57

1.1K 166 22
                                    


Cuatro horas después.

Guillermo la cara contra las almohadas, y pasó un brazo sobre Alfred para retenerlo, cuando escucho a Samuel llegar.

Hizo un puchero contra las almohadas, tratando de no volver a llorar, cuando lo escucho entrar a la habitación.  

-Hola, bebé- dijo este, bajando a Alfred y acostándose él junto a Guillermo , pasándole un brazo por la cintura-. ¿cómo estas? Yo mal, tuve un día horrible. Primero Joseph, el becario del que te hablé, des-programo las computadoras principales, por suerte para cuando yo llegue ya casi tenían todo resuelto, pero el bastardo pesimista de Roland no dejaba de hablar y comenzaba a hacer que el ánimo de todos cayera en picada, así que le dije que se fuera, y claro, no se fue sin antes no hacer uno de esos tontos dramas que hace siempre- comenzó a jugar con lo rulos casi deshechos de la nuca de Guillermo -. Lo juro, bebé, un día de estos lo voy a despedir- miro el techo, soltando un suspiro.

Cuando Guillermo no le contestó, lo volteo a ver con extrañeza y, de no ser porque sabía que Guillermo no podía dormir boca abajo, hubiera creído que estaba dormido.

-Guillermo ¿estas bien?

Este, por otra parte, pensaba que tal vez estaba siendo inmaduro. Samuel tenía mucho trabajo últimamente, podía entender que no recordará su cumpleaños, pero aún así le dolía.

Sintió a Samuel darle la vuelta, y él no se rehusó, ya no importaba, poco le faltaba para ponerse a sollozar, y entonces Samuel igual se daría cuenta.

Samuel lo abrazo, sentándose contra la cabecera y a Guillermo en su regazo.

-¿Qué pasa, bebé? ¿qué tienes? ¿porque lloras?

Guillermo lo miro con un puchero.

-Realmente no recuerdas que día es hoy ¿verdad?

-¿nueve de mayo?- dijo Samuel, en un inicio, con confusión, pero pronto tuvo una mirada conocedora- Guillermo, yo, dios, lo siento, Guillermo. Me olvide totalmente, pero, no es tarde ¿verdad?- lo abrazo más fuerte- Feliz cumpleaños, bebé. Lo siento, lo siento mucho.

Luego de darle un beso, se levantó, poniendo también a Guillermo de pie.

-Vamos, vístete, aún puedo llevarte a comer.  

Guillermo comenzaba a negar, limpiándose las lágrimas, cuando Samuel le dijo que no aceptaba un no por respuesta.

Ya listo, salió de la habitación y bajo las escaleras, con la mirada gacha, aún triste, cuando se encontró con dos pares de maletas en la sala.

Ladeo la cabeza y una pizca de esperanza se hizo presente. Tal vez Samuel había fingido todo este tiempo y realmente lo iba a llevar de viaje.  

Se mordió una sonrisa y fue a la cocina, donde se encontró con algo aún mejor.

Eran Frank, Luzu, Alex  y su hermana, que hablaban entre ellos y aún no lo veían.

Sintió su corazón saltar fuera de si cuando alguien lo abrazo desde atrás.  

-¿Realmente creíste que olvidaría tu cumpleaños, amor?- Samuel susurro en su oído, con un puchero antes de darle un beso en la mejilla- Parece que me conoces muy poco- dijo ahora con una sonrisa ladeada.

-¡Guillermo!- entonces gritó Alex, dándose cuenta que estaba ahí.

Y entonces todos ellos lo abrazaron y le cantaron, y Guillermo sentía que podría llorar de lo feliz que era.



Torpe||Wigetta||AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora