015. Regalo roto

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Volviste a ver a tus amigos que estaban felices de ver que estabas bien, también le dieron la bienvenida a Oswald a su pequeño grupo de amigos.

—Supe que se va hacer un deb... de... ¿Debate? —intentó decir bien la palabra Goth. —para ver si se aprobará esa ley.

—Espero que no, a mi me gusta ser un híbrido humano con orejas de cabra —dijo Oswald tocando sus orejas albinas.

—Y a mi me gusta ser una híbrida humana con ojos de esqueleto y además tener sus poderes —invocaste un Gaster Blaster y le diste un abrazo.

—Es increíble que esos tontos piensen en cambiar sus razas, así no tendrán libertad, serán obligados a ser algo que no son —dijo Franny con su típica forma de hablar. —Espero que mamá pueda evitar aprobar esa estúpida ley.

—Yo creo que la embajadora de los monstruos podrá hacerlo, además tiene la ayuda de nuestros padres —dió ánimo tu primo.

Siguieron hablando del tema y varias cosas triviales, también tus amigos te empezaron a molestar que tu y Oswald eran novios por lo juntitos que estaban, eso provocó un sonrojo en ambos y negaban eso... Aunque es cierto que Oswald sentía ciertas cosas por ti.

Mientras tanto, a un lado de ustedes estaban sus padres hablando "temas de adultos" como les dijeron a ustedes, aunque sabían un poquito del tema que estaban hablando.

—Sigo pensando que esto del debate es una ridiculez, esta claro que los que están a favor de aprobar esa tonta ley ganaran por la cantidad de gente que la apoya —se notaba molesto Ut!Chara.

—En los debates no se gana por la cantidad de gente que este a favor o en contra, lo que de verdad importa es que tan buenos son tus argumentos y contra argumentos —dijo Over!Frisk.

—Y además tenemos algunos "ataques" por así decirlo para los posibles argumentos de los que están a favor, es típico ver y oir ese tipo de excusas baratas —dijo Mikami.

—Aunque esto del debate no es lo único que me preocupa —susurró Nightmare, pero lo escucharon todos los adultos presentes.

Mientras la mayoría seguía hablando del tema, tu padre tocó el hombro del guardián de las pesadillas y le mostró una sonrisa que lo ánimo un poco. El de cuencas moradas no podía dejar de pensar en su hermano, se preocupaba en lo que se había convertido y no quería que cometiera los mismos errores que este cometió en el pasado cuando comió la manzana oscura.

Un largo rato después, todos volvieron a sus casas, tomaste la mano de tu padre y tarareabas una canción mientras caminabas por la vereda y cruzabas los pasos de cebra de la calle. Cross sonrió al verte así, era una de las cosas que tanto hecho de menos de tí, le encantaba verte tarareando cualquier canción y con una sonrisa... esa sonrisa que sacaste de tu madre... le daba tanta nostalgia.

—Papá... ¿Por qué estas llorando? —mirabas con pena a tu padre, este tenía lágrimas en sus cuencas.

—¿Eh? —tocó uno de sus pómulos notando que estaba un poco húmedo, no había notado que estaba llorando. —Solo... recordé algo... no es nada malo hija, no te preocupes.

—Mmmm... —hiciste ese sonidito por estar algo insegura de su respuesta, podía ser que tuvieras siete años, pero no eras tonta.

Pasaron los días, volviste a clases. Por suerte te cambiaron de salón quedando en el de Franny y Goth, tu primo Palette quedó con Oswald, te alegró que ambos no se quedaron solos.

A pesar que el tiempo paso, no había cambiado el hecho que todos te siguieran molestando, intentabas mantener el control para evitar otro desastre como el que tuviste con tus Gaster Blaster, estabas segura que solo lo hacían para intentar meterte en problemas.

Alma de papel [Cross y Reader] 『 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕠 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora