Capítulo 1 |Parte 2|

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Tragué saliva, sacudiendo mi cabeza, tratando de dirigir mi cabeza en la correcta dirección de donde mis pensamientos realmente deberían de estar.

Debería estar feliz, extasiada, aliviada y todas las emociones positivas... pero ¿porque ni siquiera había una onza de mi ser que sintiera alguna de esas cosas?

¿Porque, en cambio, me sentía perdida, asustada, decepcionada y sobre todo ... desorientada?

El timbre sonó golpeando contra las paredes de las cuatro esquinas de la casa, rebotando en mis tímpanos, sacándome de un aturdimiento haciendo que levantara la cabeza rápidamente y dirigirla hacia la puerta. Varios suaves golpes pero exigentes se escucharon poco después y fue entonces cuando supe ... esto era todo.

Mordiendo el interior de mi mejilla, me puse de pie lentamente, agarrando mi móvil mientras caminaba hacia la puerta principal. El momento en que la abrí, no había vuelta atrás. Tomando una profunda respiración, agarré el pomo de la puerta, girándolo mientras abría la puerta, revelando a Carly y John de pie en mi porche delantero.

Los ojos de Carly sostenían compasión, sabiendo exactamente como me estaba sintiendo por las incontables noches que se quedó conmigo, sosteniéndome mientras lloraba en su pecho, repetidamente diciéndole que lo sentía y que debería de haberla escuchado desde el principio.

Decir que estaba dañada era una completa subestimación. Fui golpeada hasta quedarme sin vida por cualquier sentimiento conocido por el hombre. Estaba entumecida de la cabeza a los pies, sin saber como manejarme a mi misma por mas tiempo, pero poco a poco, encontré la comodidad en mi interior y luché para contenerme a mi misma.

Hice un muy buen trabajo también, poniéndome de pie y empezando mi vida de nuevo, eso fue, hasta que me dijeron que Justin sería puesto en libertad después de haber cumplido su correspondido tiempo en la cárcel.

John me miró hacia mi con una mirada sombreada de simpatía en sus ojos, sabiendo de primera mano, antes que nadie, que estaba sintiendo.

“¿Estas bien?” Carly me preguntó, rompiendo el espeso silencio que caía entre nosotros e inmediatamente ella cerró sus ojos, mentalmente maldiciéndose.

John pasó un brazo alrededor de su cintura, acercándola hacia su costado y apretando su cadera, diciéndole silenciosamente que se callara.

Le di una irónica sonrisa, tratando duramente de no fruncir el ceño. “Estoy bien, Carls.” Cerré la puerta detrás de mi antes de maniobrar mi paso entre ellos y por el camino que iba desde la acera de mi casa y viceversa.

Asentí con la cabeza hacia el resto de los chicos que estaban sentados en el coche, mirándome fijamente, por cualquier señal de peligro. Dándome un pequeño saludo con la mano, esta vez di una sonrisa con los labios delgados, volviéndome para asegurarme de que John y Carly estaban detrás de mi mientras esperaba hasta que Carly caminó a mi lado.

Abriendo la puerta, ella entró primero antes de que me sentara a su lado. Bruce pisó el acelerador, acelerando el coche antes de correr por la acera en silencio hacia el centro penitenciario.

Ninguno de ellos se molestó en hacer preguntas, ya sabiendo la respuesta.

Volví mi mirada hacia afuera de la ventana, las imágenes borrosas de afuera captaban mi atención, mi mente estaba desvaneciéndose en el aire y hacia los recuerdos del pasado.

“No quiero que te hagan daño.”

“No lo harán.”

“No digas eso.” Sacudí mi cabeza. “No me alimentes con mentiras.”

“No estoy--”

“Lo estas.” Enfaticé estrictamente. “No eres vencible en el mundo, Justin. No puedes ser solo derribado por la policía sino que también hay gente mucho mas poderosa y peligrosa por ahí que quiere derrumbarte.”

Apreté mis ojos cerrándolos, tratando duramente de disimular el dolor, deseando desesperadamente olvidar.

“______...”

“Tengo miedo.” Susurré. “¿Vale? Tengo miedo de que un día simplemente tenga una llamada de Bruce o John diciéndome que estas muerto.”

Mordí mi labio inferior, sintiendo mis emociones abrumarse en mi interior, todo que dije, toda las cosas que el prometió vinieron de vuelta a mi, persiguiéndome de que todo fueran mentiras.

“Maldita sea _____...” El murmuró. “No pienses así.”

“¿Como no puedo pensar así?” Le miré con incredulidad. “Si no te has dado cuenta, tu vida esta bastante jodida.”

“¿Piensas que no se eso?” El escupió. “Pero, lo estoy intentando, ¿Vale? No puedo simplemente parar lo malo que viene a mi vida. Confía en mi, si pudiera, lo haría.” 

Apoyé mi cabeza contra el frío cristal, tomando varias profundas respiraciones, tratando de relajarme a mí misma.

“Desearía ser normal y simplemente estar contigo sin ningún tipo de preocupación, pero no puedo. No con la forma en la que vivo.”

“No con la forma en la que vivo...” Repetí las palabras para mí misma, haciendo una mueca ante el recuerdo. Lamiendo mis labios, tragué saliva duramente. No pude evitar sentir mi estómago dando tumbos en toda las direcciones, mi corazón bombeaba en mi pecho mas rápido que nunca antes.

Gemí mientras mis ojos se abrían, las luces que iluminaban prácticamente me cegaban. Todo mi cuerpo se sentía dolorido y me tenía un matador dolor de cabeza.

“______!” Oh mi -- ______ estas despierta!” Frunciendo mis cejas ante la repentina urgencia detrás de su tono, me volví para ver a mi madre corriendo hacia mi, sus brazos giraban alrededor de mi frágil cuerpo mientras ella me sostenía cerca contra su pecho. “Gracias a Dios.” Ella lloró en mi hombro, acariciando mi pelo con su mano.

La abracé a pesar de mi confusión, sin saber que estaba pasando. “Mama...” Me interrumpí, levantando la mirada para ver a mi papa y Dennis mirándome atentamente con los ojos muy abiertos, llenos de lágrimas. “¿Que esta pasando?” Murmuré.

Me había dado cuenta de el revestimiento rojo que rodeaban sus ojos y las bolsas que habían debajo de ellos. Tragando saliva, me aparté de ella. Finalmente logré mirar alrededor y casi me desmayo. Las paredes blancas, el equipo médico, maquinas, flores... yo estaba en el hospital. “Mama, papa... ¿Porque estoy aquí?” Lamí mis resecos labios, mi voz era ronca por la falta de hidratación que tenía.

“Bebe un poco de agua antes, cariño.” Ella agarró un vaso de justo al lado de la cama en la que estaba acostada, vertiendo agua en el interior antes de llevarla a mis labios, manteniendo mi barbilla en su lugar con su otra mano mientras ella levantaba el vaso con la otra mano para que el agua entrara.

Tragando el frío líquido, dejé escapar un fresco suspiro antes de recuperar mi pregunta anterior. “Mama...?”

Sus ojos estaban ensombrecidos con una mirada de lo mas lejano a la simpatía haciendo que la boca de mi estómago se retorciera dolorosamente. “Lo siento.” Ella susurró.

“Por el amor de dios, Melissa!” Mi padre gritó, haciéndola a un lado, sacudiendo su cabeza hacia ella vigorosamente. “Ya hemos discutido esto.” El hervía con sus dientes apretados, sus ojos estaban oscuros del disgusto. “Esto es todo su culpa de que ella este en el hospital.” Él escupió venenosamente, su voz era estricta y precisa causando que la piel de gallina se levantara en mi piel. “No es de nadie mas que de él, así que deja de defender a ese chico abandonado por Dios o te juro por Dios que--” El se interrumpió a si mismo, su mandíbula se movía nerviosamente de la ira.

“¿Puede alguien decirme que demonios esta pasando?” Murmuré, sin ser capaz de soportar estar en la oscuridad de todo esto.

Mi padre soltó el brazo de mi madre, volviéndose para mirarme, sus ojos inmediatamente se ablandaron. “_____...” El se calló quedándose tan mudo como mi madre. Su manzana de Adam se balanceaba lentamente indicando que el había tragado duramente.

“Basta de estancarse,” Siseé, cada vez mas impaciente. “Estoy en el hospital y exijo saber porque.”

Mi madre pasó de mirar a mi padre para mirarme a mi, repitiendo varias veces antes de posar una mano en su brazo. “Yo me encargaré de esto.” Ella murmuró, gentilmente alentándolo para que se fuera de la habitación con Dennis detrás, antes de caminar de nuevo hacia mi. Agarrando una silla, ella se sentó en ella antes de agarrar mi mano. “_____...”

“Mama, solo dime ya.” Exigí, mis nervios estaban apoderándose de mi.

Ella metió un mechón de pelo detrás de su oreja antes de agarrar mi mano, sosteniéndola en su palma antes de cubrirla con el dorso de la otra. “Te desmayaste.”

Fruncí mis cejas juntas. “¿Me desmayé?”

Ella asintió con su cabeza, el agarre que tenía en mi mano se apretó. “Estabas ayudando a poner la mesa y te había pedido que apagaras la televisión. Te fuiste para hacerlo y no volviste. Empecé a preocuparme así que fui para ver como estabas. Vi que algo iba mal así que te llame por tu nombre. No respondías y seguí haciéndolo cuando de repente tu simplemente te ... caíste. Te rozaste contra el borde de la mesa y te golpeaste tu cabeza tan duro que te tuvieron que dar puntos y tuviste una conmoción cerebral.”

“Puntos ... una conmoción cerebral?” Grité con incredulidad, sorprendida. “Pero...” Hice una pausa, tratando de comprender todo esto. “¿Porque me desmayaría, en primer lugar?” Sacudí mi cabeza con incredulidad, tratando de entender el que me estaba diciendo ella.

“Tampoco lo sabía cariño, hasta que levanté la vista hacia la televisión y lo vi por mí misma.” Ella susurró, la tristeza envolvía los soles de sus ojos.

“¿Que viste?” Pregunté, desesperada por poner las piezas que faltaban del rompecabezas que resultó ser mi vida de nuevo.

Ella sacudió su cabeza, mordiendo el interior de su mejilla, sin querer decir nada mas.

“Mama,” Murmuré con una mirada dura. “¿Que viste en la TV?” Echaba espuma con dureza.

Danger's back - Justin Bieber |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora