Terry Grandchester "Indigno"

Ch 6. Crónica de una Amistad Anunciada

CAPITULO 6

CRÓNICA DE UNA AMISTAD ANUNCIADA

La imponente mansión de Lakewood se encontraba todavía cubierta por la nieve del frío invierno que recién había cesado de azotar a la región. El río circundante comenzaba a crujir a causa del deshielo que comenzaba apenas a ser perceptible anunciando así un leve incremento en la temperatura por la cercanía de la primavera.

Pareciera que todo el paraje reflejara los sentimientos que inundaban al joven solitario que se acercaba al portón de piedra. Ahora le causaba gracia que el suyo fuera justamente el portón de piedra ya que hacía alusión a lo que siempre había tenido que hacer con respecto a los contenidos de su corazón. Resguardarlos, esconderlos, aparentar que no eran lo que eran al punto de haberse auto engañado por tanto tiempo y confundir así sus verdaderos sentimientos.

"Muro resquebrajado" Esa idea resonaba en él, así se sentía y que ironía que su plática con Terrius Grandchester lo hubiera afectado tan profundamente. De todas las personas con las que se había cruzado en su vida jamás pensó que terminaría rompiendo sus muros y vaciando sus sentimientos con él a quien por largo tiempo considero su rival de amores. Ese encuentro podía asegurar que por siempre contaría como uno de los momentos más raros, inexplicablemente esclarecedores y liberadores de su vida.

Tal vez se inspiró al ver al aristócrata en tan pésimo estado. En realidad Terry solo reflejaba físicamente la desesperanza que el mismo sentía desde hace tiempo, solo que no se había atrevido a reconocerlo hasta que su propio hastío por la vida reconoció ese sentimiento gemelo en los ojos del inglés.

Lo que más le había sorprendido era como había terminado dicha plática haciéndolos encontrar a ambos los motivos que requerían para retomar sus respectivos caminos con renovada fuerza, forjando entre ellos algo así como una complicidad honorable. Sería mucho llamarlo amistad pero tenían un acuerdo y estaba ahí para honrarlo.

Flashback- "De qué manera quieres que te deje claro que no estoy enamorado de Candy. Tan solo me tomo un beso para darme cuenta de que jamás existió la más mínima posibilidad de que nuestros corazones fueran afines. Había pasado años -lo confieso- añorando que sucediera, pero en realidad solo había estado obsesionado sin darme cuenta que a quien realmente le pertenecía era a Annie.- Sí, ella se había sabido filtrar con sus detalles poco a poco, como el agua dulce del rio sorteando las piedras del portón de mi corazón.-Recordaba con nostalgia el castaño.

Terry se había parado en seco para observarlo, más bien escudriñar sus gestos, analizar detenidamente cada una de sus palabras en busca de algo, alguna señal que le diera a entender que decía la verdad. La vehemencia en las palabras de Archie le hacía llegar a la conclusión de que estaba siendo sincero.

Pero muy a su pesar. ¡Ahh! Como le dolía saber que ella no había abofeteado a Cornwell. Por un momento deseo tenerla en frente para reclamárselo. No, más bien para apretarla fuertemente entre sus brazos y borrar de los labios de ella con sus besos cualquier contacto al que estos hubieran sido expuestos desde la última vez que se vieron. Sí incluso el roce de su taza de café matutino o a las gotas de lluvia mojando sus labios. Nadie tenía derecho de reclamarlos como suyos excepto él quien les había robado la inocencia con su primer beso.

¡Le hervía la sangre!

Todo aquello era inútil ¿Cuál era el propósito de aquella conversación? El hecho de que ella no estuviera con Cornwell no quería decir que Candy siguiera pensando en él. "Exactamente el punto al que debías llegar imbécil. ¿Cómo explicas que ella sabía por todos los periódicos que te encontrabas libre de Susanna y no fue corriendo a tus brazos? ¿Recuerdas que hasta tu madre te confesó haberse encontrado en Rockstown con ella? Y ¿Qué fue lo que hizo por ti? No olvides que le repugnas, por eso no hizo nada, ni siquiera se dignó a dirigirte la palabra.-Le recordaba la voz en su cabeza, ó ¿A caso era fuera de ella?