Liliana

Prólogo

¿Existe alguna manera para escapar del final?
La ilusión del amor es la vía de conexión que separa la ficción de la realidad

Han pasado los años desde la última vez que desperté aún con la esperanza de cambiar nuestras vidas, el pesar de la ausencia me dejó en la deriva de un mundo que recibe al intruso con una venda en los ojos mientras camina sobre la cuerda floja.
A veces he querido imaginar que los sucesos nunca se dieron así, que él nunca existió y que las palabras del guión quedaron simplemente en eso. Quisiera pensar que puedo verme al espejo y decir que sólo fue horrible recuerdo, pero él nunca miente y eso todos los saben.
¿Acaso nunca viste todo lo que él era capaz?
Las grietas y las ojeras en mi rostro pueden demostrar como el tiempo me ha consumido por completo. He tratado de regresar y reescribir el final de una manera diferente pero Dios jugó en mi contra y terminó la historia.
Ya no puedo seguir buscando la manera de vencer al reloj.
Mi castigo es una eternidad de reflexión y asumiré toda la culpa.
Por eso, ahora, justo antes de morir, intentaré enmarcar mis delirios en este escrito, tal vez así evitaré que me persigan a donde quiera que vaya una vez que abandone este mundo.
¡Liliana!
Dulce e inocente Liliana
Espero que nos conozcamos en otra vida...

Liliana padecía problemas mentales.
Una noble mujer traicionada por los ángeles.
Desesperada por una muestra de cariño y envuelta en una vida de tragedias, aludiendo al himno de una falsa creencia donde la esperanza detuvo al corazón sobre una perdida y abatida mentira que acabó con su vida.
Liliana vive los sueños del infierno en un hermoso lugar en donde la luna, para ella es eterna.
Y es que Liliana tenía un particular gusto por la luna, pues siempre la consideró como la creación más hermosa que la vida le pudo dar, pero era poco lo que podía rescatar dentro de ésta.
Cruelmente castigada por el monstruo que disfruta del miedo.
Liliana se volvió una mujer insegura con ella misma, inconforme con su cuerpo, perdida en el vacío abrumador por los fatídicos pensamientos en su cabeza y sin encontrar un sentido por el cuál vivir.
Una noche, en algún boulevard abandonado, Liliana se enamoró de un escritor mientras lo escuchaba recitar poesía a la luna.
Ella quedó asombrada; tanto así que quiso convertirse en su propia luna y noche tras noche, sin que el escritor lo supiera, se convirtió en la razón de su posible salvación.
Liliana buscó por todos lados la puerta para salir de aquel laberinto de lamentos al cual le llamaba hogar.
Sin embargo, las torturas que recibía por él eran incontrolables.
Luchó contra sus propias inseguridades pero nunca encontró su propia salida.
Poco a poco se sintió más presionada por no poder vivir la vida que ella quería y en un acto de cruel valentía, Liliana decidió acabar con todo. Cortando cada parte de su cuerpo y ahogándose en sangre que no le permitiría ni siquiera suplicar por la salvación de un ángel caído.
¿Lo quieres?
Ve y consíguelo
Cariño, libérate de las ataduras
¿Alguna vez haz logrado verte a ti misma sin un espejo?
La fricción en nuestros labios y la textura de tu piel que enunciaste alguna vez.
La belleza más pura en la profundidad del color de tus ojos, será la llave del amor que alguna vez juraste conseguir.
Una vez que el escritor se enteró de la partida de Liliana
Noche tras noche le escribe a su amada, recitándole la más dulce poesía que jamás pudo imaginar
«Adiós, mi Luna».