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2020

-Hey, sexy, ¿podrías ponerme el bronceador?- Guillermo movió el bronceador de un lado a otro frente a su cara.

Samuel lo miro con una ceja alzada a través de sus lentes de sol y negó lentamente.

-No quiero llenarme las manos de eso.- su ahora esposo dejo caer los hombros.  

-Samu- pero Samuel volvió a negar-. Voy a ir con alguien mas a que me lo ponga, entonces.- sus manos apoyadas en sus caderas.

Samuel lo miro sobre los lentes, las cejas alzadas.

Atrevete.

Guillermo hizo puchero y se dejo caer en el camastro junto a Samuel, mirando a la gente divertirse en la playa.  

-¿Para que veníamos a Hawaii si no íbamos a hacer nada?- dijo ahora enfurruñado.

-Que no te ponga el bronceador, no significa que no hayamos, ni vayamos a hacer nada.

Pero Guillermo solo se puso sus lentes y lo ignoro.  

Samuel entonces suspiro y se quito los lentes, parándose del camastro.

-Me tapas el sol.- dijo Guillermo con un gruñido.

Pero él solo lo jalo del tobillo, Guillermo soltó un chillido y Samuel lo cargo.  

-¡Samuel!- este corrió hasta el mar, se metió un par de metros y lo lanzo, las extremidades por ningún lado. Cuando logro estabilizarse miro a todos lados con susto- ¡Mis lentes! ¡mis lentes! ¡¿donde están mis lentes, Samuel?!- y él no pudo hacer otra cosa mas que reírse al ver a Guillermo manotear dentro del agua en busca de sus lentes.  


Torpe||Wigetta||AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora