Capítulo 30

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“Where the hell is my boyfriend?” - “¿Donde demonios esta mi novio?”


_______’s Point of View:

Algo iba mal.

Podía sentirlo.

No sabía lo que era o que podía ser pero estaba allí. Esa sensación de hundimiento que siempre aparecía cuando algo terrible había ocurrido--el desgarramiento de tus entrañas siendo dividido desde dentro mientras el hundimiento de tu corazón quitaba todos tus deseos de pensar positivamente.

Ello me hizo revolver mi estómago. Sin saber que estaba pasando a tu alrededor o ni siquiera tener la remota idea de cualquier pista sobre lo que era que te estaba advirtiendo de no descomponerte.

Cuando Bruce llamó, no sabía que pensar. El casi nunca llamaba y la única vez que lo hizo fue para preguntarme sobre Justin y eso era algo que nunca el había hecho antes.

Una cosa es que me preocupe, pero otra es cuando es al revés y Bruce es el único tratando de mantener la calma, sabes que algo no va bien.

Andando por el suelo de mi apartamento, sostuve la parte baja de mi estómago mientras pasaba distraídamente los dedos de mi mano libre por mi cabello, tirando de los extremos y examinándolos de vez en cuando.

“Necesitas quedarte quieta antes de te de un ataque de ansiedad,” Carly sugestionó tranquilamente mientras ella se ponía a un lado de mi, sus ojos miraban cada movimiento mío mientras caminaba delante de ella.

Sacudiendo mi cabeza, la ignoré, sin ni siquiera molestarme en responder mientras golpeaba mis manos a mis muslos con agravamiento, “¿Donde demonios está? El dijo que iba a estar aquí hace media hora!”

“Relax, el probablemente se retrasó y necesitaba mas tiempo para arreglar las cosas. Estoy segura que todo esta bien, simplemente estas exagerando.” Carly suspiró, cruzando sus brazos contra su pecho.

“Sabía que no debería de haberle dejado ir.” Murmuré, negándome a prestar ninguna atención a Carly. “El todavía tiene que recuperarse de lo que pasó la última vez y yo solo... pensé que el sería capaz de manejar algo por su cuenta...” Haciendo una pausa, sacudí mi cabeza, “Solo espero que él este bien.”

Dándome una simpática sonrisa, Carly se apartó de la pared mientras ella hacia su camino hacia mi. “Estoy segura de que él esta bien.” Reposando una reconfortante mano en mi espalda, ella la frotó hacia arriba y abajo en un movimiento suave.

“Pero Bruce ni siquiera sabe donde esta...” Empecé de nuevo, “Él incluso llamó, Carly. El nunca llama especialmente cuando se trata de Justin.”

“Él probablemente quería asegurarse de que las cosas estaban bien. Ya sabes como las cosas han estado estos últimos días. Todo el mundo esta al borde con lo que esta pasando.” Abrazándome, Carly reposó su cabeza en mi hombro, “No pienses demasiado en ello. Apuesto a que Justin entrará por esta puerta en cuestión de segundos.” Ella me dio una sonrisa.

Lamiendo mis labios, me encogí de hombros, apartando mi mirada. “Si tu lo dices.” Apartándome, arrastré mis pies hacia el sofá mientras me dejaba caer en él, mis pies rápidamente golpearon contra el suelo de madera-- algo que suelo hacer cada vez que estoy nerviosa.

“Mira--,” Carly empezó antes de detenerse, sus ojos se estrecharon hacia la ventana mientras daba un paso hacia ella, “Espera... ¿es ese el coche de ellos?”

Saltando sobre mis pies, corrí hacia donde estaba Carly de pie, mirando por encima de su hombro para ver que era. “¿Que está haciendo aquí?”

“Quizás Justin cogió ese coche en vez del suyo,” Carly sugirió mientras me dirigía una mirada con mala cara por el desconocimiento.

“Solo hay una manera de descubrirlo,” Pasando por delante de ella, salí apresuradamente por la puerta y bajé las escaleras casi tropezando con mis dos pies mientras hacía lo que dije.

Siguiendome detrás, Carly cerró la puerta detrás de ella.

La puerta del coche se abrió mientras yo contenía la respiración, esperando y rezando de que fuera Justin pero no tardó en decepcionarme cuando en su lugar, Bruce salió, con una expresión indescifrable en su rostro.

“¿Bruce?” Pregunté en voz alta mientras daba unos pocos pasos vacilantes hacia él, sorprendida de que el hubiera venido aquí. “¿Donde esta Justin?”

Mirando a todo menos a mi, Bruce frotó la parte trasera de su cuello mientras el tragaba saliva duramente.

“¿Bruce?” Supuse, el silencio que nos envolvía me estaba ahogando.

Sacudiendo su cabeza, el volvió su atención hacia el suelo mientras el miraba la punta de su zapato rozando contra el cemento.

Mirando hacia atrás a Carly con una expresión de preocupación en mi cara, ella simplemente mordió su labio, sin saber que decir. Girando mi cabeza alrededor, deje escapar un lamento frustrado. “¿Vas a responderme? ¿Que demonios esta pasando?”

Encontrándose con mis ojos por primera vez desde que él vino, casi me quedo sin aliento ante el enrojecimiento que delineaba sus ojos, había una mirada distante en los soles de sus irises mientras el me miraba inexpresivamente, “Lo siento,” El susurró, su voz era ronca.

“Bruce...” Me interrumpí, “¿Que quieres decir? ¿De que estas hablando? ¿Que sientes?” le miré, desconcertada. Poniéndome de pie sobre las puntas de mis zapatos, traté de mirar más allá de él, “¿Donde esta Justin? ¿Esta contigo? ¿Él llamó?”

“_____,” Bruce me interrumpió, “Para.”

“¿Que quieres decir con para? ¿Donde demonios esta mi novio? ¿Que co*ño esta pasando Bruce?” Escupí, sin importarme un bledo en absoluto a estas alturas si los vecinos me escuchaban, mientras apresuradamente lanzaba una pregunta tras otra.

“Si puedes, simplemente ven conmigo,” Bruce agarró mi codo, “Te explicaré en el camino--”

“No!” Soltándome de su agarre, di un paso hacia atrás. “¿Que me estas escondiendo? ¿Que es eso que no me puedes decir ahora?”

Continuando ignorando mis desesperadas súplicas, Bruce simplemente se quedó de pie allí, perdido en la transición.

“Bruce--” Empecé antes de que viera el residuo rojo manchado en la parte delante de su camiseta. Jadeando, golpeé una mano en mi boca, “Eso es--es sangre? ¿Estas sangrando? Oh Dios mío, ¿que te pasó?”

“_____,” Bruce sacudió su cabeza, la tristeza le abrumaba mientras el se acercaba a mi. “Estoy bien, no soy yo quien--”

“¿Que quieres decir con que estas bien?! Estas sangrando Bruce!” Grité, mirándome fijamente con incredulidad como si el hubiera perdido la cabeza. “Oh Dios, ¿ellos volvieron? ¿Los Snipers volvieron? ¿Te hicieron daño? ¿Justin lo sabe?”

“______!” Bruce gritó, silenciándome de inmediato. “No es mi sangre.” El murmuró suavemente, tomándome por sorpresa.

Frunciendo mis cejas juntas en confusión, ladeé mi cabeza hacia un lado con asombro, “¿De que estas hablando? ¿Que quieres decir con que no es tu sangre? Lo he visto con mis propios ojos Bruce; esta en tu camiseta.” Señalé; la perplejidad iba mas allá de la idea sobre lo que estaba pasando.

Cerrando sus ojos, Bruce tomó una profunda respiración a través de su nariz. “No es mi sangre porque yo no fui al que le dispararon esta noche...”

Procesando las palabras que acababan de salir de su boca, sentí mi estómago caer al suelo, “¿Disparado?” Susurré, las palabras salían distantes en mis oídos. “¿Alguien fue--si a ti no te dispararon entonces quien...?”

Encontrando mis ojos una vez mas, traté duramente de no colapsarme justo en ese momento y allí. La cantidad de emociones que corrían a través de Bruce a la vez y viajaron hacia mi, era intensa y fue entonces cuando finalmente me di cuenta de lo que el había estado tratando de decirme todo el tiempo.

“Justin...” Murmuré mas para mí misma que para nadie mas, pero, no obstante, Bruce me escuchó y en el momento en el que su nombre salió de mis labios en realización--a pesar de que esperaba estar equivocada-- un fruncimiento tiró de los extremos de mis labios, dándome toda la confirmación que necesitaba. “No..” Negué con mi cabeza, “No, él esta bien. Tu estas mintiendo.”

“_____--” Llegando a mi, quité la mano de Bruce con brusquedad.

“No!” Espeté, negándome a creer nada. “Lo vi Bruce, solo hace unas horas. El estaba bien, el estaba muy bien...”

“Traté de convencerle de no ir solo _____, pero el no quiso escucharme. El era persistente en ocuparse de ello él mismo.” bruce se acercó mas, “Marcus fue el único que le encontró. Lo siento. Por favor, tienes que venir conmigo. No tenemos mucho tiempo--”

“No te creo.” Susurré con un fuerte temblor de mi cabeza, “No es posible. Como pudo-- como pudieron hacerle daño si el estaba bien justo antes--no tiene ningún sentido. No tiene sentido. Si los Snipers se fueron, ¿quien trataría de hacerle daño?”

“Hay una fila de gente que estas dispuesto a hacer cualquier cosa para derribarle. ____, no podemos preocuparnos por esto ahora mismo. Tenemos que irnos.” Agarrando mi codo, mas fuerte esta vez, Bruce empezó a arrastrarme hacia su coche. Abriendo la puerta del lado del pasajero, el me sentó dentro antes de cerrar de un portazo la puerta y hacer su camino alrededor.

Esperando hasta que Carly se sentó en el asiento de atrás, Bruce no dudó antes de conducir a toda velocidad por la calle, sin ni siquiera preocuparse por los policías mientras el corría a través de los dos semáforos en rojo, sus ojos estaban fijos en la carretera delante de él.

Girando hacia un carril separado, el dobló una esquina antes de cambiar de marcha y pisar aún mas el acelerador mientras le impulsaba hacia delante. Arreglándoselas para no golpear a ningún coche, Bruce se desvió hacia un lado del trayecto antes de bajar de velocidad cerca de la salida que nos conducía al hospital.

Conteniendo mi respiración en el momento en el que las letras rojas en las que se leían SALA DE EMERGENCIA brillaron antes mis ojos, me aparté de ellas, negándome a dejar que el hecho de que estábamos aquí, se apoderara de mi.

Apagando el motor en frente de la entrada, Bruce saltó del coche, tirándole las llaves a Marco que estaba de pie esperándonos y ni siquiera se dio cuenta. Agarrándolas, Marco tomó el lugar de Bruce mientras él salía a toda velocidad para aparcar el coche una vez que Carly y yo salimos de él.

Agarrando mi brazo, Bruce me condujo a través de la puerta y hacia el ascensor. Una vez dentro, el golpeó repetidas veces el número doce, su pie estaba golpeando contra las baldosas del suelo con impaciencia.

Cuando la campanilla que indicaba que habíamos llegado a la tercera planta, se escuchó, Bruce apenas esperó a que se abrieran las puertas mientras salía apresuradamente y iba a través de las puertas dobles abiertas, donde una serie de médicos estaban en torno a una camilla, gritando frases unos a otros mientras ellos comprobaban el pulso de la persona que estaba tumbada sobre ella.

Mirando de nuevo, casi me desmayé una vez que me di cuenta que la persona que yacía inconsciente era Justin. “Oh Dios mío,” Sollocé; cediendo mientras mis rodillas se debilitaban. Apartándome del agarre de Bruce, empujé a los doctores que rodeaban a mi chico mientras corría a su lado. “Justin,” Jadeé, sin ser capaz de creer a mis ojos mientras me daba cuenta de la máquina de oxígeno y los incontables cables que estaban conectados a él. Mirando las manchas de sangre en su pecho, apreté mis ojos cerrándolos una vez que vi la herida cubierta, lo que supuse que era donde le habían disparado.

“Disculpe señorita,” Una enfermera fue hacia mí, había una expresión de desconcierto en su cara, “pero no puede estar aquí--”

Abriendo mi boca para tomar represalias, Bruce me hizo callar mientras el se volvía hacia la enfermera, hablándole en susurros, haciendo que ella retrocediera.

Sintiendo todos los ojos en mí, los ignoré mientras miraba hacia los ojos cerrados de Justin. Desesperadamente queriendo que se despertara, dejé escapar un estrangulado sollozo, “Estoy aquí. Estoy aquí y te vas a poner bien. Vas a luchar contra esto porque eres fuerte... eres fuerte y tu no puedes--no puedes morir.” Acercándome otra vez, pasé temblorosamente el dorso de mis dos dedos contra la leve barba en su barbilla, con cuidado de no tocar los cables mientras lo hacía. “Necesitas--necesitas mantenerte con vida porque allí--” Ahogándome, tragué saliva duramente, “hay gente esperándote. Hay gente que te quiere...” Apartando su pelo, lamí mis labios, “No puedes irte... no puedes irte, ¿vale?” Dejando escapar un suave gemido, sacudí mi cabeza, “Por favor no te vayas.” Supliqué, desesperada porque todo esto fuera una horrible pesadilla.

Apretando su mano, pasé mi pulgar a través de ella. “Tu siempre me decías que era una luchadora y estoy luchando. Estoy luchando por ti. Ahora mismo, ¿vale? Pero tu tienes que resistir, tienes que aguantar porque tu también eres un luchador. Tienes que lucharM tienes que luchar para vivir cariño. Tienes que vivir. Hay mucha gente que te necesita...” Una forzada sonrisa se escapó a través de mis lágrimas, “yo, mas que nada. ¿Sabes? Eres todo para mi. Tu solo--solo tienes que--”

“La presión ha bajado,” Una enfermera llamó al médico mientras ella clavaba una aguja en la línea IV que estaba conectada a las venas de Justin, “He abierto fluidos.”

“Señorita, tenemos que llevarle a operar.” El doctor exclamó mientras él se ponía de pie al otro lado de Justin. “Voy a pedirle que por favor se aparte y nos deje hacer nuestro trabajo.”

Levantando mi mirada para mirarle a él, asentí con mi cabeza mientras lamía mis labios, volviéndome hacia Justin. “¿Escuchas eso cariño? Ellos van a ayudarte. Ellos van a traerte de vuelta a mi.” Susurré mientras inestablemente trataba de encontrar un lugar donde pudiera acariciarle para hacerle saber que estaba presente y para que con suerte, él pudiera sentir mi presencia a su lado.”

“Señora, por favor, no tenemos mucho tiempo.” El doctor dijo con sinceridad mientras el me insistía retroceder.

Dando un paso hacia atrás, rodeé mis brazos alrededor de mi cuerpo, mi pu*ño estaba escondido bajo mi barbilla mientras veía como se llevaban a Justin.

Se sentía como si allí hubiera habido un gran vacío en mi corazón. Me sentía perdida, con miedo... sol. La única persona que podía ayudarme a mantenerme bajo control y pensar con claridad estaba ahora en una cama en la sala de emergencias siendo preparado para operar y nadie de nosotros tenía ninguna idea de si él iba a sobrevivir o no.

No estaba acostumbrada a esto. No sabía que hacer... no tenía ni idea si debería de esperar, averiguar que estaba pasando, rezar en la capilla que había aquí en el hospital, preguntar si podría ver la operación o esperar en la habitación a que Justin llegara después de que ellos le operaran.

No sabía si iba él lo iba a lograr.

No sabía si el iba a despertar alguna vez.

No sabía si la última vez que había hablado con él hoy, sería absolutamente la última vez que le diría algo a él o volvería a ver sus ojos de nuevo. No sabía si el sabría que se sentía estar en sus brazos, como se sentía besarle o si alguna vez le escucharía decir que me ama... no sabía nada y me estaba comiendo viva.

Ya nada tenía sentido para mi.

Se sentía como si hiciera lo que hiciese, no importa cuantas veces al día rezara por que las cosas simplemente volvieran a la normalidad, todo estaba destinado a estar destruido.

Toda esta idea de que las cosas buenas pasan a la gente buena y como serán recompensados por todas las cosas que ellos han hecho en este mundo, parecía perdida. Hay demasiado buena gente, con buen corazón; personas amables que hacen mucho y todavía sufren mucho mas que aquellos que merecen lo peor, que hacen a todo esto demasiado bueno para ser verdad. Cada día pasa y nosotros ignoramos como de rotos estamos todos y lo jodido que este mundo resultó ser. Nos convencemos a nosotros mismos de que todo va a estar bien y que estamos bien pero ello no esta bien--no estamos bien.

Y una vez que lo aceptas, no hay vuelta atrás. No hay mas esperanza, no hay mas fé. Solo lo sabes, admites el hecho de que las cosas simplemente no van a ser las mismas nunca más.

“Vamos a necesitar mas ayuda,” Una voz se escuchó desde mi derecha y mientras me volvía, me di cuenta de que era de una de las enfermeras que estaba atendiendo a Justin momentos antes. “Contacta con la enfermera Angeline inmediatamente seguida por Diane, Anne y Willis. Es urgente y necesitamos hacer esto ahora. No tenemos mucho tiempo, ¿esta la enfermera Jones?”

Una repentina bombilla se encendió en mi cabeza, trayéndome de vuelta rápidamente a la realidad mientras la realización se filtraba en mi. Ni siquiera esperé a escuchar lo que la otra enfermera tenía que decir antes de que girara sobre los talones de mis pies y me precipitara a través de las puertas dobles y yendo por el pasillo ignorando las llamadas de Bruce para que volviera. Mirando de izquierda a derecha, decidí girar a la izquierda, sabiendo que había un conjunto de escaleras que conducían a la siguiente planta (siendo la única impaciente en no querer coger el ascensor)

Corriendo por el tramo, me sostuve a mi misma contra la pared, tratando de contener mi respiración mientras doblaba una esquina, empujando a unas enfermeras que estaban de pie hablando entre sí, hasta llegué a su oficina central.

“¿Puedo ayudarte?” Una mujer delgada que llevaba el nombre de Josie--debido a la etiqueta de su nombre-- me preguntó con las cejas levantadas, había una delicada sonrisa en sus labios. Sus ojos, sin embargo, mostraban preocupación mientras ella se daba cuenta de las lágrimas secas en mis mejillas.

Ignorándola, mire alrededor de la habitación. “¿Esta Melissa Jones aquí?”

“Ella se acaba de ir hace una hora... ¿estas bien querida? ¿Te gustaría un poco de agua?” La preocupación estaba atada a sus palabras.

“No,” Espeté, mis ojos se deslizaban a través de los de ella. “Solo la quiero a ella.” Murmuré a pesar de las lágrimas que amenazaban con caer. “Quiero a mi madre.”

“¿Eres la hija de Melissa?” Sus labios se entreabrieron mientras ella digería la información. Sacudiendo su cabeza para librarse de la sorpresa, sabiendo que no estaba de humor para perder tiempo, ella aclaró su garganta. “¿Te gustaría que la mandara llamar para ti?”

“Por favor.” Consentí desesperadamente, mis hombros caían mientras miraba a Josie presionar unos pocos números en su buscapersonas.

Ni siquiera un segundo después, mi madre entró a través de las puertas dobles justo al otro extremo de la habitación, mirando hacia abajo a su portapapeles en sus manos. “Josie, ¿que es tan urgente que no pudiste esperar hasta que terminara con mi paciente?”

“Mama,” Sollocé, mirando mientras ella levantaba su cabeza rápidamente con desconcierto.

“______,” Ella exclamó, sorprendida. Había pasado un largo año o así desde que la vi por última vez y eso es el tiempo mas largo que hemos estado sin vernos. “Cariño, ¿que estas haciendo aquí? ¿Que esta mal?” Metiendo su portapapeles debajo de su brazo, ella aligeró su paso para llegar a mi.

Corriendo hacia ella, lancé mis manos alrededor de su cuello. “Tienes que ayudarme, por favor. Por favor mama?” Lloré, “Tienes que asegurarte de que él va a estar bien. Tienes que ayudarle,” Hice un gesto hacia el pasillo detrás de mi, “tienes que--tienes que mantenerlo con vida mama, porque lo necesito.” Agarrando sus hombros, me aferré a ella por apoyo. “Lo amo mucho, por favor mama.” Desesperadamente ahogada entre gritos mientras me aferraba a ella como si me fuera la vida en ello, con miedo de que si me soltaba, ella se marchara.

“_____,” Ella agarró mis manos, dándoles un suave apretón, “Uno por uno. Cálmate, respira por mi cariño. Respira y dime que pasó.”

“Es Just--Justin..” Negué con mi cabeza, tratando de formar una frase lo suficientemente coherente para que ella la entendiera. “Algo pasó y le dispararon mama. Le dispararon y no se porque, no se nada.” Cubrí mi cara con mis manos, temblando mientras le abrazaba una vez mas. “Todo lo que se es que le van a operar y necesito que le ayudes. ¿vale?” Le miré a los ojos, internamente suplicando con todo mi ser para que ella me escuchara. “Tienes que ir allí y asegurarte de que ellos no lo arruinan. Tienes que asegurarte de que lo traen de vuelta conmigo porque lo necesito.” Mis dientes se hundieron en mi labio inferior mientras inhalaba una profunda respiración, “Por favor, tienes que hacer esto por mi. Se que lo odias. Probablemente me odias a mi también y no te culpo pero el es todo--todo para mi.” Negué con mi cabeza mientras me desplomaba en sus brazos, sin ser capaz de soportarme a mí misma por mas tiempo. “Por favor.”

Hundiéndose en el suelo sosteniéndome, mi madre dejo caer el portapapeles, mientras ella envolvía sus brazos protectivamente a mi alrededor. “Shh cariño, shh, no pasa nada. No te odio cariño, nunca podría odiarte.” Ella tranquilizó en mi oído, sus dedos apartaban mi pelo hacia atrás mientras ella frotaba el lado de mi mejilla. “Todo va a estar bien. Me voy a asegurar de que la operación sale bien. Voy a dar lo mejor de mi para garantizar su seguridad, pero voy a necesitar que respires porque porque Justin no será el único en la habitación de un hospital si continúas así.” Ella se acercó severamente con un tono de voz duro aunque con la gentileza que ella siempre llevaba a través de situaciones serias.

“Como puedo--como puedo parar de saber que él--Dios, ni siquiera puedo terminar esa frase.” Bajé mi cabeza, aferrándome al brazo de mi madre mientras continuaba llorando en su hombro. “¿Porque--porque esto siempre tiene que pasa? ¿Porque no podemos ser simplemente felices? No lo entiendo mama. No hago nada malo. Yo--¿porque la gente no puede simplemente dejarnos en paz?”

“No podemos cuestionar los motivos de Dios, cariño. Todo lo que podemos hacer es rezar y creer en Dios para que Justin salga bien de la operación.” Limpiando mis lágrimas, ella acarició mis mejillas con sus pulgares. “Vamos, ¿piensas que si Justin estuviera aquí ahora mismo, quería verte llorar?”

“N--No,” Murmuré, sollozando.

“Bien, entonces ven conmigo,” Poniéndose de pie, ella me ayudo a levantarme antes de agarrar su portapapeles del suelo y entregárselo a Josie. “Asegúrate de que le dan a Katherine estos registros y dile que tengo un asunto urgente para atener en el quirófano.”

Cogiendo el portapapeles, Josie escaneó los documentos mientras ella asentía con su cabeza, sin ni siquiera emitir una sola palabra de su boca.

“Melissa,” Alzando la vista, resulto ser la señora de arriba con la que estaba hablando la enfermera. “Tenemos una operación de urgencia ocurriendo en estos momentos. Un paciente acaba de llegar justo ahora con una bala en el pecho--”

Haciendo una mueca ante sus palabras, mire como mi madre levantaba una mano para silenciarla. “Ya se sobre la situación. Dile a el Doctor Francise que estaré allí inmediatamente. Tengo un par de cosas de las que ocuparme en primer lugar.”

“Melissa--”

“Mi hija me necesita Janice.” Ella agarró mi mano, “Estaré en la sala de autopsias en solo un par de minutos.”

“Por supuesto,” Retrocediendo, mi madre le dio un simple gesto antes de conducirme fuera de la habitación y llevarnos a la planta doce.

Conduciéndome hacia la sala de espera en el vestíbulo principal de la sala de urgencias, ella me sentó en la esquina del sofá. “Voy a entrar ahora. Este proceso lleva un tiempo así que voy a necesitar que me esperes allí, ¿vale? Va a llevar horas asegurar que todas las acciones necesarias se llevan a cabo.”

Metiendo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, acurruqué mis piernas detrás de mi en el cómodo cojín, cogiendo una de las almohadas y abrazándola contra mi pecho. “Vale,” Susurré.

Limpiando mi mejilla izquierda de lágrimas, ella presionó un suave beso en mi frente. “Te veré pronto.”

“Nos vemos.” Murmuré. “Y mama?”

“Si cariño?”

“Por favor traélo de vuelta conmigo.”

Sus ojos cayeron en un gesto triste. “Daré lo mejor de mi.” Acariciando mi rodilla suavemente, ella se levantó, dándome una ultima mirada de consuelo antes de marcharse por la esquina.

--

“¿Donde demonios estabas?”

Mirando en la dirección en la que vino el sonido, sentí mi estómago revolverse mientras Bruce caminaba hacia mi, todos los demás le siguieron detrás. “Tu simplemente saliste corriendo de la habitación sin ni siquiera dejarme saber a donde ibas.” Bruce dijo entre dientes en voz baja, “¿Sabes lo peligroso que es eso? ¿Que pasa si ese hijo de pu*ta todavía sigue fuera?”

“Lo siento,” Dije en voz baja, acurrucándome. “Solo necesitaba algo de aire.”

Frunciendo el ceño, Bruce se dejó caer hacia delante mientras el se derrumbaba a solo medio metro de mi en el sofá. “Esta bien, no era mi intención ponerme como un loco contigo--yo solo--” Pasando una mano hacia arriba y abajo por su rostro, el golpeó sus manos en su regazo. “Ha sido duro.”

“Y que lo digas,” Murmuré en silencio, cogiendo una pelusa de mis jeans.

Un silencio cayó sobre nosotros mientras dábamos rienda suelta a nuestros pensamientos. Ninguno de nosotros dijo nada mientras el tiempo pasaba, marcando lentamente, recordándonos a todo porque estábamos aquí en primer lugar. Recordando cuando había llegado por primera vez, aclaré mi garganta. “El estaba pálido...” Susurré, recordando la imagen de él. “Parecía como si estuviera hecho de piedra pero su mano--su mano, sabes, estaba caliente. Estoy segura...estoy segura de que eso tiene que se bueno, ¿no?” Haciendo una pausa, tragué saliva duramente, tratando de bloquear los duros golpes que mi corazón sacudía dentro de mis oídos, “Eso tiene que significar que el no va--”

“Él se va a poner bien, _____.” John murmuró, sus ojos encontraban los míos. “El ha pasado por mucho y cada vez él ha salido de ello vivo, mas fuerte que nunca. Todo lo que tienes que hacer es tener esperanza de que él puede salir de esto.”

“Esa es la cosa, John.” Supuse, “¿Que si él no puede? Que si--”

“Bruce Santos,” Presioné mis labios juntos, frunciendo mis cejas juntas en confusión para ver quien era el que ahora empezaba a hablar, solo para ver a dos policías colocados en el extremo del sofá. “Tenemos algunas preguntas para ti.”

Bloqueando su mandíbula apretándola, Bruce gruño con molestia, irritado de que ellos nos hubieran encontrado. “Lo que sea que quieras preguntas, puedes hacerlo aquí.” Mirándome de lado, Bruce me dio un leve asentimiento, significando que el estaba haciendo esto para que yo tuviera toda la historia desde su perspectiva.

Estiré mi cuello de manera que tenía una visión de los dos oficiales que había visto algunas veces antes y de Bruce, conteniendo mi respiración para lo que estaba por venir.

Tomando asiento en la silla al lado de la tumbona, el Oficial Bentley juntó sus dedos mientras el otro estaba de pie con un bloc de notas en su mano, el bolígrafo estaba suspendido en una reciente página vuelta. “Dime exactamente lo que pasó.”

Recopilando sus pensamientos juntos, Bruce se recostó en su asiento, sin mostrar signos de angustia. “Justin estaba fuera. El nos dijo que el iba a volver a las cinco y media como muy tarde. El planeaba hacer algunos recados antes de recoger a ____ de su apartamento. Al final nunca apareció y llamé a ____ para preguntarle si el se había quedado quizás en su casa. Resulta que el ni siquiera estaba allí y el nunca llamó. El ni siquiera cogía su teléfono y ahí fue cuando supe que algo le tenía que haber pasado, así que cogí el coche y me fui a buscarle.”

“¿Como sabías donde encontrarle?”

Bruce gruñó por lo bajo, sus ojos lanzaban dagas. “Él me dijo que el iba a reunirse con Paul Dulasanti para los guardaespaldas.”

“¿Porque necesitarías guardaespaldas.”

“¿Porque no necesitaríamos guardaespaldas?” Bruce disparó de nuevo impacientemente, “Mas vale prevenir que curar, ¿no?”

Guardando silencio, el Oficial Bentley con sus labios apretados, asintió. “¿Que pasó cuando llegaste?”

Reincorporándose, Brice se inclinó hacia delante, “Al principio no le vi pero nosotros vimos su coche. Fui a revisarlo y John decidió ir a ver el muelle. El resto de nosotros nos dirigimos hacia el coche de Justin cuando Marcus vio su cuerpo tirado en el suelo. Ya le habían disparado cuando le encontramos.”

Cerrando mis ojos, hice una mueca ante la imagen de Justin en el suelo sangrando, sosteniendo el hilo delgado del que su vida pendía.

“¿Hubo alguna evidencia? ¿Algo que podría ayudarnos a atar a nuestro sospechoso?

“Nada en absoluto, la única cosa en el suelo eran las llaves de Justin.”

Señalando hacia el oficial que estaba de pie a su lado, él murmuró algo en su oreja una vez que él se puso de cuclillas hacia abajo a su lado.

Escribiendo algo, el asintió con su cabeza, poniéndose de pie una vez mas.

Volviendo su atención de nuevo hacia Bruce, el Oficial Bentley lamió sus labios. “¿Sabes quien pudo haber hecho esto? ¿Alguien en el que posiblemente pudieras imaginar que querría matarle?”

“Ni idea.” El se encogió de hombros, “Podría ser cualquiera en esta ciudad”

“¿Algo mas?”

Forzando su rostro, Bruce frunció sus cejas, obligándose a sí mismo a recordar cualquier detalle de menor importancia. “Justin...” Haciendo una pausa, el frunció sus labios ante en pensamiento, “El estuvo despierto por un segundo antes de que perdiera el conocimiento.”

“¿Dijo algo?”

Rascándose la parte posterior de su cuello, Bruce la suavizó con la palma de su mano mientras dejaba escapar un profundo suspiro, “Ellos vienen.”

“¿Quien viene?”

“No,” Bruce sacudió su cabeza, “eso es lo que él dijo antes de que se fuera.”

Un incómodo silencio viajó por toda la habitación mientras el se sentó allí incómodo, sin saber que decir o hacer.

“Vale,” El Oficial Bentley se levantó de la silla, sus manos cayeron a sus bolsillos. “Probablemente tendremos mas preguntas para ti mas tarde. Algunas veces después de que algo como esto pase, recuerdas unas cuantas cosas un día o dos después. Si eso ocurre, por favor, llámanos.”

Apartando la mirada de él, Bruce se negó a darles mas de su atención.

Acariciando la espalda del otro oficial, el Oficial Bentley y él empezaron a alejarse, aunque no antes de detenerse a mi lado. “_____,” El vaciló, “Siento que haya pasado esto.”

Mirando hacia abajo a mis manos, apreté mis labios. “Solo encuentra al tipo que disparó a mi novio.”

Inhalando bruscamente, el asintió. “Lo haremos.”

Una vez que ellos se fueron, miré hacia delante, girando mi cabeza con un millón de cosas diferentes a la vez cuando un repentino pensamiento se me ocurrió. “Sabes...” Empecé distraídamente, “Podría haber sido cualquiera de vosotros quien hubiera recibido un disparo hoy,” Murmuré en alto, “No tenía porque ser Justin...” Mordí mi labio para evitar que temblara, “Podría haber sido cualquiera de vosotros.”

“No lo entiendo,” Bruce sacudió su cabeza, confundido.

“Si vosotros hubierais ido con él hoy,” Hice una pausa recordándome a mí misma, “podría haber sido cualquiera de vosotros quien hubiera recibido un disparo. Pudo haber sido John o Marcus, quizás incluso Marco si cualquiera de vosotros hubierais estado de pie en frente de Justin...”

“______,” Carly interrumpió con un severo movimiento de su cabeza, indicándome que parara a donde fuera con esto.

Ignorándola, continué, “No tenía que estar Justin ahora mismo en una mesa de operaciones. Podía haber sido cualquiera.” Le miré, “Podías haber sido tu.” Retiré mis ojos, “No tenía que ser mi novio quien recibió el disparo.” Escupí con amargura por toda la situación. “No tenía que ser Justin.”

“Lo siento,” Bruce murmuró con humildad, su cabeza estaba agachada. Haciendo rodar sus labios dentro de su boca, el cerró sus ojos por un segundo, “Él me dijo que te dijera algo, _____.”

“¿Que?” Pregunté con sorpresa.

“No quise decir nada cuando ellos estaban preguntándome porque no creí que fuera nada de sus asuntos, pero esto es muy importante para él y el quería que te dijera algo.”

“¿Que es?”

“El quería que te dijera... que te amaba.”

Presionando la punta de mi lengua en la parte superior de mi labio, dejé que las palabras se asentaran mientras trataba duramente de no dejar que esto me afectara. “¿Él te dijo que me amaba?” Susurré.

“Si. El dijo que si había algo que el quería que tu supieras... era eso. El me hizo prometerlo.”

“Él esta en el suelo con una bala en su pecho y la única cosa que te dice es que me ama...” Sacudí mi cabeza con asombro, inclinando mi cabeza hacia atrás mientras miraba hacia el techo, obligándome a mí misma a mantenerme fuerte y no descomponerme. “Yo también le amo...mucho mas que a nada en el mundo,” Lloriqueé, con un suspiro tembloroso.

“El no puede morir,” Escupí con fuerza como si dijera eso fuerte, Dios me escucharía y se haría realidad. “El no va a morir, ¿vale?” Grité, agitando una mano delante de mi, ventilándome para mantenerme en curso. “Porque el no puede, porque nosotros le necesitamos.” Hice un gesto entre nosotros.

Abriendo su boca para tomar represalias, Bruce la cerró en el momento en el que Marcus se levantó.

“La enfermera esta viniendo.”

Me puse de pie rápidamente, mis ojos estaban abiertos mientras ponía la almohada que había estado sosteniendo, en el sofá. Enderezando mi camiseta, miré como la enfermera que resultó ser la que acompañaba a este incidente desde el comienzo, se dirigió hacia nosotros con una expresión indescifrable en su rostro.

“¿Fue todo bien? ¿Salió la operación bien? ¿Él esta bien?” Pregunté todo a la vez, mi curiosidad estaba apoderándose de mi.

Lamiendo sus labios, ella hizo un gesto hacia las sillas que estaban a un lado. “Voy a necesitar que tomes asiento, Señorita Jones.”

Danger's back - Justin Bieber |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora