Caminaba por un vecindario que no reconocía del todo mientras la lluvia me empapa de pies a cabeza, mis lagrimas se mezclaban con las gotas de lluvia y el frio hace que mis manos se entumecieran.
– Tonto, Natw. – murmuro entre sollozos mirando la calle oscura.
Los autos pasan a mi lado cada cuanto mientras camino sin rumbo alguno.
No debí discutir con el claro está, pero el cruzo la raya de todo lo conocido al bajarme del auto con la lluvia ¡A mitad de la noche!
– ¿Lya? – una camioneta negra se estaciona junto a mí. – ¿Lya, estas bien?
La señora Pierson me mira con una sonrisa.
– Yo... – titubeo entre sollozos.
– Sube al auto.
Hago lo que ella me indica y ella me ofrece un enorme suéter negro para cubrirme.
– Lamento arruinar su auto.
– Tengo dos hijos, Lya. – ella me mira risueña. – ellos se encargan de arruinarlo a diario.
– Gracias, señora Pierson.
Ella enciende el auto para dar marcha calla abajo.
– ¿Qué te paso?
– Discutí con mi novio y el me bajo del auto.
– ¿Con lluvia? Que lindo. – murmuro algo enojada. – te llevare a casa para que te cambies y comas algo.
– ¿Sean esta?
– Sean esta de vieje con su padre y hermana. – niega divertida al ver mi cara de preocupación.
No quiero ver a Pierson.
No nos hemos dirigido la palabra en tres meses y no comenzaremos de nuevo hoy.
Sean Pierson tiene una nueva vida totalmente alejada de nosotros y eso esta bien por mí, él tiene nuevos amigos tontos y camina del brazo de lindas chicas por el instituto.
No es que me importe su vida.
La señora Pierson estaciona el auto en el garaje y ambas corremos a la entrada para protegernos de la lluvia.
– Estas en tu casa, linda. – ella corre escalera arriba dejándome sola unos minutos.
Miro las fotos familiares que están colgadas ¡Sean bebe! Era tierno, lastimas que creció para ser un idiota. Veo un par de fotos mas para encontrarme con una curiosa, Es Sean sonriendo a la cámara, pero mi atención va a la cadena que cuelga de su cuello.
¡Él es...! ¡El me...!
– ¿Lya? – la voz de la señora me hace dejar la foto en su lugar. – encontraste las fotos de Sean ¡Que no es guapo mi bebe!
– Lindas fotos. – balbuceo.
– Dios, estas pálida. – chilla entregándome una toalla. – eso debe de ser el frio. Te prepare un baño caliente.
Ella jala de mi muñeca escalera arriba hasta la habitación de Sean. La habitación esta bañada en su colonia y eso me esta volviendo loca.
– Vamos entra a tomar un baño caliente. – abre la puerta del baño para mí. – deje ropa para ti allí.
En el baño me despojo de toda mi ropa mojada entrando a la bañera caliente, abrazo mis rodillas mirando fijamente los azulejos, tomo la cadena de plata que cuelga de mi cuello entre mis dedos.
Pierson es el chico de mis sueños.
La señora tararea una canción que desconozco cuando bajo a encontrarme con ella en la cocina. Lucho contra los pantaloncillos cortos que dejo para mi junto con un suéter que para mi mala suerte es de Sean.
– ¿Mejor?
– Si, gracias.
– Veo que la ropa de Ely no te queda. – ríe al ver que jalo el suéter lo mas bajo posible.
– ¿Emy?
– La hermana de Sean. – me hace entrega de una tasa.
– Gracias. – murmuro mirando la tasa. – es muy amable.
– ¿No te molesta quedarte aquí esta noche? Es peligroso manejar con esta lluvia.
– Tengo que llamar a mi madre.
– Yo lo hago.
Le indico el numero, la miro charlar con mi madre con una pequeña sonrisa.
– Ves, listo.
Asiento jugetenado con la candena en mi cuello a lo que ella mira sonriente.
– Era de su abuela ¿lo sabias?
– ¿Eh?
– La cadena que usas era de su abuela. – toma el dije entre sus manos. – supongo que quería que te protegiera ¿Sabes? El esta algo deprimido.
– Puedo devolverle la cadena si es eso.
– No, Lya. – rie mirándome. – solo no le rompas el corazón.
¿Y si el rompe el mio?
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Te odio, Mendes (Shawn Mendes)
Fanfiction"Lo odio, detesto su estupida sonrisa, odio ver su cabello rizado, me enferna escuchar su risa, odio que sea tan malditamente alto. ¡Te odio, Mendes!"