Conectados

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El lugar se encuentra silencioso y oscuro cuando ingresamos. El ambiente es cálido aunque no se escucha el sonido de la calefacción y el aire se siente puro. Recorro mis ojos en busca de alguna forma, algo que pueda indicarme dónde nos encontramos pero solo encuentro negrura.

ꟷQuédate aquí.

ꟷEsto me da miedo.

Escucho su risa y sus pasos. Se está alejando y quiero seguirlo.

ꟷNo te mataré, solo encenderé la luz.

Asiento aunque no pueda verme.

Unos cuantos segundos después una luz amarillenta se enciende en el techo y parpadeo para acostumbrarme al cambio. Mis ojos se acostumbran con rapidez y se encuentran con Amir quien me observa desde el otro lado de la habitación. Estamos en ¿una cocina?

No es una cocina normal como la de una casa sino como la de un restaurante. Todo es de acero brillante, hay hornos y hornallas por doquier así como puestos para salsas y preparación de platos. Me siento descolocada, ¿qué hacemos allí?

ꟷ ¿Qué es este lugar?

ꟷBienvenida a Pointe.

Lo observo sin entender.

ꟷAquí tendremos nuestra cita.

ꟷ ¿En una cocina vacía? ¿Sabes que soy la peor cocinera del mundo? –mi voz está cargada de confusión-. Podría incendiar este lindo lugar solo con acercarme a la heladera.

Sus labios se curvan en una sonrisa.

ꟷNo, tendremos a nuestros propios cocineros.

Y como si los hubiese invocado sus amigos aparecen. Todos lucen una sonrisa y delantales blancos.

ꟷSigo sin entender.

Acorta la distancia hacia mí, no me he movido de la puerta por si necesitaba escapar. Extiende su mano en mi dirección.

ꟷSólo acompáñame, te divertirás.

Y sin tener razones para desconfiar, envuelvo su mano con la mía.