El sonido de la lluvia llena la habitación en penumbra. Entierro mi cara en la almohada aspirando su aroma.
¡Dios mío!
Escucho pasos apresurados en el pasillo, así como voces desde el piso de abajo.
Oh, oh.
– Solo me daré una ducha y a dormir.
Siento pánico al escuchar su voz en el pasillo. La puerta de la habitación se abre y patéticamente me hago la dormida.
– Sean, no la molestes. – dice su madre en un pequeño murmullo. – mañana te lo explico.
Luego de unos segundos escucho el sonido de la puerta siendo cerradas y pasos dentro de la habitación. Abro los ojos unos segundos para encontrarme con Pierson sin camisa.
– Se que estas despierta, Lya.
Abro los ojos para encontrarme con un Sean con el ceño fruncido secando su cabello con una toalla.
– Hola.
El no responde simplemente rueda los ojos y entra al baño azotando la puerta.
– ¡SEAN, TU NO COMPRAS MIS PUERTAS!
Es la repuesta de su tierna desde el pasillo.
¡Que humos, Pierson!
Me siento en la cama abrazando una de las almohadas y me entretengo escuchando el sonido de la ducha luego de un tiempo Sean sale con una toalla colgando de sus caderas. Lo veo buscar un par de bóxer en su armario.
– Dejare caer la toalla en cinco segundos. – el advierte siéndome serio y mi mirada se va hasta su abdomen y sigo bajando hasta... – ¡Lya!
Cubro mi cara con mis manos y cierro mis ojos.
Luego de lo que parece ser una eternidad el mismo toma mis manos bajándolas.
– ¿Por qué estas aquí? – demanda algo molesto.
– Nate me dejo a mitad de la nada y tu madre me encontró.
– Quiero que te vayas. – el gruñe señalado la puerta de su habitación.
– Son las tres de la mañana.
– Exacto, Lya. – toma mis brazos con fuerza. – son las tres de la mañana y no quiero verte mucho menos en mi cama ¿Cómo puedes dormir donde duerme quien odias y aborreces?
El está dolido.
– Me lastimas.
Sean me suelta diciendo una palabrota.
– Bien, no puedo sacarte por que mi mama me mataría. – el despeina su cabello. – y no pienso dormir en el sofá.
– ¿Tú quieres?
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Te odio, Mendes (Shawn Mendes)
Fanfiction"Lo odio, detesto su estupida sonrisa, odio ver su cabello rizado, me enferna escuchar su risa, odio que sea tan malditamente alto. ¡Te odio, Mendes!"