52 - SM The Academy

65. La Luz del Árbol de Bellotas

(Narrador)

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Todo lo que estaba pasando, era digno para ser parte de una novela de drama, pero no era así, o por lo menos para Yoselin, la chica que se encontraba al lado de una cama ocupada dentro de la Rebelión no lo era.

-Yoselin: Hola... -la chica se acababa de sentar en una silla al lado de la cama- Tengo tiempo sin venir acá.

Nada. Era la respuesta que recibía por parte del chico que estaba en esa cama.

-Yoselin: Sé que vine ayer y antier... Bueno, prácticamente todos los días -dijo riéndose forzadamente- pero, es obvio, ahora somos parte de algo más grande, ya pasaron cuatro meses desde que Enrico hizo lo que hizo... -Ella miraba esperanzara recibir una respuesta- Desde ese momento estoy preocupada siempre... Vicky me aconsejo hablarte, aunque bueno, no sé si me escuchas o no.

Las lágrimas comenzaron a salir cayendo en su pantalón, su voz comenzó a sonar rota, mientras se limpiaba la cara del llanto.

-Yoselin: Yo, quisiera a veces que cambiemos de Lugar Luis... -dijo levantándose y dándole un beso en la mejilla- Quisiera que seas tú la persona que este a mi lado y me cuide... quiero que te levantes y podamos volver a reírnos... poder golpearte por tus tontos comentarios, quiero abrazarte, besarte... que seamos Luis y Yoselin como siempre -la chica comenzó a llorar otra vez- Te amo mi héroe...

La chica comenzó a caminar hacia la puerta, para ir a su habitación, debía dejar descansar a Luis, que ya llevaba cuatro meses y medio en coma.

. . .

El tiempo estaba paralizado, una estruendosa tormenta comenzaba a hacerse notar en el cielo nocturno, el viento soplaba con poca fuerza, las hojas de los pocos árboles en la calle caían con gracia hasta llegar al suelo, las luces de la calle titilaban con una armonía que provocaba temor, todo parecía dar vueltas y girar en torno a un solo hecho. La chica de su vida estaba en brazos de la muerte, la cual estaba esperando el momento para llevársela...

Yoselin comenzó a bajar su mirada, la cual estaba enrojecida por las lágrimas de dolor que comenzaron a salir, lo que vio hizo que soltara un leve suspiro de impresión. Enrico tenía su brazo izquierdo casi por completo dentro de su vientre, a su parecer el chico le atravesó por completo.

Enrico, el cual cambio por completo su semblante, de una sonrisa sádica a una cara que expresaba, impresión, temor, tristeza, arrepentimiento, saco el brazo que atravesó por completo a la chica, y comenzó a observarlo mientras retrocedía.

-Enrico: (Yo...) -su voz era distinta, sonaba rota- (Debiste detenerme...) (¡¡MALDITA SEA!!) -el chico comenzó a llorar mientras gritaba de rabia, y el fuego de su mano se tornaba de un color azul-

El chico se incendió por completo en un fuego azul brillante, mientras gritaba de dolor. Luis el cual solo pudo ver con cómo la chica fue atravesada por la mano de su amigo, corrió al ver las piernas de la chica temblar y caerse al suelo, Luis con los ojos quebrados levanto la cabeza de la chica y la puso en sus piernas para que las usara de almohada, rápidamente, uso sus manos para cubrir la herida letal que tenía en su abdomen, sin importarle la sangre que lo manchaba a él y a la ropa de la chica.

-Luis: ¡Yoss! –el chico miraba de abajo hacia arriba, cambiando las vista entre la herida y los ojos de la chica- Sujétate la herida, debemos impedir que siga sangrando... -dijo sujetando a la chica de las piernas y la cabeza, levantándola y acomodándola como si fuera un bebe en brazos-