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Me detengo pocos pasos después y miro al cielo, pidiéndole a Dios paciencia.

Ni siquiera soy creyente.

Me niego a empezar mi viaje malhumorada. ¿Dos euros? Bien, pagaría dos euros por un maldito dibujo. El arte es caro, posiblemente quería ser agradable y ganar un poco de dinero.

Probablemente el dibujo era un desastre y por eso bajó el precio. Quizás el chico no era de fiar, quizás era un violador pero aun así estaba volviendo sobre mis pasos.

Sin embargo, al llegar el muchacho ya no se encuentra en su lugar y a pesar de lo estúpido de mis pensamientos me oigo pensar:

¡Oh, por Dios! ¿Y si es un ángel como en los libros?

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Como estoy de "vacaciones", intentaré actualizar más seguido dado que me propuse terminar la historia en dos semanas (el borrador, no de subirla)

Que tengan un bello día


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