capitulo 4 - ataque

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- hey...- escuche a Nixon llamarme a lo lejos, cuando iba saliendo de mi salon, me quede atonita viendolo. ¿Por que me hablaba en publico cuando le dije que no lo hiciera?
- Mmm.- murmure bajo con mala cara. Este se rasco la nuca.
- La presentacion de proyecto, sera una hora despues, el profesor esta atrapado en trafico.- murmuro bajo acercandose un poco apenas a mi.
- entiendo-. musite viendolo algo inquieto. ¿estaba nervioso?-. ¿Te pasa algo?-. pregunte curiosa y este pelo los ojos mirandome fijo.
- No, no es nada...
- Sabes que si te pasa algo, puedes decirme ¿No?-. le dije y este me miro fijo tragando grueso. !Lo sabia¡-. El hecho de que no sea muy simpatica contigo, no quiere decir que no me preocupe y este agradecida por como me has ayudado estos meses en clases. Si te pasa algo, puedes venir hablar conmigo en casa. Ya lo sabes.- le murmure y este se rasco la cabeza incomodo.- Nos vemos mas tarde...- dije dandome vuelta y alejandome de él.

6 meses pasan rapido, mas cuando estas en una universidad que te llenan de trabajos, ¿Lo unico bueno?, tener a Nixon queriendo bajarme las pantaletas, me daba el beneficio de manipularlo para que me hiciera las tareas. Él contar de verme la cara, me brindaba un poquito de su inteligencia y con eso bastaba, mis notas eran sumamente geniales. Si, si era muy bajo, pero ¿Que importaba?, él usaba a las mujeres para sus instintos sexuales, que yo lo usara para mejorar mis notas sin matarme era valido. Una por una.

Estaba sentada leyendo el final que ya el imbecil de Nixon me habia dicho, espoleado para ser exacto, estaba en las gradas, donde la gente se sentaba a ver a los chicos jugar futbol americano.
No estaba sola, mucho mas abajo estaban las porristas gritandole emocionada mientras ellos practicaban y mas alla admiradoras, yo estaba arriba sin gente alrededor leyendo en paz lo que queria. Usualmente siempre iba a leer alli, porque a pesar del escandalo y gritos. Nadie se acerba a pedirme la hora, ni  hablan a mi lado, ni me fastidian era genial ademas ver chicos ricos corriendo y embistiendose entre ellos no era una mala vista. Estaba demasiado entretenida quizas, por eso no me di cuenta cuando alguien se sento a mi lado, sino hasta que oi la respiración acelerada de alguien que tomaba agua a mi lado, este sin permiso lanzo un bolso deportivo a mi lado y aun asi, ni gire a ver, segui concentrada en lo que leia.

- Tenias como dos semanas sin venir-. me informo aquella voz masculina sentada a mi lado. Alce la vista girandome al ver a su dueño. Si habia oido su voz, pero nunca dirigiendose hacia mi, siempre lo compare aun Superman, ya saben, blanquito, cuarto bate, grandote de hombros grandes, ojos profundos, oscuros, pelo negro bien peinado. Riquisimo. Era ese chico con el que todas querian salir y llegar a casa para que sus padres conocieran. Mire a los lados y vi que se dirigia a mi.
Definitivamente los atraigo con la cuchara.
Vi muchas cabezas girando a vernos, a lo lejos. Me sentia incomoda asi que baje de nuevo la vista a mi libro intentando relajarme. ignorarlo  y que se fuera pero se quedo sentado en silencio a mi lado. solte un suspiro.
- ¿Como sabes cuando vengo?.- pregunte de repente intentando parecer despreocupada.  Era nada mas y nada menos Michael Brenz el segundo a la cabeza luego de Peter el amigo de Nixon.
- Por que siempre te veo, desde al primera vez que llegastes...

ay...
que tierno...
que cuchi...
que lindo...

Lo mire con los ojos entrecerrados. Para que no notara el efecto de las palabras.
Ese buen lexico me lo conocia.

- ¿Puedo saber que interes puede tener en una nula como yo, el gran y cotizado Michael Brenz?-. pregunte con voz suave y amable, aunque eso sonara  bastante odioso. Aunque no queria que sonara asi.
- Sabes mi nombre-. musito sonriente .

Oh no.. ese no era el efecto que queria causar.
Este cree que me interesa, vamos a seguirle la corriente.
A ver, con que me sorprende.
Me sé el nombre de todos.

cerre mi libro, girandome a verlo. Aun esperaba su respuesta y lo noto.

- Bueno me gustaria invitarte a ...
- Oh lo siento yo no salgo con...
- Duciel-. me interrumpio-. Dejame terminar.- dijo y lo mire sorprendida. ¿Como se sabia mi nombre?- Todos se saben tu nombre-. dijo al ver mi cara de sorpresa. ¡¿Qué?!, ¡¿Por que?! - Hay una fiesta en unas semanas un sabado es en mi casa. Me gustaria que fueras.

Juegos Pesados (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora