Capítulo 3

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“I’ll take my chances.” - “Correré el riesgo.”


______’s Point of View:

Gemí moviéndome en mi costado, el sueño en mí se desvaneció mientras la luz de la mañana apareció en la habitación desde el pasillo, dando un pequeño brillo en mi cara. Bostezando, limpié mis ojos antes de estirar mi cuerpo hacia delante, mis brazos corrieron a lo largo de las sábanas.

Parpadeando los ojos, miré a mi derecha para ver a nada mas que un espacio vació, sin señales de Justin en ningún lado. Inmediatamente sentándome recta, agarré la sábana contra mi pecho, mi estómago se revolvió con preocupación.

Justo cuando estaba a punto de abrir mi boca para llamarle, la puerta que daba al cuarto de baño se abrió, saliendo vapor desde el interior antes de que Justin saliera nada mas que con una toalla envuelta alrededor de su cintura.

Sacudiendo su cabeza, las gotas de agua volaron mientras el lo hacía, el pasó sus dedos por su pelo, luego levantó su vista y me vio sentada en la cama. Un resplandor de serenidad brilló en sus ojos avellanas y me encontré a mí misma relajándome bajo su vista. “Estas levantada,” El susurró, una pequeña sonrisa se grabó a través de su rostro.

Asentí, sin saber que mas decir mientras mi boca se secaba. Lamiendo mis labios, tragué saliva, tratando de recuperarme antes de que el se diera cuenta de que solamente me había levantado completamente porque no vi que el estaba allí.

Pero el me conocía mejor de lo que yo me conocía a mí misma y casi de inmediato, el captó mi angustia. Poniendo sus cejas juntas, la preocupación consumió sus rasgos faciales. “¿Estas bien?” El murmuró, caminando hacia mi a pesar de su falta de ropa.

Me encontré a mí misma volverme muda mientras le miraba moverse a través de la habitación hacia mi, sus pies descalzos estaban acolchados contra el suelo de madera dura de su habitación. “Si,” Rápidamente me recuperé, evitando sus ojos. Metiendo un mechón de pelo detrás de mi oreja, crucé mis piernas en pretzel debajo del edredón.

“¿Porque me estas mintiendo?” El murmuró en voz baja, demasiado molesto por no decir menos. Me di cuenta de la débil rugosidad detrás de sus palabras, que el estaba tratando de no dejar que su ira se apoderara de él.

“Yo--Yo no estoy mintiendo, es solo...” Negué con mi cabeza, parándome a mí misma. Se que es mejor que salga de esta. No importa lo duro que traté de construir una pared a mi alrededor, no era así de fácil mantenerla de pie cuando el estaba a mi alrededor. El tenía el poder a diferencia de cualquier otra persona, de derribarlo. “No sabía donde fuiste y entré en pánico...” Me interrumpí, un poco avergonzada ahora que pensaba en ello

“¿No escuchaste absolutamente nada de lo que te dije anoche?” El afirmó con incredulidad, sin ser capaz de creer a sus oídos ahora mismo. “Lo dije en serio cuando te dije que nunca te voy a dejar de nuevo, ¿vale? Te prometí anoche y estoy manteniendo esa promesa.” A pesar de tratar de calmarse, su voz salió mas ágil de lo esperado.

Torciendo mis labios hacia un lado, manoseé la tela contra mi pecho, mi estómago se precipitó en una sensación desagradable, algo de lo que anhelaba librarme. “Lo siento.” Murmuré suavemente, si querer meterme en una discusión sobre algo tan tonto como esto.

Su ojos estaban sobre mi, ni una sola vez apartándose, su mirada era intensa, prácticamente perforando agujeros en mi cabeza. “Maldita sea,” Justin escupió en voz baja, frotando su cuello con frustración. Asegurándose de que su toalla estaba envuelta firmemente alrededor de él, el hizo su camino hacia la otra parte de la cama antes de arrodillarse a mi lado. Inclinándose, el rozó sus dedos a través de mi hombro, apartando hacia atrás mi pelo. “Mírame.” El susurró, su pulgar trazaba la línea de mi mandíbula.

Sin querer causar una escena, volví mi cuerpo alrededor hasta que estuve en la dirección de Justin, mis piernas estaban todavía escondidas una debajo de la otra.

Agarrando mis tobillos, Justin apartó mis piernas antes de llevarme hacia delante de manera que mis piernas estuvieran a cada lado de él. Agarrándose a mis caderas, Justin miró a mis ojos, no había nada mas que solemnidad en ellos. “No era mi intención ser insolente contigo. Es solo que ... me frustra que no te dejes a ti misma relajarte.” Frotando mi piel con el relleno de sus pulgares, el tomó una profunda respiración. “He vuelto para siempre y no me voy a ninguna parte. Cometí un error una vez; no hay manera en el infierno que voy a cometerlo de nuevo.” El movió sus ojos hacia mi. “¿Me entiendes?” 

Sin palabras, por no decir menos, dejé que sus palabras se asentaran mientras ellas eran procesadas en mi cabeza. “Cometí un error una vez; no hay manera en el infierno que voy a cometerlo de nuevo.” Inclinándome ligeramente, presioné mis labios contra los suyos; dándole la respuesta que ambos necesitábamos y queríamos.

Profundizando el beso por un segundos, Justin se apartó antes de este llegara a ser mas que eso. “Ve a refrescarte, estaré abajo. ¿vale?”

“Vale.” Susurré y con otro beso, Justin se levantó del suelo, mirando mientras pasaba por delante y caminaba hacia el baño, cerrando la puerta detrás de mi para disfrutar de una merecida ducha de relajación.

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Vistiéndome en un par de jeans y una camiseta ancha de franela, deslicé un par de Toms antes de hacer mi camino por las escaleras y entrar en la cocina. Se convirtió en algo cotidiano para mi desde que Justin fue arrestado; estaría aquí esperando a que el volviera de nuevo y finalmente, me quede tanto que prácticamente terminé viviendo aquí, aparte de en el apartamento que tenía con Carly.

Cuando cumplí diecinueve y empecé al universidad, empecé a estar demasiado harta de mis padres por la constante humillación, la persistencia, la grosería y ningún signo de entendimiento por lo que estaba pasando y pensé que era lo mejor simplemente dejarlos.

No me preguntes como lo hice; todavía no lo se hasta el día de hoy, sin embargo, era libre de su control y de vivir mi vida en la manera en la que quería vivirla.

Por supuesto todavía tenía relación con ellos, los visitaba casi todos los días cuando tenía la oportunidad, especialmente a Dennis, quien ha visto tanto en el año en el que conocí a Justin que pensé que era mi obligación asegurarme que el estaba bien.

“Buenos días Kels, ¿Quieres huevos?” Bruce me saludó con su sonrisa de todos los días, ya acostumbrado a que este aquí mucho en los últimos tres años. El se ha convertido básicamente como en la figura de un padre en la casa desde que Justin se fue.

Si no supieras la vida que el vivía al margen de la que el mostraba, no pensarías nunca que el era un criminal.

“Eso sería genial Bruce, gracias.” Sonreí en respuesta abriendo el refrigerador y agarrando por mí misma una botella de agua. Sentándome ante el mostrador en mi sitio habitual, sonreí cálidamente hacia Marco y Marcus. “Hola chicos.”

“¿Que pasa Kels?” Marco asintió hacia mi, sin ni siquiera levantar su mirada de su teléfono, sus dedos tecleaban febrilmente en la pantalla de su iPhone, claramente enviando mensajes a alguien.

Sonreí, ya sabiendo quien era. Sacudiendo mi cabeza, tomé un sorbo de mi agua, evitando los ojos curiosos de Justin en mi todo el tiempo, desde que había puesto un pie en la cocina.

“¿Dormiste bien anoche, _____?” Marcus sonrió; su cuerpo se apoyó contra la silla mientras el me enviaba un divertido guiño haciéndome sonrojar enormemente.

“Cállate.” Murmuré, disparándole una mirada de la que me recuperé rápidamente con una sonrisa maliciosa para indicarle que no estaba mas que bromeando.

Justin le golpeó en parte trasera de su cabeza haciéndole que realzara un bajo gemido de los labios de Marcus. “¿Que demonios?” El murmuró, frotándose el punto que Justin había golpeado.

“No le hables a ella así; lo que hacemos no es de tu incumbencia.” El siseó, disparándole a Marcus una mirada antes de volverse hacia Bruce.

“Jesús man, solo estaba bromeando...” El se interrumpió, sacudiendo su cabeza con una burla.

Me reí, cubriendo mi boca con mi mano para no reír mas alto de lo que ya había reído. “Aw, esta bien Marcus.”

“Gracias.” Marcus sacudió su cabeza. “Si hubieras pensado que serías el único tenso en esta situación --sin ofender-- pero resulta que Bieber aquí, debe de haber perdido su cabeza cuando fue a prisión.”

“Cállate o personalmente te romperé todos los dientes en tu boca Marcus.” Justin amenazó, la mención de su tiempo en la cárcel le envió un remolino con resentimiento.

Marcus simplemente levantó sus manos como signo de rendición, sin querer sacar de quicio a Justin mas allá y arriesgar su suerte.

“¿Desde cuando cocinas?” Justin preguntó a Bruce mientras se inclinaba hacia delante contra el borde de la mesa, sus cejas estaban fruncidas juntas, evidentemente dejando caer el tema con Marcus y pasando a otras cosas.

Bruce se encogió de hombros, “Desde que _____ nos obligó a nosotros --bueno, a mi-- a aprender". El rió entre dientes, agarrando el pan y poniéndolo en la tostadora mientras se iba a coger el aceite y los huevos.

Justin me dio una inquisitiva mirada en la que me encogí de hombros. “No podía dejar que ellos se fueran todos los días a fuera a comer. No es sano para vosotros y se que no soy la mejor cocinera por aquí pero gracias a Rachel Ray, he aprendido a hacer por lo menos un par de decentes huevos revueltos.” Sonreí con una sonrisa pícara, por primera vez en lo que parecía una eternidad, el sentimiento de calidez llenaba mi cuerpo, supurando hacia dentro. “De nada.” Sonreí, enviándole una sonrisa completa antes de volverme hacia Marco, quien estaba todavía enviando mensajes como si nadie de nosotros existiera.

“Tus dedos se van a caer de todo los mensajes que estas mandando.” Declaré a sabiendas, lo que dio lugar a que Marco finalmente apartara su vista de su teléfono y reconoció mi existencia.”

“Correré el riesgo.”

Reí, negando con mi cabeza. “Y tu dices que Justin y yo estamos, y cito, jodidos.” Sacudiendo mi cabeza, vacilé con un dedo en su dirección. “Hipócrita.” Canturreé haciendo que Bruce y Marcus rieran.

Justin, sin embargo, no tomó nota de mi broma. En cambio, algo mas había captado su atención. “¿Que llevas puesto?” El habló, la confusión era evidente en su voz mientras el me miraba de arriba abajo por lo que podía ver, desde el otro lado de la cocina.

Apartando mi mirada de Marco, levanté una ceja, mirando hacia abajo a mí misma y luego de nuevo hacia Justin. “Uhm, ¿ropa?”

Justin rodó sus ojos, sacudiendo su cabeza. “Se que es ropa ____, no soy tan estú*pido. Es solo que, no es la ropa que llevabas anoche.” El se rascó la parte de arriba de su cabeza, tratando de averiguar de donde las había sacado.

La realización me hizo darme cuenta de a que se refería y de pronto, las cosas se calmaron. “Tengo algo de ropa de repuesto aquí.” Murmuré suavemente, la incómoda tensión crecía alrededor de nosotros. Claramente Justin no sabía nada de lo que ocurrió en los últimos años, entonces le tuvimos que contar.

“Ella se quedó aquí unas cuantas noches durante cada semana mientras tu no estabas.” Bruce habló; rompiendo el silencio que envolvía la atmósfera en la que estábamos sentados mientras el apagaba la tostadora. Ni siquiera me había dado cuenta de que él había terminado de cocinar.

Removiéndome en mi asiento, jugué con mis dedos, maldiciendo el momento en el que Justin abrió su boca y dijo algo. Todo estaba marchando bien, finalmente nosotros nos llevábamos bien como los viejos tiempos, como si nada hubiera pasado y luego el tenía que mencionar algo que nos trajo de nuevo al principio.

Y como si las cosas no se pusieras peor, John entró haciendo que la tensión creciera a nuestro alrededor mucho y yo no siquiera supe porque.

El asintió hacia nosotros en señal de saludo, agarrando por sí mismo una botella de agua del refrigerador justo como y lo había hecho. “Buenos días.” Su voz era dura y al punto, algo a lo que no estaba acostumbrada, siendo que John era de todo menos duro.

“Buenos días.” Murmuré, los chicos chocaron las manos con John, tratando de aligerar el ambiente y seguir con sus días como si nada hubiera causado la repentina tensión en nuestro ambiente.

Justin sin embargo mantuvo su mirada firme, sin ninguna vez moviéndose para consultar a John. Su mandíbula se contrajo y entonces supe que algo estaba mal y el estaba de todo menos contento de verle.

John tomó asiento a mi lado, dándome un codazo con su brazo. “Carly me llamó y quería que te dijera que la clase empieza en media hora.”

Mis ojos se abrieron. “Mier*da,” Murmuré en voz baja. “Me olvidé por completo.” Levantándome, empujé la silla, acabando mi agua antes de tirarla en el reciclado de latas.

“¿Clase?” Justin me miró. “¿Que quiere decir que tienes clase? ¿No has acabado el colegio?”

Negué con mi cabeza. “Terminé el instituto, si, pero todavía voy a la universidad.” Dije como un asunto de total normalidad.

El abrió su boca para decir algo cuando John le ganó a ello.

“Quizás si hubieras estado en los últimos tres años, sabrías eso.” John escupió en voz baja a pesar de que salió mas fuerte de lo esperado.

Mis ojos se abrieron completamente, sorprendida por las fuertes palabras de John que sabía que no solo me dolerían a mi, si no también a Justin.

Justin apretó sus manos en puños. “Lanza esa mier*da en mi cara una vez mas y no solo te golpearé tu pu*ta cara, te arrancaré en pedazos pequeño hijo de pu*ta.”

“Justin...” Dije en voz baja, sabiendo a donde llevaba esto y que Dios me ayude, no estaba de humor para detener una pelea especialmente entre las dos personas que eran mas cercanas.

“No harás esa mier*da.” John siseó. “Hablas mucho pero no haces nada. No me importa una mier*da que hayas estado en la cárcel o que hayas matado a alguien antes; no tienes los huevos para poner tus manos encima de mi.” John respondió con una mueca de desprecio.

Los ojos de Justin se oscurecieron, una tormenta estaba creciendo dentro y fue entonces cuando distinguí lo que John había hecho. Sin ni siquiera nada de advertencia, Justin cargó contra John, agarrándolo por el cuello y golpeándolo contra la pared. “Dilo de nuevo.” Advirtió. “Venga; dilo.” El hervía con sus dientes apretados, sus nudillos estaban volviéndose blancos por la cantidad de presión que estaba poniendo en el cuello de John. “Dilo, no te voy a matar.”

“Justin, no!” Grité, corriendo hacia él.

John abrió su boca para coger aire, sus manos estaban sosteniendo el agarre de Justin, tratando lo mejor posible de separarlas, pero fue inútil, el agarre de Justin sobre él era fuerte.

Apartándole de la pared, Justin le golpeó de nuevo, esta vez mas fuerte que antes haciendo que se formara algo parecido a un grito en el fondo de la garganta de John, pero debido a la presión sobre el, era casi imposible que saliera.

“Por favor, Justin, no hagas esto. El es tu mejor amigo!” Agarré su muñeca, las lágrimas nublaban mi visión.

“Mejor amigo mi cu*lo.” Justin se burló, su cara estaba estaba sombreada con el aspecto de la muerte, nada mas que odio irradiaba de él.

“Por favor...” Susurré, tirando de él lo mas fuerte que podía.

Bruce agarró mi cintura, dándome vueltas y entregándome a Marcus quien me llevó su lado. Agarrando a Justin por la parte de atrás de su camiseta, Bruce lo arrastró lejos de John y en cuestión de segundos, John cayó al suelo jadeando en busca de aire.

“Que mier*da, man!” Bruce gruñó, la ira era evidente mientras el sostenía la espalda de Justin para que no atacara a John una vez mas. “¿Que co*ño esta pasando entre vosotros dos?” El miró a los dos con incredulidad, tan sorprendido como todos nosotros lo estábamos.

“Pregúntale a este pedazo de mier*da!” Justin lanzó su mano en la dirección de John, su cara era roja de la furia, las venas de su cuello estaban todavía visibles por su encuentro horrible.

“Pensé que habíamos aclarado esto anoche?!” Bruce mantuvo una mano en el pecho de Justin, la otra cerca de John en caso de que él decidiera ir hacia Justin.

“Si, yo también, pero parece que alguien aquí, tiene un problema con mantener su boca cerrada.” Justin gruñó, los huecos de su nariz se ensanchaban violentamente con indignación.

“Relax!” Bruce se burló con la molestia aumentando, su cabeza se sacudía con impaciencia, sin ser capaz de contener sus estú*pidos comportamientos por mas tiempo. “Esto es ridículo.” El murmuró.

“Joder, solo déjame ir.” Justin escupió, apartando la mano de Bruce de su pecho y empujándola mientras el arreglaba su camiseta, pasando su mano arriba y abajo por el borde de su pelo.

“Vamos,” Murmuré suavemente, caminando hacia Justin. “Necesitas calmarte y eso no va a pasar si te quedas aquí.” Cogiendo su mano con la mía, lo llevé a la entrada de la cocina, donde salimos para marcharnos. “¿Porque no me llevas a la universidad? Sal de la casa por un rato...”

“Esa es una buena idea.” Bruce suspiró, frotando la parte superior de su cabeza antes de pasar por su cuello.

Miré hacia John. “Dile a Carly que la veré en clase, ¿vale?” Hablé en voz baja, obteniendo un asentimiento a cambio.

“Tienes una jodida boca, ¿porque no la usas?” Justin se burló, casi provocando que otra pelea se produjera y esa era la ultima cosa que nosotros necesitábamos.

“Basta.” Le advertí, posando una mano en su pecho para que no hiciera nada. “Simplemente vamos.”

Mirándome hacia abajo por primera vez desde que le había hablado a él, los ojos de Justin se suavizaron bajo mi mirada.

Con un saludo a los chicos, forcé una sonrisa en mis labios, salí de la casa después de agarrar un juego de llaves con Justin detrás de mi. Quitando el seguro al coche, le di las llaves a Justin. “Se que ha pasado mucho tiempo, pero supongo que todavía sabes como conducir un coche?”

Agarrando las llaves, Justin gruñó ligeramente. “¿Todo el mundo va a nombrar esa mier*da? Se que ‘ha pasado mucho tiempo’,” El imitó, “pero maldita sea, no perdí mi pu*ta memoria.” El se adentró en el coche, esperando que yo tomara el asiento del pasajero.

Cuando lo hice, el encendió el coche antes de tomar el camino y salir a la calle. Una vez que puse el cinturón de seguridad en su lugar, comenzó a conducir. “¿Que campus es?”

“Esta cerca del extremo Norte, voy a la Universidad Campton.” Murmuré incómodamente, el aire alrededor de nosotros me estaba ahogando. Reposando mi hombro en el reposabrazos, clavé mi barbilla en la palma de mi mano, mirando por la ventana.


“Lo siento.” Justin habló después de un tiempo. “No pretendía sacar mis frustraciones contigo.”

Me encogí de hombros. “Esta bien.”

“No,” El dijo bruscamente. “No lo esta. No merecías que yo fuera un ca*bron contigo; tu solo estabas tratando de ayudar. Yo solo--” Él hizo una pausa, tratando de encontrar las palabras, “Estaba enfadado y--”

“Justin,” Suspiré, volviéndome para mirarle. “Dije que estaba bien. No estoy molesta, ¿vale? Estoy bien.” Le dije una vez mas antes de mirar por la ventana de nuevo. Odiaba cuando el actuaba como si fuera una niña de cinco años que necesitaba que le explicaran porque le regañaron.

Frunciendo el ceño a mí misma, empecé a dibujar formas al azar en el cristal de la ventana con mi dedo índice, queriendo que pasara el tiempo.

“¿Que te pasa?” El susurró, sus palabras estaban teñidas de obstáculos, enviando un escalofrío a mi columna vertebral.

“¿Que quieres decir?” Mantuve mi voz firme, mis ojos estaban en todo menos él, sabiendo que el me estaba frunciendo el ceño.

“Traté de explicarte, disculparme y tu actúas como si estuviera haciendo algo malo.”

“Simplemente odio cuando me tratas como si fuera una muñeca frágil que esta a punto de romperse.” Susurré. “Puedo aguantar que seas malo conmigo. No soy la misma chica que era antes,” Al percatarme de lo fuerte que estaba siendo, bajé mi voz hasta un murmuro, “pueden cambiar muchas cosas en tres años...” Me interrumpí, mordiendo mis uñas.

Lo que parecía como si el quisiera vengarse con su propia elección de palabras, Justin cerró su boca, decidiendo contra ello. “Lo se.” Y sin decir nada mas, Justin se inclinó, tomando mi mano izquierda con la suya, dándole un apretón. Me quedé inmóvil ante el repentino gesto, sin esperarlo, por no decir menos.

Abrí mi boca para decir algo pero no pude conseguir hablar. Presionando mis labios juntos, me acomodé en mi asiento, dejando que la-- repentina, aún adorada-- cómoda inquietud nos engullera.

“Voy a compensarte, sabes.”

“¿Que?”

“Todo el tiempo que he perdido contigo.” El me miró, la esperanza brillaba en los remolinos de color avellana de sus iris. “Se que no puedo recuperar los últimos tres años pero, te aseguro que los próximos tres años o mas que pasaremos juntos, van a ser mucho mejor.” Llevando mi manos hacia sus labios, Justin plantó un beso en cada nudillo antes de entrelazar nuestros dedos, sus ojos nunca se alejaban de la carretera delante de él, una pequeña sonrisa se formó en las comisuras de sus labios.

“¿Estas tratando de decir que estaremos juntos por mucho tiempo?” Masticando la capa de mi labio inferior, luché contra el impulso de sonreir realmente en grande, pero a pesar de lo que quería, una sonrisa se extendió.

“¿Mucho tiempo?” Él me miró, la adoración fluyó en sus ojos. “Intenta para siempre cariño.” Inclinándose, el me dio un casto beso en los labios antes de apretar mi mano. “¿Hay algún cigarro en la guantera?” El levantó sus cejas con interés.

“Creo que si,” mi rostro se retorció con incertidumbre. “No lo se seguro, sin embargo.”

Levantando sus rodillas, Justin las uso para dirigir el coche mientras el apoyaba su otra mano encima parar abrir el compartimento, ni una sola vez rompiendo el agarre de su otra mano en la mía. Los ojos de Justin inmediatamente se iluminaron al ver el paquete de Malboros que había encontrado. Cogiéndolo junto al mechero, el lo cerró, retrocediendo hacia su asiento. Deslizando un cigarro fuera del paquete, el lo puso entre sus labios antes de encenderlo y respirar una larga calada.

Sosteniéndola un tiempo, Justin la soltó momentos después, la calada lleno el coche antes de salir afuera una vez que Justin abrió la ventana. “Maldita sea, ha pasado mucho tiempo desde que tuve uno de estos.” El se rió entre dientes, sosteniendo el cigarro en la comisura de sus labios mientras el agarraba el volante con su mano en lugar de con sus rodillas.

En solo unos minutos, Justin se detuvo en la entrada de la universidad. “¿Es este el edificio en el que estas?” El puso el coche en una parada, el humo salía con cada palabra que el decía.

“Si, tengo clase en el edificio de arriba.” Desabrochándome, giré mi cuerpo para enfrentarle. “Se bueno.” Le advertí, bromeando.

“¿No lo soy siempre?” El bromeó con sarcasmo.

Le di una mirada. “No estoy bromeando. Casi te vuelves loco completamente en la casa. Si ninguno de los chicos o yo hubiéramos estado allí, le hubieras matado Justin...”

El negó con su cabeza. “No te preocupes por eso nena. No va a pasar nada; perdí los estribos una vez, no pasará de nuevo... no con Bruce allí, de todos modos.” El se rió entre dientes. “Ahora, ve a clase antes de que llegues tarde.”

Suspirando, dejé caer mis hombros. “Esta bien, pero si vuelvo a casa y me entero de que os disteis una paliza el uno al otro, te haré daño.” Le aconsejé con mis ojos entrecerrados.

“Estoy temblando en mis zapatos, nena.” Justin sonrió, su mano izquierda todavía estaba en el volante, el codo de su brazo derecho estaba posado en el reposabrazos mientras el inclinaba su cabeza hacia mi.

“Justin--” Gemí, el segundo en el que Justin presionó sus labios contra los míos, interrumpiéndome haciendo que no hablara.

“Ve a clase; no tienes nada de lo que preocuparte.” El aseguró una vez mas mientras se inclinaba y acariciaba mi mejilla. “Ven aquí.” Agarrando mi mentón entre su pulgar y su dedo índice, el tiró de mi hacia delante, presionando un suave beso en mis labios antes de apartarse.

“Te quiero.” Susurré.

“Yo también te quiero.” Besando mi frente, Justin hizo un gesto con su cabeza hacia el colegio. “Diviértete.”

“Oh, definitivamente me lo pasaré en grande.” Arrullé en sarcasmo, riéndome un poco. “Te veo luego, Carly me va a llevar a casa.”

Justin apretó su mandíbula. “¿Carly?”

Suspiré, sabiendo a donde iba esto. “Si Justin, Carly. Ella me ha llevado del colegio y a él durante mucho tiempo.”

“¿Si? Bueno se que estoy de vuelta en la ciudad, así que le puedes decir a ella que se vaya a la mier*da.” El hirvió a través de una profunda respiración.

“Justin!” Grité en desacuerdo con su elección del idioma hacia mi mejor amiga.

“¿Que?” El escupió sin cuidado, sin importarle un bledo.

Frunciendo el ceño, negué con mi cabeza. “Nada, simplemente te veré en la casa de nuevo... cuando sea.” Hice un gesto con mi mano quitándole importancia, abriendo la puerta y saliendo afuera a los jardines del campus. Me volví, caminando por el sendero que llevaba a las puertas dobles antes de desaparecer detrás de ellas, haciendo mi camino hacia clase sin ni una sola mirada hacia atrás, el intenso chirrido de las ruedas de Justin contra la calle se escuchó desde atrás.


Justin’s Point of View:

El camino de vuelta a casa fue jodidamente molesto porque todo en lo que podía pensar era en como iba a contenerme a mí mismo de destrozar a John y echarle a los perros por abrir su boca hacia mi en la manera en la que lo hizo.

Y todo por la culpa de la buena de Carly Risi, esa pu*ta tonta.

La culpaba de todo. Si ella simplemente se hubiera preocupado de sus malditos asuntos y nunca le hubiera dicho a los padres de ____ sobre nuestra relación, nada de esta mier*da que ocurrió entre nosotros hubiera pasado y quizás podríamos ser cortés los unos con los otros.

La palabra clave tal vez estaba en esta frase; pero, no obstante, no podría haberla tolerado por el amor de ____.

Danger's back - Justin Bieber |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora