisura lateral de sus ojos, un sombreado acabado por un leve efecto de maquillaje negro resalta su aspecto misterioso. Su cuello está húmedo y los músculos se le tensan por el más imperceptible movimiento. El flequillo oscuro que le cae por la frente está mojado y se pega levemente a ella. Y reuniendo todas estas caracterísricas, hacen que parezca aun más exótica su apariencia.
Cómo me gustaría trazar cada una de sus líneas con mis dedos...
No me atrevo a bajar la mirada, es como si una magnetividad anclara mis ojos con los suyos. En un acto nervioso, me paso la lengua por mis secos labios y los nervios comienzan a burbujearme más todavía.
"x" comienza a escrutarme el rostro sin ningún disimulo mientras yo contengo la respiración, con el temor de que si hago cualquier movimiento pueda ser aun más agresivo.
Las manos comienzan a temblarme a los costados, pero de repente noto cómo una de las suyas se aferra a mi muñeca izquierda.
Como un resorte salto del susto y un brillo extraño cruza sus ojos de mirada felina. Un calor algo agradable me recorre el cuerpo de arriba a abajo en comparación del frío que realmente hace, pero me obligo a apartar eso de mi mente, justo en este momento debería estar preocupado.
Una sonrisilla tira de las comisuras de sus labios, pero es tan leve que me parece haber visto un espejismo.
Con la otra mano, me agarra la muñeca derecha y me inmoviliza por completo.
Abro los ojos como platos y ahogo un grito en mi garganta, ¡¿qué me va a hacer!?
La piel se me eriza y noto cómo cada vez me hace menos falta mi abrigo, aquí ya no hace frío. Intento no moverme.
Su mirada busca la mía y me obligo a apartarla, la sangre me sube a las mejillas y comienzo a ruborizarme.
Qué ridículo eres Leo.
Una carcajada grave emerge de entre sus finos labios y aspira profundamente mientras yo me quedo quieto, lentamente se acerca a mi cuello. Temo sus movimientos como si tuviese un cuchillo en la garganta, pero a la vez estoy deseando que acorte la distancia... Me contradigo a mí mismo.
Mi cuerpo se aplasta más contra la puerta de cristal húmedo, intentando huir del chico.
Giro la cara en un acto protector, no quiero seguir dando la sensación de ser una presa fácil, cierro los ojos fuertemente mientras el color me sube a la cara.
Por favor... ¿Qué quiere? ¿Por qué no me deja en paz? Ya ví bastante esta mañana, no quiero ver cómo vuelve a realizar una masacre. Pero esta vez, a mí.
Cualquiera que nos viese... Bueno, a él no.
"x" me agarra una mano y la coloca por encima de mi cabeza y otra a la altura de mi cintura, mientras hago algunos intentos por forcejear con él en mi fugaz momento de valentía.
No veo nada, y rezo por que esto acabe pronto y quede como un borroso recuerdo.
Noto cómo sus labios rozan mi oído al susurrarme con su voz baja y lenta:
- No temas, no te haré nada... A no ser que tú me obigues.- Un estremecimiento me sacude y trago saliva fuertemente.
Intento producir algún sonido desesperadamente en respuesta, pero mis esfuerzos quedan en vano. Una presión en mi pecho, bloquea mi respiración. El agobio podrá conmigo.
Lentamente afloja la presión en mis muñecas mientras me advierte:
- Si te suelto no harás nada, ¿verdad?- Yo asiento obedientemente, alimentando aun más su ego, como si obedeciese sus órdenes. Pero ahora mismo no me queda otra, es lo único que puedo hacer. Eso o que me asesine.
Él ríe orgullosamente y deja caer mis manos.
Sigo desorientado y alterado, al mismo tiempo que confuso.
Gruño mirando al suelo y me palpo justo donde me ha agarrado, ejerció mucha fuerza, como si yo fuese una amenaza... Él no sabe que soy un flacucho gallina.
Veo por el rabillo del ojo cómo se cruza de brazos y comienza a dar golpecitos nerviosos con el pie en el suelo, como si esperase algo de mí.
Me obligo a alzar la mirada hasta su cara, con bastante apocamiento. Aun seguimos muy cerca.
- ¿Qué quieres?- Consigo preguntarle al fin, temiendo que mi voz represente todo el huracán de emociones que no me deja pensar con claridad.
- Oh, quiero saber cómo es que ahora mismo puedes verme.
- Eh... Puede que te hagan el vacío o simplemente no quieran mirarte...- Digo con fingida tranquilidad.
- No es eso, es que no pueden verme. Sólo los que son como yo podemos advertirnos.
¿Qué?¿Sólo los que son como él? Reprimo una risa nerviosa.
- Yo no me meriendo a gente inocente.
- Siento contradecirte, pero yo no soy un caníbal, ni como personas ni nada por el estilo. No me va el rollo de vampiro.
Ríe con pudor y me mira con hastío.
- Oye chico, no vayas de sabelotodo. No somos caníbales, sólo nos alimentamos en casos extremos de gente como tú... O mejor dicho, gente como ellos.- Señala a una madre y a su hijo corriendo con un paraguas bajo la lluvia. Mientras en niño chapotea, su madre le tira de la mano, obligándole a seguir caminando.
- Yo no soy como tú, seas lo que seas.
Eleva una ceja y me mira como si esta situación le divirtiera.
- Eso lo averiguaremos pronto...-
¿Pero qué dice? Tengo DNI y pasaporte, soy corriente.
Bueno, no estoy mintiendo, sé que soy una persona normal, ¿no?
Le miro a los ojos extrañado y advierto cómo poco a poco se van tornando de un verde jade brillante.
La sangre se me hiela en las venas y el terror se apodera de mí, me quedo petrificado de nuevo.
"x" formula una frase extraña que me deja con peor cuerpo:
- Nos revehi qui scilicet modus est quod neque veni ego in quodam loco vinvculado.
Y antes de que pueda pensar o sentir nada, una explosión de luz blanca y cegadora acompañada por un estallido, me deja sin sentido.
Lo último que alcanzo a ver antes de entregarme al sueño, es cómo "x" me atrapa al vuelo cuando pierdo el equilibrio.
¿Qué está pasando?
Si estoy tranquilo, me preguntas ¿Estás loco?
Bueno, ¿haces cosas para hacerme enfadar?
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"Danger" (Editando)
ActionCon una única mirada hacia el chico pelirrojo cuyo nombre es Leo, Axel decide averiguar qué y quién es. Leo se ve atrapado por esos hipnotizantes ojos de mirada felina, aunque aun así, intentará escapar del joven de pelo color carbón siempre que pue...