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Dejar Roma fue, en definición, una de las cosas más difíciles que he hecho este año a pesar de que acaba de comenzar, incluso presentó mayor dificultad que despedir a mis padres o a mi mejor amiga.

Descubrí ciertas cosas sobre mí, lo cual volvió el lugar más especial. Había olvidado lo que era sonrojarse por una persona así como sentir nervios sobre mi actitud, que nunca ha sido la mejor. Todo ello se lo debo a Amir.

Percibí, también, que soy una horrible turista que solo se dedica a ir a los lugares que señala internet y que no explora (cosa que debo evitar en adelante) (también lo descubrí por Amir). Y por último, que pasar mucho tiempo sola abre la mente.

ꟷSu taxi está aquí, señorita.

Sonrío al portero del hotel con mi mejor sonrisa cálida y saludo con la mano al encargado del lobby, que tuvo que soportar mis preguntas a diario sobre dónde ir a comer, librerías, plazas y millones de cosas más.

ꟷMuchas gracias.

Suelto un largo suspiro al ver por última vez el hotel y muevo mis manos con nerviosismo.

ꟷAl aeropuerto, por favor.

ꟷComo indique, señorita.

Sonrío a pesar de que tengo ganas de llorar y recuesto mi cabeza contra el respaldo del asiento.

Segundo tramo del viaje, ya casi nos vemos.

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Perdón por la demora, he estado editando una historia para un concurso y para publicarla el próximo mes en la plataforma al mismo tiempo que estudio. Pero ya volví y seguiré actualizando seguido.

Gracias por leer ♥️