Juegos Pesados (COMPLETA)

capitulo 14 - home

Siempre habia querido esta patria, amaba mi tierra, aunque la pobreza me desvio del camino, aunque la escases me obligo a fracturar la buena conducta que tenia de niña, envuelta en una adolescencia perturbada, vandala y peligrosa.
Mire a Rockstar, fumarse un cigarro en la habitacion de aquel hotel. Estaba en aquellas calles tan conocidas pero no me atrevia a pisar el barrio sola.
No aun...
No verla a ella...

Removi la cabeza de un lado a otro, cuando senti el puño tocarme el costado y hacerme arrodillarme, sin aire.
Mire a los tres infelices que estaban moliendome las costillas a golpes, se veian excitados, acelerados como si gozaran hacerlo. No como si gozara, lo estaban gozando.
Como no...
A aquellos tres les hice la vida infeliz, era una despota, grosera, insultante y denigrante y jamas pudieron tocarme hoy se estaban desquitando todas.

Por eso siempre dije obra mal, que la vida se encargara de escupirte la cara.

Al alzar la vista, vi como uno de ellos se tomaba el tiempo de alzar la pierna para seguro patearme el rostro con la bota punta de hierro y trague hondo

Iba a dolerme...

- El rostro no-. Sono una voz alto demasiado famillar y vi a los tres policias quitarse aun lado. Mientras cerraba los ojos ante la oleada de malos recuerdos que me traia aquella voz y me azotaba la mente. - Le Duciel... - gire el rostro cuando él me llamo. Lo odiaba, no habia ser a quien odiara mas que a Jean Carlos.

Tenia estos años sin verlo, habia subido algo de peso pero seguia viendose fortachon, cuadrado, alto y el uniforme negro, con gris, mas el chaleco antibalas lo hacian verse aun mas fuerte. Tenia la chiva entre gris y negra, el cabello muy corto. Era un tipo apuesto pero me daba tanto asco que en ocasiones no podia evitar demostrarselo. Tenia un brazo tatuado, él le decia marcas de guerras y yo tenia demasiadas en mi piel. Me las hice para tapar puñaladas, rasguños y cicatrices. Que Nixon si se percato aquella noche que estuvimos juntos y que se que por respeto, pena, miedo o quizas otra razon no quiso preguntar ni saber de ellas.
La verdad es que en ese sentido la indiferencia de Nixon me habia hecho sentir bien y comoda. Jamas pregunto con mucha euforia cosas de mi pasado y eso me causaba paz. Comodida.
Era doloroso hablar de todo lo que habia dejado aqui sobre todo de Daniels, Ian y aun mas de Caroline.
Ellos, ellos me quemaban el alma.

- ¿Donde?-. Fue lo unico que lo oi preguntar. Mientras yo estaba arrodillada.
- En una universidad rodeada de niñitos ricachones.- le solto Ricky y gire la vista a verlo.

No nombres a Nixon...
No lo nombres...

- ¿Con quien?-. Pregunto Jean Carlos y en ese segundo al mirarlo. Él tenia su mirada fija en mí. Deborandome con la mirada.
Ricky me miro, sentia su mirada sobre mí, y yo simplemente si nombraba a Nixon...
- Solo la vi. No indague mas-. Al oir aquello mire de reojo al infeliz aquel. Tomando aire.
- Levantate. Quitate esa ropa tan mojigata y arreglate.- me dijo en tono mandon Jean Carlos tirandome al frente un bolso negro el cual reconoci en seguida, era mío. Seguramente con cosas mías alli adentro.

Este se dio media vuelta y salio de la habitación, tras este los otros tres animales que tenia por compañeros. Me levante quejandome, adolorida.

- Tu...
- No es por ti-. Me dijo aquel tirando el cigarro en el suelo y pisandolo.- A Nixon le tengo respeto. Se lo gano a pulso.
- ¿Ahora tienes etica?-. Le pregunte con sarcasmo, sobandome las costillas. Este se giro abriendo la puerta-. ¿No me diras por qué? -. Pregunte cuando lo vi a punto de irse.
- Ian, era un buen hermano....

Él tenia toda la razon del mundo en vengarse de mi... me lo merecia.

Apenas empezaba el infierno.

Me mire por enesima vez en el espejo.

Me sentia familiar, mas no comoda, me sentia yo y no podia odiarme mas a mi misma de lo posible. Descubri que adoraba ser quien era cuando estaba con Nixon, adoraba en lo que estaba empezando a convertir junto a él. La manera en que mejoraba y no lo habia notado y nuevamente aqui....