capitulo 29- Sueños

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Uff lo odio....
Provoca partirle el cuello.
El taqui taqui del golpeteo de su zapato, contra mi asiento en serio me exasperaba. Me volvia loca. Lo hacia por joderme la paciencia y como lo lograba.
Odiaba los lunes aun mas...
La unica diferencia es que el chico detras de mi asiento no era el Nixon Hajek desconocido mujeriego. Sino.... mi esposo.

Osea que si lo parto... Estoy pensando en hacerlo... pero...
¡Quedaria Viuda!

Siento el asiento vibrar suavemente ante las patadas cuando no puedo mas, giro a verlo. Fuminarlo con la mirada, pero solo veo el sol golpearle los ojos azules intenso, la sonrisa super abierta de colmillos largos y me derrito.

Me derrito de amor porque estoy perdidamente enamorada de él.
Porque desde que lo vi, el primer dia. Su presencia me impacto. Tenia un sueter de cuello de tortuga que le habia regalado, un mono gris y zaparos reluciented. Estaba de impacto demasiado....algo se traia entre manos.
Desde hace dias estaba extraño. Algo se traia entre manos.

- Deja el jodido pie Nixon.- sisee bajo.
- !No quiero¡-. Dijo aniñadamente. Abri los ojis en par y este sonrio.
- Basta, animal...
- Uy que geniesito esposa mia.- me susurro. Estuve a punto de reirme. Pero simplemente torci el gesto aun mas.
- ¿Sera que el cotizado y magistral peleador callejero Nixon Hajek puede dejar de pegarle a mi silla?
- Si claro... cuando te gradues-. Dijo cerca.- me gire estresada y lo noto en seguida.- Lo dejare de hacer. Con una condicion.
- Hare lo que sea jodido Nixon. - ante aquello él sonrio aun mas.
- Señores...- Ambos giramos ante el llamado de atencion del profesor carrero. Hice una mueca y Nixon solto la risa-. ¿Podemos dejar los rollos maritales en casa?- ante aquello varios rieron. Queria hundirme aun mas en el asiento.
- es que estoy perdidamente enamorado de mi esposa-. Anuncio muy alto Nixon haciendome sonreir negando.

¿Quien diria que esta era la vida que me hacia feliz?
Con jean Carlos tuve carros, dinero, casa enorme. Tuve joyas y lo que quisiera. Pero no fui feliz. En algun momento pense que las cosas materiales apaciguarian mi miserable vida y no fue asi. Ayudo en gran parte.... a mi familia. Pero a mi personalmente no me hizo feliz. Y aunque ahorita no tenia la vida tan lujosa que tenia era rica en alegrias, en felicidad.
En el momento en que Nixon estuvo frente a mi edificio en su auto, fui feliz aunque ni yo lo sabia. Él me habia mantenido en calma, pero tambien me habia hecho enloquecer y descubri que en ese pequeño apartamento donde viviamos era inmensamente feliz. Y ahora me veia mas que rodeada de amigos, me veia rodeada de familia. Lo unico bueno que dejo el miserable de Tony Venganna. Una familia de hombres y mujeres fuertes en la que ahora me incluia. Porque jamas nadie estuvo tan pendiente de mi como ellos y como mi actual esposo.

¿La boda?
No hubo boda de vestido largo blanco, ni madrinas, ni una ceremonia magistral. No eramos ese estilo y yo Nixon no era tan paciente. Fue en un juzgado sencillo pero estabamos lo que debiamos. Familia amigos y nuestros padrinos.
Pude soportar que nixon mirara a nuestra madrina y testigo de boda, porque hasta yo en ocasiones me buceaba a Tita, y se la perdone porque yo le hechaba ojitos a Zahir, lo cual a Venus le daba risa. 1

Rodearme de ellos me habia hecho crecer, eran personas que estaban llenas de experiencias y sabidurias. Personas que habian sufrido como yo y se habian levantado. El dolor y la vengaza nos habia unido pero nos mantuvo el amor a nuestra familias y lo magistral de nuestras personalidades.

Cley, Saul, Michael, Peter... todos y cada uno de ellos fueron pieza fundamental para nuestra vida. Y seguian siendolo.

Su insistencia en que volviera a clases tuvo su efecto porque aqui estaba de nuevo. Junto aun Nixon que por buena suerte pudo estudiar la carrera que decidio para ayudar a sus padres al unilateral que estaba con Alba, la mejor amiga de Tita, Gael y Loreen mi pelirroja amiga quien lo incluyo en su cuerpo elite. La vida era una casualidad muy bonita.

Juegos Pesados (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora