Alma de papel [Cross y Reader] 『 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕠 』

001. Triste felicidad

Estabas sentada haciendo un dibujo como te habían pedido tus profesores Ut!Toriel y Swap!Asgore, también mirabas el reloj para saber cuánto faltaba para que tocara la campana, no solo para irte pronto y evitar las burlas de tus compañeros, también porque por fin y por primera vez tú padre podía ir a buscarte a la escuela, normalmente siempre te iban a buscar tus tíos Dream y Nightmare o uno de ellos.

Unos minutos que para ti fueron horas, tocó la campana para irse, guardaste tu dibujo casi terminado y saliste del salón junto a tu amiga Franny, hija de Ut!Frisk y Ut!Chara.

Fueron a la salida para esperar a sus padres, esperar era la parte que más te desagradaba, no porque fueras impaciente, era porque siempre escuchabas los malos comentarios de tus compañeros, alumnos de la escuela y algunos padres o familiares sobre ti. "Extraña", "ella no debería existir", "estúpida híbrida", "fea", "que ojos tan raros tiene", "debería desaparecer", "inútil", "gente como ella es un asco", "siento lástima por sus padres al tener a una inútil y patética híbrida".

Para ti no era raro escuchar esos comentarios, a pesar que se aceptaban relaciones entre un humano y un monstruo, los híbridos no estaban muy bien vistos por muchos y tenían una vida injusta. Franny te abrazo para que no les hicieras caso a los demás, le devolviste el abrazo.

—No los escuches, como dice mi papá, los que juzgan por la apariencia son unos idiotas —dijo la de cabello café con una sonrisa.

—Jeje tienes razón —dijiste con una sonrisa forzada.

Ambas miraron la entrada de la escuela y se sorprendieron al ver que estaba lleno de niños por estar rodeando a alguien. Te acercaste y viste a tu padre que intentaba pasar como podía, pero para él era misión imposible por el montón de niños que le impedían el paso. Era de esperarse que los niños hicieran eso, ver a un miembro de la guardia real era lo más increíble para ellos.

—Si viniste es porque tienes un hijo aquí, en este momento lo envidió.

—¿Puede enseñarme a pelear?

—Yo quiero ser parte de la guardia real como tú.

—¿Cuál es su nombre?

Los niños le llenaban de preguntas o le hacían comentarios, pero Cross estaba más pendiente de encontrarte que responder a ese montón de preguntas y prestarles atención.

Tú empezaste a correr donde se encontraba el montón de niños, algunos al verte creían que querías conocer al esqueleto y te impedían el paso, te molesto que no te permitieran acercarte a tu padre, diste un suspiro de frustración.

—¡Papi! ¡Aquí estoy! —lo llamaste, levantaste tus manos haciéndole señas.

—(t/n), por fin te encuentro —se acercó y te abrazo, apoyaste tu cabeza en su pecho mientras sentías el amor paternal que transmitía ese abrazo.

Todos los niños que estaban ahí quedaron sorprendidos, nunca imaginaron que alguien como tú fueras hija de alguien que pertenecía en la guardia real.

Te despediste de Franny antes de tomar la mano de tu padre y salir de la escuela. En el camino a casa le contaste algunos chistes y como estuvo tu día, lo único que no le dijiste fueron los malos comentarios que hacía la gente sobre ti, no querías que se sintiera mal.

Ya estaban a metros de su casa, cuando se encontraron a la persona que menos deseaban ver. Te escondiste detrás de tu padre para que esa persona no te hiciera daño como lo intentó la última vez.

—Hola Cross... y mi querida sobrina (t/n) —dijo tu tío Álex con una mirada fría.

—¿Acaso no sabes respetar las restricciones? Sabes que no puedes ni verla después de lo que le hiciste —dijo tu padre con furia.