Lykos canyon

Capitulo 3.-Lluvia.

Después de las palabras de mi padre me pregunte como se supone que yo soy quien debe proteger la vida si el próximo gran peligro para la vida esta en mi.

Sin pensarlo dos veces proseguí en mi búsqueda de lobos, después de todo no he visto ninguno desde que llegue a este mundo.

Seguí mi camino en dirección sureste desde el Templo de la Luna continuando hasta salir del Bosque del Inicio. Durante un largo rato no habían indicios de lobos u otras de las razas que el Sol, la Luna y la Vida habían creado; hasta que me tope con un pequeño campamento, la fogata seguía caliente y habían rastros de esencia de lobo femenino muy recientes así que tenia dos opciones, esperar o seguir la esencia, pero como ya había estado largo tiempo caminando opte por esperar, me subí a un árbol y espere hasta que me quede dormido.

2 Hrs. después

Desperté atado al mismo árbol en que me quede dormido y al mirar al rededor vi a una loba gris se veía como de unos 22 años (la edad de los lobos es como la de los humanos), siendo sincero ella era bastante bella con unos ojos azules con tonos rojizos, me le quede mirando curioso hasta que ella noto que había despertado.

-¿Quien eres? y ¿que hacías dormido en mi campamento?-Me preguntó.

-Yo soy Haul, y llevo viajando varias horas en busca de mas lobos........- Mire a mi alrededor para luego decir ¿Cómo llegue aquí?, estaba dormido en la copa del árbol-Realmente estaba actuando para no asustarla puesto que puedo hacer que esta cuerda se queme en segundos.

-Cuando llegue estabas profundamente dormido en el suelo- ella me contesto intentando no reírse -soy Lluvia, yo he estado en búsqueda de algunos antiguos templos- Dijo mientras me desataba del árbol.

-Gracias por desatarme, ¿de que dirección vienes?

-Vengo del sureste en dirección al noreste, he oído rumores de varios templos en esa zona.

-Bueno eso es cierto, yo vengo de ahi y conozco ese lugar como las almohadillas de mi pata, podría ser tu guía-Le dije cortésmente.

-Como puedo estar segura de que no me atacaras o algo peor?

-Realmente no puedes, pero es difícil encontrar los 4 templos sin un mapa o un guía.-Dije en un tono un tanto burlón-Pero si quieres buscar los 4 templos por ti misma buena suerte-Me levante en dirección sureste de nuevo.

-¡¡Espera!!-Al oír esto me detuve y gire la cabeza ligeramente hacia donde estaba ella.

Ella suspiro-Bien ire contigo, pero no esperes que te pague o que te deba un favor-Me acerque hacia ella y dije

-Bien ¿que estamos esperando?

Empezamos a caminar al noreste le fui explicando a medias la historia del bosque y los templos al igual que una breve explicación de para que fue construido cada templo. Ella tenia una mirada llena de asombro y curiosidad, siendo sincero su mirada era muy linda.

Una vez que llegamos al Bosque del Inicio le pedí que hiciera una pausa y que escuchara y mirara atentamente a su alrededor, después de unos minutos le pregunte que había sentido, y ella me contesto-Sentí una total paz al oír las corrientes de viento y sonidos de las aves, y un aura llena de vida.

-Bueno esa sensación significa que has entrado al Bosque del Inicio, el lugar donde el Sol y la Luna aparecieron por primera vez.

-¿En serio quieres que crea eso?, digo si ellos fueron los creadores de todo esto, ¿porque no hay ningún registro de ellos?-

-Pues eso mismo me pregunte de los clanes que existieron hace cientos de años cuando era mas joven- Al decir eso ultimo inmediatamente me cubrí el hocico con mi pata.

-Si claro y los dragones son reales-Ella dijo un tanto burlona-

-...........la verdad es que si...-conteste un poco nervioso

-De que estas hablando si todos saben que solo son leyendas-Dijo un poco nerviosa

-......como crees que conozco el Bosque del Inicio como las almohadillas de mi pata si no es recorriéndolo por cientos de años....-Dije mientras mis ojos empezaban a brillar-Yo soy al que conocen como Luz Solar en cientos de leyendas...-

Hubo un silencio incomodo mientras nos dirigíamos al templo de la Luna, una vez llegamos ahí ella de puso a observar como el templo estaba intacto a pesar de tener probablemente milenios de antigüedad.

Mientras ella observaba yo me preguntaba si fue buena idea decirle, pero también seguía pensando en las palabras de mi padre.