008. Desaparición

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Luego de entrenar y jugar un rato con tu nueva habilidad de usar los atajos, entraste a tu casa a ver la televisión, hubieras entrenado más pero aún te dolía el cuerpo y empeoró un poco por lo que tu padre te dijo que debías descansar, pensabas que se pasaría con el tiempo, por desgracia no fue así.

Dormiste un rato en el sillón pensando que así se te pasaría el dolor y al parecer dió resultado, no sentiste nada cuando te despertaste tapada con una manta y en el mismo lugar donde te quedaste dormida, te levantaste de un salto del sofá.

A tu lado viste uno de los Gaster Blaster de tu padre, este tenía una nota pegada en la cabeza, se la quitaste mientras le dabas unos golpecitos suaves como muestra de cariño, leíste el mensaje.

"Salí a comprar y tal vez tardaré un poco, deje a este Gaster Blaster a tu cuidado y si lo deseas puedes jugar con él, pero evita hacer mucho desorden jovencita o sino tendrás que ayudarme con la limpieza.

Te quiero.

PD: No uses los atajos mientras no estoy"

Hiciste un puchero al leer el final de la nota y decías por dentro "Eso es injusticia", pero debías obedece de todas maneras, a pesar que tu padre era cariñoso contigo, igual era muy estricto y cuando no le hacías caso, se enojaba tanto que llegaba a dar miedo.

Pasaron las horas rápidamente para ti, al estar jugando con el Gaster Blaster el tiempo pasaba muy rápido, también tenían cuidado de no hacer tanto desorden. Escuchaste el timbre, corriste a la entrada y el Gaster Blaster te seguía por si era un intruso.

—¿Quién es? —preguntaste tocando la perilla de la puerta.

—Soy yo (t/n) ¿Puedes ayudarme a abrir la puerta? Se me quedaron las llaves —escuchaste la voz de tu "padre" al otro lado de la puerta.

Estuviste a punto de abrir, pero al ver el Gaster Blaster preparado para disparar sentiste que algo raro estaba pasando porque la voz de tu papá sonaba algo extraño, viste la mesa donde siempre dejan las llaves y estás no estaban, un escalofrío recorrió tu espalda.

Invocaste un Gaster Blaster que era algo más pequeño comparado con el de tu padre que estaba a tu lado, al hacerlo nuevamente sentiste ese dolor en tu cuerpo pero le restaste importancia, le susurraste algo al Gaster Blaster más grande y en seguida subiste a tu habitación acompañada de tu Gaster Blaster, abriste la ventana y le diste la orden de que saliera por ahí, al hacerlo saltaste por ahí callendo encima de él y cerraste la ventana con mucha fuerza para hacer mucho ruido, viste el disparo rojo destruyendo la puerta y esperabas que le hubiera hecho mucho daño a quien sea que estaba esperando que abrieras la puerta.

Le pediste a tu Gaster Blaster que bajara a la entrada de la casa, no viste a nadie herido, creíste que se había ido después de eso, te bajaste de tu Gaster Blaster y en vez de decirle que desapareciera se escondió, te fijaste que en el pasillo había polvo, pensaste que habías matado a un monstruo y estuviste a punto de llorar por el miedo y culpa... Pero...

—Muy buen intento mocosa —esa voz se te hacía conocida.

Estuviste a punto de voltear la mirada, pero un fuerte golpe en tu nuca hizo que todo se volviera negro y sintieras a alguien tomarte en brazos antes de caer al suelo, no sentiste nada más después de eso.

Despertaste en un lugar oscuro, miraste por todos lados hasta que lograste acostumbrarte y ver un poco mejor, viste a algunos monstruos con algo de aspecto humano y viceversa, pensaste que estabas en el lugar donde se encontraba el que a secuestrado a los híbridos desaparecidos.

Alma de papel [Cross y Reader] 『 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕠 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora