Nate toma mis caderas con fuerza trazando círculos imaginarios allí con sus pulgares, sus besos son con necesidad y desespero.
– Nate. – murmuro con la respiración agitada cuando este hunde su cara en mi cuello. – no estamos solos en casa.
– Calla, Lya.
El se encargaba de repartir besos húmedos por todo mi cuello y clavícula, enterré mis dedos en su cabello mordiendo mi labio para no soltar ningún sonido.
– ¡Lya! – la voz nasal de Aly nos interrumpe.
El invierno se acercaba y con una Aly enferma como cada año. Una Aly en un viejo suéter enorme, algo desaliñada y con la nariz notablemente roja nos veía avergonzada.
– Lamentamos arruinar tus actos sexuales indebidos, Lya. – Sean medio gruñe medio dice con lo brazos cruzados. – estas profanando el sofá.
– Lo lamento, hermanita. – Aly mira a Shawn unos segundos claramente enfadad. – podrías ir con Shawn en busca de medicinas.
– Acaso Shawn no puede ir solo. – Nash interviene en la conversación.
– Acaso quieres que parta de nuevo tu nariz, Grier.
– No me tientes, Mendes. – Nash hace un ademan para levantarse del sillón, pero termino jalándolo de vuelta.
–Solo iré con Shawn. – le susurro al oído. – espérame aquí.
Aly me hace entrega del dinero y una enorme lista de píldoras, salgo de la casa sin siquiera fijarme si Shawn está detrás de mí. El frio me hace abrazarme a mi misma, pero no me devolveré a por un suéter. Shawn camina a mi par en silencio, mirando al suelo con la mandíbula tensa.
– ¿Algún problema? – murmuro mirándole y él ni siquiera parece escucharme.
– El te gusta. – dice mirando al frente con el ceño fruncido.
– Si, así funcionan las cosas.
Shawn me mira unos cuantos segundos y termina suspirando.
– ¿Tienes frio? Estas en Canadá, idiota. – el gruñe. – en invierno llevas suéter.
– Eso no es tu asunto.
– Muere de frio, Lya.
– Creo que, si muero, eso a ti te importara poco.
Comienzo por caminar con una velocidad mayor dejando al idiota atrás.
– Espera, hermosa. – toma mi muñeca jalando de mí.
– Vamos a la farmacia, Shawn.
El se a quitado el suéter rosa que llevaba, quedando solo con una fina camisa blanca.
– No quiero que mueras. – me lanza la prenda a la cara. – no tendría a quien molestar.
Lo miro con los ojos entrecerrado, pero termina aceptando el suéter que me queda gigante por obvias razones.
– Esa definitivamente es tu talla.
– Callate.
El pasa su brazo por mis hombros besa mi sien riendo y terminamos caminando de esa manera.
– Entonces. – alarga sus palabras. – él es tu novio.
–Uh, el no me ha pedido eso, aún.
–Nadie quiere ser tu novio, Lya.
–Terminare vieja, sola y con veinte gatos.
–Tu miserable futuro.
Comienzo por jugar con su mano, la cual cuelga de mi hombro.
–¿Me tengo que preocupar? – el me mira divertido. – ya sabes por eso de que no me lo haya propuesto.
–Por que quieres ser su novia. – Shawn ríe. – le sangra la nariz fácil.
– ¡Simio! – chillo indignada. – ¿Cómo se lo pediste a Aly?
– Yo nunca se lo pedí a tu hermana. – Shawn sonríe de medio lado. – ella me lo pido a mi. Aly me beso y luego me pedio salir.
– ¿Pero ella te gusta?
– Uh.
– ¿Lo que quieres decir es que se lo pida yo?
– ¡No! – jadea tomando de los hombros. – el no es bueno para ti.
– ¿Y quién sí?
Shawn me mira intensamente, puedo jurar que su mirada se vuelve mas oscura y su sonrisa es extraña. Mi cuerpo se pone en alerta cuando este comienza a acercarse notablemente y termino cerrando los ojos con fuerza.
– Mi tonta. – su aliento choca con mis labios, pero este termina besando mi nariz. – vamos por las medicinas.
– Medicinas. – balbuceo.
– Eh, Lya. – Shawn me mira con una sonrisa. – si el vuelve a tocarte de esa manera yyo estoy presente, le partiré la nariz
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Te odio, Mendes (Shawn Mendes)
Fanfiction"Lo odio, detesto su estupida sonrisa, odio ver su cabello rizado, me enferna escuchar su risa, odio que sea tan malditamente alto. ¡Te odio, Mendes!"