80

184 18 0
                                    

Paseo la mirada entre la cama de dos plazas y Amir. Se siente extraño, casi asfixiante y emocionante saber que hemos llegado sanos y salvos a Berlín. He pasado dos semanas a su lado, dos semanas con él y sus amigos en Chantilly y aunque nuestra relación ha mejorado, sigue siendo una amistad.

Es nuestro primer momento a solas y siento mi piel cosquillear de anticipación.

ꟷSiento tu mirada clavada en mi espalda.

ꟷNo te estoy mirando la espalda.

ꟷNo, seguro estás mirándome el trasero.

Río por lo bajo y niego con la cabeza. Él voltea hacia mí y sonríe.

ꟷPuedo rentar una habitación para mí solo si lo deseas o podemos pedir un cambio y tener dos camas separadas.

ꟷEstaremos bien, además luces como la clase de persona que tiene buena temperatura corporal y eso podría servirme si hace frío por las noches.

ꟷ ¿Planeas utilizarme como un osito de peluche?

ꟷAsí es.

ꟷNo me quejaré.

Se deja caer en la cama, quedando sentado, y extiende su mano hacia mí. La tomo y de un rápido movimiento me atrae hacia su cuerpo. Coloca sus manos en mi cintura y yo deposito las mías en sus hombros.

ꟷSi te sientes incómoda aunque sea un solo segundo quiero que me lo digas. ¿Sí? Puedo volver con mis amigos.

ꟷEstaremos bien ꟷrepito.

Aunque muero de nervios, sonrío.

Él hace lo mismo.

ConectadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora